Presión mínima en superficie de un huracán: su relación con los daños
Según un estudio de la Universidad Estatal de Colorado, la presión atmosférica mínima en superficie es un mejor elemento de referencia que la velocidad sostenida del viento para pronosticar el potencial de daño generado por un huracán
La escala actual para cuantificar la intensidad de los ciclones tropicales y huracanes utiliza el viento sostenido en capas bajas y se llama la escala de Saffir-Simpson. Es fácil de utilizar siempre y cuando se tenga bien estimada esa velocidad sostenida del viento, tanto en el océano y en tierra. Dicha escala tiene algunas desventajas: no tiene en cuenta los vientos máximos, no estima la marejada ciclónica potencial, etc.
El nuevo estudio de la Universidad Estatal de Colorado y dirigido por el experto en ciclones tropicales el Dr. Philip Klotzbach, muestra que el daño que causa un huracán está mejor relacionado con la presión mínima del nivel del mar del ciclón tropical.
A diferencia del viento estimado, la presión superficial es más fácil de estimar y medir, está más relacionado con el “mal o buen” tiempo en superficie, etc. Por lo general, cuanto más baja es la presión central de un ciclón (tropical, de latitudes medias, polares, Mediterráneo, etc.), más intenso es el ciclón, en general. En el caso de los huracanes la presión superficie más bajas está en su ojo. Por otra parte, a presión más baja, mayor intensidad del viento, mayor marejada ciclónica y potencial de “mal” tiempo.
Por otra parte, los datos de presión se disponen desde más tiempo que los de viento, son más estables, se pueden medir y estimar con mayor precisión, los aparatos de medidas son más estables que los de viento, etc.
Más información y detalles aquí. https://journals.ametsoc.org/doi/abs/10.1175/BAMS-D-19-0062.1