Una borrasca "monstruo" dejará lluvias torrenciales en California
California ha pasado de ser un esto con sequía a sufrir en los últimos días de 2022 y primeros de 2023 intensas lluvias e inundaciones por el paso de un tren de borrascas. Ahora un borrasca "bomba" se acerca nuevamente por el oeste
Una intensa borrasca con río atmosférico de humedad incluido dejará lluvias torrenciales, inundaciones y fuertes nevadas en zonas altas de California, donde llueve sobre mojado.
De sequía a suelos sobresaturados e inundados
El estado de California ha recibido más lluvias en pocos días que en un mes de diciembre normal, y ahora está a la espera de la llegada de otra poderosa borrasca que podría generar de más inundaciones, deslizamientos de tierra, fuertes vientos y mucha nieve en las zonas de montaña. La nueva borrasca lleva asociado un intenso río atmosférico de humedad.
La borrasca se está intensificando rápidamente con caídas de presión de más de 24 hPa/ 24 h. Es lo que los meteorólogos llaman un proceso de ciclogénesis explosiva y que genera un "ciclón bomba", en este caso sobre el norte del Océano Pacífico. Actualmente posee presiones del orden de 965 hPa, o menos, en su centro.
La borrasca está acompañada por un poderosa lengua de humedad o río atmosférico de humedad, que llegaría a la costa de California a partir del miércoles y afectará al estado hasta el jueves, 4 y 5, respectivamente.
Esta borrascas se suma a otras que han afectado al estado durante los días de finales de 2022 y principios de 2023, acompañadas cada una por su río atmosférico de humedad. Este tren de borrascas ya ha generado muchos problemas en diversas zonas de California.
El NWS, Servicio Meteorológico Nacional americano, ha emitido alertas de inundación para esta borrascas en gran parte del norte y centro de California, incluidas las áreas metropolitanas de San Francisco y Sacramento. También se esperan nevadas intensas en tierras altas de Sierra Nevada.
Se espera el paso de más borrascas, con precipitaciones e inundaciones para los próximos días, en un estado que ha pasado de padecer una dura sequía a tener los suelos casi saturados e inundados en algunas zonas.