Un nuevo estudio cuestiona el papel del volcán Hunga Tonga en el sobrecalentamiento global de 2023-2024
Un grupo de científicos está explorando el impacto climático de la erupción submarina del volcán Hunga Tonga de 2022 y cuestionando las suposiciones existentes sobre sus efectos en el proceso del calentamiento adicional que experimentó la Tierra en 2023-2024 por la inyección adicional del vapor de agua, gas efecto invernadero, en zonas altas de la atmósfera.
Una nueva investigación de un equipo colaborativo en el que participa el científico atmosférico de la Universidad Texas A&M, Dr. Andrew Dessler, está explorando el impacto climático de la erupción del volcán Hunga Tonga de 2022 y cuestionando las suposiciones existentes sobre sus efectos en el proceso.
Los posibles efectos de la explosión volcánica submarina en el calentamiento global de 2023-2024: nuevo estudio
El notable evento de dos días , que ocurrió a mediados de enero de 2022, inyectó grandes cantidades de aerosoles volcánicos y vapor de agua a la atmósfera. Históricamente, las grandes erupciones volcánicas como la del Tambora en 1815 y la del monte Pinatubo en 1991 han provocado importantes efectos de enfriamiento en el clima global al bloquear la luz solar con sus aerosoles.
Debido a que el vapor de agua es un poderoso gas de efecto invernadero, Dessler dice que hubo especulaciones iniciales de que podría explicar el calentamiento global extremo en 2023 y 2024. En cambio, los resultados de la investigación del equipo, publicados en el Journal of Geophysical Research: Atmospheres, revelan lo contrario: la erupción en realidad contribuyó a enfriar la Tierra, de manera similar a otros eventos volcánicos importantes.
El efecto refrescante de una erupción volcánica
El artículo del equipo, titulado en castellano "Evolución del forzamiento climático durante los dos años posteriores a la erupción de Hunga Tonga-Hunga Ha'apai", incluye información y análisis de Dessler, profesor del Departamento de Ciencias Atmosféricas de Texas A&M y director del Centro de Estudios Climáticos de Texas; el primer autor, el Dr. Mark Schoeberl, científico jefe de la Corporación de Ciencia y Tecnología con sede en Virginia en Hamburgo, Virginia; y varios científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA).
Su metodología consistió en analizar observaciones de aerosoles y vapor de agua, entre otras variables, realizadas por satélite por la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) para estimar el balance energético del sistema climático de la Tierra. Su análisis reveló que la erupción provocó que saliera más energía del sistema climático de la que entró en él, lo que provocó un ligero efecto de enfriamiento.
"Nuestro artículo echa por tierra la explicación de que la erupción causó el calor extremo de 2023 y 2024", explicó Dessler. "En cambio, debemos centrarnos principalmente en los gases de efecto invernadero procedentes de las actividades humanas como la principal causa del calentamiento, con una gran ayuda del actual fenómeno de El Niño".
Implicaciones e investigaciones futuras
Según Dessler, esta investigación tiene implicaciones importantes tanto para los científicos como para el público en general. Al descartar la erupción volcánica como un factor importante en el calentamiento reciente, el estudio del equipo refuerza su argumento de que las emisiones de gases de efecto invernadero inducidas por el hombre son el principal impulsor del cambio climático. Este enfoque es particularmente relevante, dado el debate y la desinformación en curso sobre las causas del calentamiento global.
Además, Schoeberl afirma que el estudio subraya la importancia de seguir invirtiendo en mediciones estratosféricas basadas en satélites.
"Nuestro conocimiento de la erupción del Hunga Tonga se debe en gran medida a la inversión en mediciones satelitales estratosféricos por parte de la NOAA y la NASA durante las últimas dos décadas", añadió Schoeberl. "Sin embargo, debemos ser cautelosos ante un posible 'desierto de datos estratosféricos', ya que algunos de los instrumentos más críticos no están siendo reemplazados".
Nuevos interrogantes que permanecen poco claros
Aunque este artículo responde a varias preguntas importantes, Dessler reconoce que, al mismo tiempo, plantea otras nuevas. Por ejemplo, los investigadores destacaron algunas cuestiones no resueltas relacionadas con la erupción del Hunga Tonga, como los niveles inesperadamente bajos de dióxido de azufre producidos por una erupción tan violenta y el impacto mínimo que tuvo la erupción en el agujero de ozono de 2023.
El agujero de ozono de 2023 se refiere a un adelgazamiento significativo de la capa de ozono sobre la Antártida, lo que permite que una mayor cantidad de radiación ultravioleta dañina llegue a la superficie de la Tierra. Además, la persistencia de vapor de agua en la estratosfera más allá de lo previsto por los modelos sugiere que todavía hay mucho que aprender sobre los procesos de circulación estratosférica.
Mientras los científicos trabajan para resolver preguntas actuales y profundizar nuestra comprensión de la estratosfera, Schoeberl dice que el trabajo del equipo resalta la necesidad crítica de una investigación continua y de datos precisos para abordar los desafíos del cambio climático.
Referencia
M. R. Schoeberl et al, Evolution of the Climate Forcing During the Two Years After the Hunga Tonga‐Hunga Ha'apai Eruption, Journal of Geophysical Research: Atmospheres (2024). DOI: 10.1029/2024JD041296