Vigilantes del aire

El proyecto de ciencia ciudadana ‘Vigilantes del aire’ repartirá 5.000 plantas de fresa para estudiar la contaminación

La iniciativa, impulsada por el CSIC y la Fundación Ibercivis, busca entidades que acojan el reparto de macetas en su localidad.

Elaborar un mapa de la contaminación atmosférica en España es el objetivo de ‘Vigilantes del aire’, un proyecto de ciencia ciudadana liderado por el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) del CSIC y la Fundación Ibercivis. Para ello, sus responsables repartirán en distintas localidades 5.000 plantas de fresa que, colocadas en los balcones de voluntarios y voluntarias, funcionarán como mini estaciones detectoras de los metales pesados que se encuentran en el aire.

“Normalmente para este propósito se utilizan tecnologías avanzadas, como dispositivos electrónicos, sensores automáticos o incluso apps en smartphones; sin embargo, en ‘Vigilantes del aire’ queremos plantear una alternativa más abierta y humana, apoyándonos en procesos tradicionales como regar una planta, podarla, o mandar una carta por correo postal”, indica la web del proyecto.

A finales de septiembre, las macetas llegarán a las entidades que colaboran con la iniciativa en cada localidad –ayuntamientos, asociaciones, colectivos ciudadanos, etc.– y serán repartidas entre las personas voluntarias los primeros días de octubre. Los ciudadanos y ciudadanas participantes tendrán que cuidar de la planta y, antes de que acabe el año, enviar dos de sus hojas en un sobre pre-franqueado y una sencilla ficha técnica. El IPE-CSIC analizará las hojas recibidas, notificará a los voluntarios y voluntarias los resultados de las muestras y, en junio, hará público un informe con el mapa de la calidad del aire en España.

El proyecto se basa en la capacidad de las plantas para acumular, a lo largo del tiempo, las partículas presentes en el aire.

En concreto, el personal investigador del IPE-CSIC aplicará técnicas biomagnéticas con el propósito de identificar y conocer la concentración de compuestos metálicos acumulados en las hojas y, por tanto, en el aire. Entre ellos, podrán detectar las partículas procedentes de la quema de combustibles fósiles y del desgaste de los discos de freno o de las ruedas de trenes y tranvías.

Se buscan entidades embajadoras

En su segunda edición, ‘Vigilantes del aire’ continuará mapeando regiones en las que ya hubo participación en la temporada anterior, como Barcelona (gracias a la colaboración de Ideas for Change), Granada (Fundación Descubre), Burgos (Universidad Verde) o Vitoria (Centro de Estudios Avanzados).

Sin embargo, la iniciativa pretende duplicar el número de regiones estudiadas, por lo que invita a todas las entidades con interés en participar, y que tengan capacidad de acoger un mínimo de 300 macetas y gestionar su reparto, a proponerse como embajadoras del proyecto a través del siguiente formulario. ‘Vigilantes del aire’ hará una selección entre las entidades candidatas teniendo en cuenta sus motivaciones, así como criterios científicos y geográficos.

El proyecto ya tiene acuerdos con entidades tan diversas como centros penitenciarios, residencias de ancianos, centros de día, escuelas o ayuntamientos de poblaciones rurales afectadas por la despoblación. Además, en algunos casos, la entrega de las macetas a las personas voluntarias estará acompañada de un evento en el que se realizarán talleres de ciencia ciudadana a cargo de la Fundación Ibercivis.

‘Vigilantes del aire’ es un proyecto cofinanciado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), adscrita al Ministerio de Ciencia e Innovación.

14 sept. 2020

CSIC

Esta entrada se publicó en Actualidad en 16 Sep 2020 por Francisco Martín León