El Atlántico Norte podría soportar los vientos previstos en altura más intensos de la Tierra: consecuencias para España
Un tren de borrascas profundas se podría desarrollar en los próximos días, conducido por una corriente en chorro muy intensa del oeste en altura de hasta 350 km/h. Algunas de estas borrascas podrían bajar de latitud y sus frentes muy activos podrían afectar a amplias zonas de España.
Tras la llegada de la borrasca Garoé, el tiempo en España seguirá revuelto debido a la intensificación del río de aire o chorro en altura, digamos a 11-5 km, que se irá a más en los próximos días hasta valores muy intensos, a la vez que bajará de latitud. En determinados momentos, estos vientos serán extremadamente anómalos y poderosos y estarán orientados, parcialmente, hacia latitudes españolas.
Hay que recordar que estos vientos intensos en altura, la corriente en chorro, son los conductores y desarrolladores de las borrascas y anticiclones. Bajo su dominio, las bajas presiones en superficie se pueden desarrollar, amplificar y profundizar en poderosas borrascas, algunas de las cuales pueden profundizarse a una razón de 20-24 hPa en 24 h en su centro: son los procesos llamados ciclogénesis explosiva.
Borrascas profundas y frentes activos en el Atlántico Norte: afectación en España
Las anomalías de los vientos en altura son muy intensas y bajo ellas se desarrollarán borrascas poderosas. La mayoría de estas borrascas se desplazarán por el Atlántico Norte desde la parte occidental de la cuenca hacia las islas británicas, en la zona opuesta. El centro de estas borrascas sufrirá procesos de ciclogénesis explosivas, que no afectarán directamente a España, pero sí lo harán sus frentes asociados, en primera instancia, con temporales atlánticos en Península y Canarias.
Tras Garoé habrá una pausa relativa para el viernes, 24 de enero, mientras que una nueva y profunda borrasca, B, se podría dirigir hacia las islas británicas y su frente frío asociado podría afectar al noroeste peninsular para desplazarse de oeste a este para el fin de semana con tiempo revuelto en gran parte de la Península.
La jugada se podría repetir para el domingo, 26: una poderosa borrasca dirigida y afectando a las islas en proceso de ciclogénesis explosiva y frente muy activo afectando a la fachada occidental peninsular, atravesando la Península hacia el este.
El temporal atlántico está garantizado con fuertes vientos, mala mar, abundantes precipitaciones y algunas nevadas, tanto más cuanto más al norte.
Aunque la incertidumbre es muy alta, es posible que la semana que viene el chorro polar conductor se intensifique, baje de latitud y apunte hacia la Península trayendo y acercando otra borrasca más cercana a nuestras tierras. Esto podría ocurrir durante la mitad de la semana venidera. Para la segunda parte y final de enero de 2025, el tiempo tendería a estabilizarse en gran parte de España, salvo el noroeste peninsular.