El tiempo meteorológico en la Luna
Cuando nos preguntamos por el tiempo lunar tenemos que pensar que nuestro satélite no tiene una capa atmosférica como la Tierra, ni un manto de agua con océanos, mares, lagos, ríos, etc. El tiempo en la Luna es otro mundo diferente al tiempo terrestre
Cuando se observa la Luna desde la Tierra, o desde su propia superficie, lo primero que llama la atención es que no existen nubes ni zonas acuosas como en nuestro planeta. No hay ciclo del agua como en la tierra ni otros ciclos naturales terrestres.
No hay nubes: no hay precipitaciones
En la Luna, la lluvia o la nieve no caen, no existen como tal. No hay rayos, ni granizos, ni truenos. Simplemente no hay nubes y solo veríamos un fondo de cielo negro como el carbón.
Fuertes contrastes de temperatura y precipitaciones en forma de "rocas"
El tiempo lunar está dominado por cambios extremos de temperatura de cientos de grados.
El calor abrasador y el frío escalofriante son comunes en la Luna, y los cambios de temperatura son rápidos y dramáticos, porque la Luna no tiene una atmósfera como la que tiene la Tierra.
Un centímetro cúbico de la atmósfera terrestre contiene cien billones de veces más moléculas que la misma cantidad de espacio cerca de la superficie lunar. En otras palabras, el entorno lunar está casi vacío, pero no del todo. La capa de gas apenas visible alrededor de la Luna se llama exosfera.
Las "precipitaciones" son en forma de rocas espaciales entrantes de todos los tamaños y partículas y energía que viajan desde el Sol y más allá.
La exosfera lunar con ausencia de termorreguladores
La exosfera lunar es demasiado pequeña para atrapar o propagar la energía del Sol, por lo que las diferencias entre las áreas iluminadas por el sol y las áreas sombreadas de la Luna son extremas. Las temperaturas cerca del ecuador de la Luna pueden subir a 121 °C durante el día y luego caer en picado después del anochecer a -133 °C.
El agua en la Luna: sin ciclo del agua similar al terrestre
Prácticamente sin atmósfera, en la Luna no hay ciclo de agua con cambios de fases líquida, sólida y vapor, como ocurre en la Tierra.
El agua es relativamente escasa en la Luna. Sólo en los cráteres profundos cerca de los polos de la Luna, las sombras permanentes mantienen la superficie aún más fría: el Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA ha medido temperaturas inferiores a -246 °C. Estos lugares eternamente oscuros albergan depósitos de hielo que pueden tener miles de millones de años.
Otra cosa es el tiempo espacial en la Luna, pero ese tema no será tratado aquí.
Parte del texto y las dos figuras son tomadas de la NASA