Los científicos detectan por primera vez iones negativos en la Luna. ¿Por qué es importante este hecho?

El primer instrumento de la Agencia Espacial Europea, ESA, que ha aterrizado en la Luna ha detectado la presencia de iones negativos en la superficie lunar producidos por interacciones con el viento solar

La cámara panorámica del módulo de aterrizaje Chang'e-6 captó esta imagen de alta definición del lugar de aterrizaje en la cara oculta de la Luna. La nave espacial china aterrizó en un enorme cráter conocido como la Cuenca Aitken-Polo Sur. Créditos: CNSA/CLEP


Según informa la NASA en Español, el equipo europeo que trabaja con el instrumento NILS (Negative Ions at the Lunar Surface) confirmó el éxito de esta misión científica que voló a la cara oculta de la Luna a bordo de la nave espacial china Chang’e-6.

El descubrimiento de un nuevo componente del plasma en la superficie de la Luna abre una nueva ventana para la física espacial y para las misiones humanas y robóticas en una era de renovada exploración lunar.

Detectando iones negativos en la Luna

El primer detector de iones negativos en la Luna funcionó de forma intermitente para recopilar más de tres horas de datos, tres veces más de lo que necesitaban los equipos científicos para el éxito de la misión. Esta fue la primera vez que la ESA produjo datos científicos en la superficie lunar.

El viento solar es un flujo constante de radiación y partículas procedentes del Sol. El campo magnético de la Tierra actúa como escudo. En cambio, la Luna no tiene campo magnético y su atmósfera, llamada exosfera, es muy tenue. Cuando el viento solar golpea la Luna, la superficie reacciona y levanta partículas secundarias.

La cara oculta de la Luna vista desde Chang'e-6. Créditos: CNSA/CLEP


Estas partículas pueden tener carga positiva o negativa, o no tener carga alguna. Aunque las partículas con carga positiva ya se habían medido desde la órbita antes, medir las partículas negativas fue todo un desafío.

Los iones negativos tienen una vida corta y no pueden llegar a la órbita. Por eso, los científicos europeos necesitaban operar su instrumento cerca de la superficie lunar, una misión sin precedentes para un detector de partículas.

Estas observaciones en la Luna nos ayudarán a comprender mejor el entorno de la superficie y actuarán como un punto de referencia para explorar las poblaciones de iones negativos en otros cuerpos sin aire del Sistema Solar, desde planetas hasta asteroides y otras lunas”, dijo Martin Wieser, investigador principal del NILS en el IRF.

Un equipo científico ya está trabajando en publicaciones de investigación de alto nivel para compartir los hallazgos. Estas mediciones y la instrumentación utilizada pueden tener aplicaciones para futuras investigaciones del entorno lunar.

Chang'e-6 aterrizó con éxito en un enorme cráter de la cara oculta de la Luna conocido como la cuenca Aitken-Polo Sur el 1 de junio de 2024 a las 22:23 GMT.

El equipo de NILS analizó los parámetros de la posición de aterrizaje (coordenadas 153,99 ° W, 41,64 ° S), la actitud, el ángulo del Sol y las temperaturas y solicitó activar el instrumento unas cuatro horas después del aterrizaje.

NILS comenzó a recopilar datos científicos 280 minutos después del aterrizaje. El primer período de recolección de datos duró 23 minutos, hasta que el instrumento volvió a bajar voltaje. Siguieron algunas rondas más de recopilación de datos entre apagones y reinicios de comunicaciones.

"Estábamos alternando entre ráfagas cortas de máxima potencia y largos períodos de enfriamiento porque el instrumento se estaba calentando. El hecho de que se mantuviera dentro de sus límites de diseño térmico y lograra recuperarse en condiciones de calor extremo es un testimonio de la calidad del trabajo realizado por el Instituto Sueco de Física Espacial", dice Neil.

NILS se apagó a las 14:20 GMT del 3 de junio de 2024.

Las estaciones terrestres europeas están brindando apoyo a la misión Chang'e-6 en su camino a la Luna y de regreso. Poco después del lanzamiento desde China el 3 de mayo de 2024, la estación de Kourou de la ESA, en la Guayana Francesa, siguió la nave espacial durante varias horas para confirmar su órbita.

Alrededor del 25 de junio, la ESA captará las señales de la nave espacial cuando regrese a la Tierra cargada de muestras lunares utilizando la estación de Maspalomas, operada por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) en Gran Canaria, España.

Esta entrada se publicó en Noticias en 07 Jun 2024 por Francisco Martín León