La inquietante y rara tranquilidad de la estación de huracanes del Atlántico en 2024: hacía 50 años que esto no ocurría

La prevista e hiperactiva temporada de huracanes en el Atlántico para 2024 está dejando a los meteorólogos y científicos muy confundidos por su tranquilidad hasta la fecha: hacía 50 años que esto no ocurría. Si esto sigue así, sería "el mayor fracaso en la predicción" en una estación de huracanes de multitud de organizaciones y expertos.

Trayectorías, fechas e intensidades de los centros de las tormentas tropicales y huracanes, sólo 5, que se han desarrollado hasta el 4 de septiembre de 2024 en el Atlántico. NHC-NOAA

Durante estos días de inicios de septiembre de 2024, se está cerca del pico de la actividad climatológica de la actividad de huracanes. Actualmente no hay ninguna tormenta tropical con nombre en desarrollo y no se esperan, pero no solo eso, las ondas del este que se están generando estos días, y que son gérmenes de futuros huracanes, son relativamente "débiles" y no llegarán a organizarse y desarrollarse mejor en futuras tormentas tropicales y esto no es normal.

Desde el 12 de agosto de 2024, cuando el huracán Ernesto se desarrolló, el Atlántico no ha generado más ciclones tropicales con nombre y esto no ocurría desde hace 50 años.


Así lo comentaba el experto Philip Klotzbach en un tuit:

La prevista hiperactividad de esta estación de 2024 se basaba en gran medida en dos factores favorables: las altas temperaturas del agua del mar, que son récord en muchos momentos de este año en el Atlántico Norte tropical, y por un evento de La Niña en el horizonte.

Posibles razones de esta inquietante tranquilidad de la estación de huracanes

Los expertos manejan varias razones para esta rara y llamativa tranquilidad de la estación en el Atlántico, hasta la fecha.

Ondas del este de origen africano muy al norte

Muchas tormentas tropicales y huracanes se generan a partir de las ondas del este africanas que salen desde la zona húmeda del Sahel en África occidental para saltar al Atlántico. Este eje de humedad realzada, coincide con la llamada Zona de Convergencia Intertropical, ZCIT. Pues bien, este año la ZCIT se ha desplazado muy al norte, unos 240 km más que otros años, internándose en zonas del sur del Sahara.

En estas condiciones, el entorno es menos propicio para que se desarrollen ondas activas; algunas de ellas van cargadas de polvo sahariano. Se ha observado que estas ondas de este año llevan más tormentas y rayos que en otros años y algunos expertos apuntan a un movimiento más lento de lo normal. Si esto fuera así, la onda tropical quedaría desplazada de su eje principal de desarrollo, lo que no facilita su potenciación y desarrollo.

Mientras esto ocurre, amplias zonas secas del Sahara pueden recibir lluvias históricas en sitios que hacía 30 años o más que no ocurría.

Aguas más frescas del norte

Al saltar al Atlántico desde más al norte de África Occidental lo hacen sobre aguas más frescas que otras ondas de más baja latitud, y esto tan poco favorece más desarrollos hacia sistemas más organizados.

En otras palabras, hay ondas del este de origen africano, gérmenes de potenciales huracanes, que en la actualidad se quedan sólo en eso, sin más desarrollo y organización.

Mayor estabilidad en las zonas tropicales de desarrollo

El Atlántico no está desarrollando la inestabilidad necesaria para generar activas corrientes ascendentes, formar nubes de tormentas y generar ciclones tropicales.

Aunque los niveles bajos son muy cálidos y húmedos, la parte más alta de la troposfera también se ha calentado y esto disminuye la inestabilidad o aumenta la estabilidad, inhibiendo las fuertes corrientes ascendentes.

El experto Eric Webb comentaba en un tuit: Si bien las temperaturas de la superficie del mar han alcanzado niveles récord últimamente, la troposfera superior se ha estado calentando a un ritmo aún más rápido, como se muestra en el tuit citado a continuación. Esta tendencia a largo plazo, cada vez más estable en la troposfera tropical, también es coherente con lo que se espera del cambio climático.


Los científicos han encontrado que las temperaturas en altura están más cálidas que otros años y aunque el agua del mar está muy cálida, la inestabilidad vertical ha disminuido en la zona tropical.

Pausa en la actividad de huracanes durante estos días

Estos factores, y algunos más que los científicos de la atmósfera están estudiando, han contribuido a esta pausa tras el huracán Ernesto de mediados de agosto. Por otra parte, las ondas del este que se han desarrollado después de Ernesto, y que han sido varias, no consiguen organizarse en una depresión o tormenta tropical. De aquí a 7-10 días no se espera ningún huracán, cuando estamos o nos dirigimos hacia el pico de actividad ciclónica de primeros de septiembre.

Zonas monitorizadas por el NHC a 48 h -7 días a fecha de 4 de septiembre de 2024: las ondas del este no consiguen desarrollarse en, al menos, depresión tropical y sus probabilidades son muy bajas. NHC


Algunos expertos esperan que, tras este parón, la actividad de tormentas tropicales y huracanes vuelva a la normalidad hasta finales de noviembre, y más allá, como ha ocurrido en otras temporadas.

Evolución de la actividada climatológica para el Atlántico de tormentas tropicales, en rojo, y huracanes, en amarillo , con los máximos de septiembre. NOAA-NHC

Hemos tenido 3 huracanes hasta ahora, por lo que se necesitan entre 5 y 9 más para verificar los pronósticos. Si esto no ocurre, estaríamos ante uno de los fallos más llamativos en la predicción de huracanes en el Atlántico.

Recordar que la temporada de huracanes continúa oficialmente hasta el 30 de noviembre.

Esta entrada se publicó en Actualidad en 04 Sep 2024 por Francisco Martín León