Premio Nobel de Física 2019
Premio Nobel de Física para descubrimientos sobre cosmología y exoplanetas: felicitación de la ESA
La ESA felicita por la concesión del Premio Nobel de Física de 2019 a Michel Mayor y Didier Queloz, galardonados por el descubrimiento de un exoplaneta orbitando una estrella de tipo solar, y a James Peebles, por definir el marco teórico de la cosmología empleado para investigar el Universo a grandes escalas.
En ambos casos se reconocen las contribuciones revolucionarias para nuestro entendimiento de la formación y evolución del Universo, así como el lugar que la Tierra y nosotros, humanos, ocupamos en el cosmos. La cosmología y los exoplanetas son algunas de las cuestiones clave que investigan las misiones científicas de la ESA.
“Estamos encantados de que el comité del Nobel haya reconocido estos dos grandes hitos de la astronomía”, señala Günther Hasinger, director de Ciencia de la ESA.
“Desde el germen de la estructura cósmica, surgido hace casi 14.000 millones de años, hasta los componentes de los planetas e incluso la vida, el trabajo de Peebles, Mayor y Queloz aborda algunas de las cuestiones más profundas a las que jamás se ha enfrentado la humanidad: ¿de dónde venimos? ¿Adónde vamos? ¿Hay vida en algún otro lugar del universo?”
“Estas fascinantes preguntas inspiran y conforman la base de nuestro trabajo diario en la ESA, desde misiones cosmológicas como Planck y Euclid hasta nuestra futura flota de satélites para el estudio de exoplanetas, incluida la inminente misión Cheops, que pronto caracterizará numerosos mundos extraños”.
Pioneros de los exoplanetas
Michel Mayor es profesor emérito de la Universidad de Ginebra, mientras que Didier Queloz es profesor de la Universidad de Ginebra y la Universidad de Cambridge.
A principios de los noventa, cuando Queloz era estudiante de doctorado de Mayor, ambos utilizaron el observatorio de Haute-Provence en el sur de Francia para estudiar los cambios sutiles en la luz procedente de estrellas cercanas en busca de señales de planetas más allá del Sistema Solar. Estas observaciones pioneras acabaron revelando la existencia de 51 Pegasi b, el primer exoplaneta descubierto alrededor de una estrella como nuestro Sol.
Presentado hace justo 24 años este mes durante una conferencia sobre astronomía en Florencia, el descubrimiento de Mayor y Queloz cambió para siempre nuestra idea del cosmos. Al revelar un planeta distinto a todo lo que habíamos visto en el Sistema Solar, el hallazgo hizo tambalear las bases de nuestro conocimiento teórico sobre la formación planetaria y abrió las puertas a una oleada de investigaciones en el floreciente campo de los exoplanetas.
En el último cuarto de siglo, empleando observatorios terrestres y espaciales, los astrónomos han descubierto más de 4.000 exoplanetas. La próxima aventura en este apasionante ámbito es el Satélite para la Caracterización de Exoplanetas de la ESA, Cheops, que se está sometiendo a los últimos preparativos antes de su lanzamiento, previsto para mediados de diciembre.
Una vez en el espacio, Cheops llevará a cabo observaciones detalladas de estrellas brillantes que se sabe que albergan planetas, especialmente en la horquilla de tamaños entre la Tierra y Neptuno, para así dar un primer paso hacia la caracterización de estos mundos distantes y exóticos. Didier Queloz es el presidente del Equipo Científico de Cheops, que comprende a expertos de once Estados miembros de la ESA.
En la próxima década, la ESA tiene previstas dos misiones más dedicadas al estudio de exoplanetas: Plato, o Tránsitos Planetarios y Oscilaciones de Estrellas, y Ariel, la misión Estudio de Grandes Exoplanetas por Detección Atmosférica Remota en el Infrarrojo. Gracias a ellas, la ciencia europea se mantendrá a la vanguardia de la investigación exoplanetaria.
De los planetas al cosmos
James Peebles, profesor emérito de Ciencia en la cátedra Albert Einstein de la Universidad de Princeton, comenzó desarrollando modelos teóricos que sentaron las bases de nuestra comprensión de la formación y evolución del Universo en los años sesenta, contribuyendo enormemente al gran crecimiento de la cosmología moderna.
El marco teórico aventurado por Peebles describe la evolución de la estructura a gran escala que vemos hoy en día en el Universo, basándose en el germen que se observa en el fondo cósmico de microondas, la luz más antigua del cosmos, liberada cuando el Universo apenas tenía 380.000 años de antigüedad. La misión Planck de la ESA, operativa entre 2009 y 2013, ha obtenido la imagen más precisa de esta radiación cósmica de fondo, lo que ha permitido realizar investigaciones que han confirmado esta vista del Universo con una precisión sin precedentes.
Pero no todos los misterios se han resuelto. En los años ochenta, la intuición de Peebles también fue clave para reconocer dos ingredientes fundamentales que faltaban en el modelo cosmológico: la materia oscura y la energía oscura. Otra misión de la ESA, Euclid, que en estos momentos se está preparando para su lanzamiento en 2022, observará miles de millones de galaxias para estudiar los últimos diez mil millones de años de expansión del Universo y arrojará luz sobre estos dos misteriosos componentes cósmicos.
9 octubre 2019
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