La Tierra está sometida estos días a una "lluvia" significativa de protones por una tormenta solar
Esta lluvia de protones está golpeando la parte superior de la atmósfera de la Tierra después de una fuerte erupción solar durante las primeras horas del 29 de enero de 2024. ¿Qué repercusiones tienen sobre la Tierra?
Según informa Spaceweather.com, esta "lluvia" es generada por una "tormenta de radiación" solar y actualmente es un evento de categoría S2.
Una tormenta de este tipo puede provocar niveles elevados de radiación en los aviones que vuelan sobre los polos de la Tierra y fallos no deseados en la electrónica de los satélites en órbita terrestre. No se esperan efectos sobre la superficie terrestre.
El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA registró la erupción solar de clase M6.8, que inició esta tormenta.
La fuente de la llamarada fue la mancha solar AR3559. No todas las llamaradas causan tormentas de radiación, pero ésta sí lo hizo porque la mancha solar está inusualmente bien conectada con la Tierra.
La mancha solar AR3559 y la "lluvia de radiación"
Esto puede parecer contradictorio, porque la mancha solar no está directamente frente a nuestro planeta. Sin embargo, cuando las manchas solares están cerca del extremo occidental del Sol (como lo está AR3559), pueden vincularse magnéticamente a la Tierra.
El satélite GOES-18 de NOAA está registrando los protones a medida que pasan en camino a la Tierra.
Los tres colores representan diferentes rangos de energía. Destacan especialmente el azul y el verde; rastrean los protones más energéticos capaces de penetrar los cascos metálicos de satélites y aviones. En las horas inmediatamente posteriores a la llamarada se registró un pulso significativo de estos protones "duros".
La explosión también arrojó una CME (Eyección de Masa Coronal) al espacio, como se muestra aquí en una animación del coronógrafo del Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO).
Las numerosas motas en la animación son protones solares que golpean la cámara de la nave espacial. Es un signo y un efecto secundario de la tormenta de radiación. Un modelo de la NASA de la CME sugiere que rozará la Tierra durante las primeras horas del 31 de enero.