Los científicos se preguntan por la tranquila estación de huracanes 2024 en el Atlántico, cuando se preveía hiperactiva

Una gran cantidad de predicciones apuntaba a una hiperactiva estación de huracanes en el Atlántico en 2024, pero la realidad es algo "desesperante", especialmente en la segunda quincena de agosto que ha sido hipertranquila. Un estudio reciente revela las causas.

Imagen infrarroja realzada del 29 de agosto 2024 donde se observa convección profunda y ondas del este sobre tierra muy al norte. Tiempo.com

La prevista hiperactiva estación de huracanes para 2024 en el Atlántico no se correspondía con la realidad, a fecha de hoy, con un número normal de tormentas tropicales formadas a finales de agosto: sólo 5 se habían formado, siendo el huracán Ernesto el último ciclón nombrado.

Algunos científicos dicen que "podría ser el mayor fracaso de la predicción" de la estación de huracanes si esto sigue así.

La ausencia de ondas del este, gérmenes de las tormentas tropicales y huracanes, es alarmante frente a unas aguas muy cálidas en el Atlántico y una expectante La Niña en el horizonte que tendería a favorecer la hiperactiva estación de 2024.

En un trabajo reciente de Nuñez et al, de 2024, se dan unas posibles razones de esta ausencia de actividad ciclónica tropical en el Atlántico en 2024. Su trabajo, traducido, sería: "Dependencia de la humedad de una onda africana del este dentro del sistema monzónico de África occidental", donde los autores descubrieron que:

Un monzón húmedo y un sistema de ondas y chorros del este desplazados hacia el norte reducen y retrasan la génesis de ciclones tropicales en las ondas africanas del este, semilla de futuros huracanes y tormentas tropicales.

Resultados del estudio sobre las ondas africanas de este: más humedad hacia el norte, menos ondas

El crecimiento y propagación de las ondas del este africanas (AEW, por sus siglas en inglés) sigue siendo un área activa de investigación, especialmente para aquellas que se convierten en ciclones tropicales (CT). Esto se debe en parte al papel complejo de la humedad, que se realiza a través de interacciones AEW-convección.

El objetivo del reciente estudio es comprender cómo la humedad ambiental juega un papel en la influencia del crecimiento y propagación de un caso de un sistema AEW-convección, que se convirtió en un CT y cómo ese papel se relaciona con el sistema monzónico de África occidental.

Ciclo de vida de las ondas africanas del este, donde algunas de ellas son gérmenes para futuros huracanes.

Se realizaron experimentos de sensibilidad a la humedad en una nueva configuración regional, que permite la convección. Se encontró que en un entorno más húmedo, el calentamiento diabático asociado con la convección acoplada a la onda es más superficial, lo que en última instancia debilita la amplitud de la onda. La energía se reduce en un entorno más húmedo a medida que el chorro del este africano se fortalece, pero se estrecha, y se desplaza hacia el norte, lo que limita la interacción con el monzón y el sistema de onda-convección.

El flujo monzónico más intenso en un entorno más húmedo puede provocar el desacoplamiento entre la convección y la onda expansiva, ya que es más probable que se produzca convección profunda en la dorsal que en la región de la vaguada.

En África occidental, las precipitaciones más continuas en las tierras altas de Guinea pueden inhibir el bloqueo de fase con la onda expansiva. En un entorno más húmedo, el flujo zonal medio es más débil y, como resultado, la velocidad de traslación de la onda hacia el oeste debido a la advección del flujo medio es más lenta que en los otros experimentos. Si bien la advección del flujo medio domina la traslación, surgen otras diferencias en la velocidad de fase a partir de las diferencias en la convección dentro de la onda.

Puntos clave

- Una mayor humedad estrecha y desplaza el chorro oriental africano hacia los polos, lo que reduce la energía cinética disponible para la onda oriental africana.

- En un ambiente más húmedo, se produce una convección más profunda, pero su sincronización con la onda se vuelve poco efectiva para la intensificación.

- La humedad reduce la traslación de las ondas sobre la tierra, lo que lleva a un bloqueo de la fase de convección con las Tierras Altas de Guinea en lugar de con la onda en sí.

En resumen, las ondas del este africanas (AEW), que pueden servir como precursoras o semillas de futuros ciclones tropicales (CT), que pueden llegar a ser tormentas tropicales y huracanes. Aunque el desarrollo posterior de los precursores de CT junto con los sistemas de nubes puede beneficiarse enormemente del vapor de agua, aún tenemos preguntas sin respuesta como: ¿más vapor de agua en la atmósfera permitiría interacciones más favorables entre el precursor de CT y los sistemas de nubes que en última instancia conducen a una formación de CT más fuerte y más eficiente?

El estudio reciente muestra que más humedad puede intensificar el sistema monzónico de África occidental, pero desplaza el chorro del este africano (la fuente de energía de las AEW) más al norte, inhibiendo el crecimiento de las ondas sobre la tierra.

Más humedad afecta la velocidad de propagación de la onda tanto a través de los cambios en el flujo de fondo como en parte a los cambios dentro de la estructura del sistema de nubes. Una mayor humedad produce tipos de nubes menos favorables cerca de la onda, lo que debilita el sistema.

Notas de la RAM

Estos hechos están ocurriendo este año sobre la zona generadora africana de ondas del este, al menos hasta finales de agosto de 2024: el monzón africano occidental se ha desplazado muy al norte, inhibiendo el crecimiento de las ondas. Las ondas que salten muy al norte hacia el Atlántico se encontrarían con aguas más frescas que las aguas tropicales de más al sur.

Otro hecho notorio en estas situaciones es que un monzón africano occidental muy al norte permitiría interaccionar con vaguadas de latitudes medias y arrastraría parte de esta inestabilidad con tormentas desde zonas de latitudes más bajas hacia la Península y el Mediterráneo, como podría ocurrir en la segunda mitad de la semana venidera con irrupciones subtropicales en nuestras latitudes acompañadas de tormentas y polvo en suspensión. Esto es otro tema que no será tratado aquí.

Quedaría por ver si el cambio climático arrastraría en ciertas épocas del año al monzón africano occidental más hacia el norte, inhibiendo en primera instancia el desarrollo efectivo de estas ondas del este africanas y repercutiendo en una actividad menor en las ondas del este y de una estación de huracanes a pesar de que otros factores la favorezca.

Una estación de huracanes relativamente tranquila hasta ahora, no presupone que lo siga haciendo hasta el final de 2024.


Referencia

K. M. Núñez Ocasio, C. A. Davis, Z. L. Moon, Q. A. Lawton, Moisture Dependence of an African Easterly Wave Within the West African Monsoon System, AGU. https://doi.org/10.1029/2023MS004070

Esta entrada se publicó en Actualidad en 30 Ago 2024 por Francisco Martín León