Récord de deshielo en la plataforma antártica Jorge VI
La zona norte de la plataforma de hielo Jorge VI, en la Antártida, experimentó un deshielo récord durante el verano austral de 2019-2020, en comparación con los 31 veranos anteriores en los que el deshielo fue drásticamente menor
En la zona, el citado verano superó, en extensión del deshielo y en cantidad de días de deshielo, a cualquiera de los veranos previos sobre los que hay datos suficientes.
Así se ha constatado en un estudio realizado por el equipo internacional de Alison Banwell, del Instituto Cooperativo para Investigación en Ciencias Medioambientales (CIRES), dependiente de la Universidad de Colorado en Boulder y de la NOAA, todas estas entidades en Estados Unidos. Banwell y sus colegas estudiaron esa temporada de deshielo en la zona valiéndose de observaciones por satélite que permiten detectar el agua de deshielo en la parte superior del hielo y dentro de la nieve cerca de la superficie.
La acumulación de agua de deshielo en la superficie es potencialmente peligrosa para las plataformas de hielo porque cuando estas lagunas creadas por el agua de deshielo se vacían al escurrirse por pequeñas fisuras, estas pueden ensancharse por el flujo del agua, promoviendo ello la progresiva fracturación del hielo, lo que puede conducir finalmente a la ruptura de la plataforma de hielo.
Debido a las características de la plataforma de hielo Jorge VI, una ruptura en ella provocaría un desplazamiento de hielo asentado en tierra firme hacia el mar más veloz que el desplazamiento de ese tipo registrado para cualquier otra plataforma de hielo de la península Antártica y con una contribución mayor que la de todas las demás plataformas al aumento del nivel del mar.
Los investigadores identificaron periodos, a partir de finales de noviembre, en los que las temperaturas estuvieron constantemente por encima del punto de congelación durante períodos de hasta 90 horas seguidas. Cuando la temperatura está por encima de los cero grados centígrados, eso limita la recongelación y también conduce a un mayor derretimiento. Por otra parte, el agua absorbe más radiación solar que la nieve y el hielo, y eso conduce a un derretimiento aún mayor, tal como argumenta Banwell.
El estudio se titula “The 32-year record-high surface melt in 2019/2020 on the northern George VI Ice Shelf, Antarctic Peninsula”. Y se ha publicado en la revista académica “The Cryosphere”.
FUENTE: NCYT Amazings / The Cryosphere