Un estudio analiza las tendencias actuales de las ratas vinculadas al calentamiento climático
Un grupo de científicos ha identificado las tendencias a largo plazo en el número de ratas y cómo se ven afectadas por los cambios ambientales. Esto es fundamental para comprender su ecología y proyectar vulnerabilidades futuras y necesidades de mitigación en las grandes poblaciones.
Las ratas del género Rattus se encuentran entre las especies de plagas más ubicuas e importantes en las poblaciones urbanas y cercanías. Dos especies (Rattus norvegicus y Rattus rattus ) tienen distribuciones casi globales y ahora se encuentran en todos los continentes excepto la Antártida.
Problemas causados por las ratas
Las ratas dañan la infraestructura, consumen los rendimientos agrícolas y contaminan los suministros de alimentos, causando un daño estimado de US$27 mil millones cada año solo en los Estados Unidos. Las ratas también albergan y transmiten más de 50 patógenos y parásitos zoonóticos a las personas, lo que afecta la salud pública en todo el mundo. Las enfermedades asociadas incluyen leptospirosis, síndrome pulmonar por hantavirus, tifus murino y peste bubónica.
Las ratas prosperan en paisajes dominados por humanos explotando recursos concentrados donde la densidad de población humana es alta y a menudo se clasifican como especies explotadoras urbanas. Como resultado, se espera que las densidades de población de ratas sean mayores en las ciudades que en las áreas rurales, con el potencial de afectar negativamente a más personas. La mera presencia de ratas también tiene un efecto mensurable en la salud mental de las personas que viven en contacto con ellas.
En un reciente estudio, los científicos utilizan datos de quejas públicas e inspecciones de ciudades de todo el mundo para estimar las tendencias en las poblaciones de ratas.
Las tendencias de las ratas vinculadas al calentamiento climático
La variable ambiental que se relacionó más fuertemente con el aumento de ratas fue el cambio de temperatura experimentado por cada ciudad en relación con las temperaturas promedio de referencia a largo plazo.
Las ciudades que tuvieron mayores aumentos en las temperaturas promedio del aire tuvieron mayores aumentos en sus números de ratas.
Al igual que con la mayoría de los pequeños mamíferos, la actividad de las ratas se ve limitada por las temperaturas más frías. Cuando las temperaturas disminuyen, la fisiología térmica de los roedores significa que tienen que permanecer protegidos durante más tiempo o buscar más alimento para mantener la homeostasis térmica a través de un metabolismo más alto.
El calentamiento climático a largo plazo se está produciendo en gran parte del planeta. Se prevé que el calentamiento sea más intenso en las ciudades, donde el efecto de isla de calor urbana ya produce temperaturas más altas que en las zonas rurales circundantes. Los modelos climáticos proyectan que las temperaturas urbanas aumentarán entre 1,9° y 4,4°C para el año 2100 según los pronósticos de emisiones de gases de efecto invernadero. Además, este calentamiento no se está produciendo de manera uniforme en todo el mundo. Se prevé que las zonas urbanas del norte de América del Norte, el sur y el centro de Europa y Oriente Medio experimenten aumentos más rápidos de la temperatura, y esto puede hacer que las ciudades de estas regiones experimenten diferentes tendencias en el número de ratas a lo largo del tiempo, así como los conflictos asociados entre humanos y ratas.
Las ciudades con poblaciones humanas más densas y más urbanizadas también vieron mayores aumentos en el número de ratas. El aumento de las temperaturas y el aumento de la población de personas en las ciudades pueden estar ampliando los períodos de actividad estacional y la disponibilidad de alimentos para las ratas urbanas. Las ciudades tendrán que integrar los impactos biológicos de estas variables en las futuras estrategias de gestión.
No está claro a partir de los datos si este aumento se debe a que las ratas tienen una menor mortalidad, mayor fecundidad o mayores oportunidades de alimentación, aunque cada uno de esos mecanismos está relacionado con el potencial de las ratas para aumentar su actividad durante los meses más fríos debido al calentamiento.
La información obtenida de las ciudades no templadas más cercanas al ecuador será importante para comprender plenamente los vínculos entre el clima latitudinal y la dinámica de las poblaciones de ratas.
Dadas las proyecciones de un calentamiento continuo en el futuro previsible, las ciudades deben estar preparadas para la posibilidad de que este calentamiento agrave los niveles actuales de infestación de plagas de roedores. Será necesario dedicar más recursos financieros y de personal a las iniciativas municipales de control de roedores para limitar este aumento previsto de las poblaciones y la actividad de las ratas.
Referencia
Jonathan L. Richardson et al, Increasing rat numbers in cities are linked to climate warming, urbanization, and human population, Science Advances (2025). DOI: 10.1126/sciadv.ads6782