Polvo y sal en América del Sur
Cuando el nivel del agua es alto, el lago cubre hasta 6000 kilómetros cuadrados. Cuando está bajo, se reduce a 2.000 kilómetros cuadrados, dejando al descubierto grandes salinas y marismas a lo largo de su costa norte
El 10 de julio de 2022, el sensor MODIS en el satélite Aqua de la NASA adquirió esta imagen en color natural del polvo que fluye desde Mar Chiquita. Los niveles de agua ahora son mucho más bajos de lo que eran durante las décadas de 1980 y 1990. Los observadores del lago dicen que es probable que la reducción se deba a los ciclos continuos de lluvia y sequía, y a las extracciones de agua para riego de un afluente clave.
Las salinas expuestas son una gran fuente de polvo en la región. Los investigadores que utilizan satélites para rastrear la frecuencia de las tormentas de polvo cerca del lago registraron un promedio de 10 a 20 eventos por mes durante el invierno, generalmente la temporada más ventosa y polvorienta.
Las tormentas de polvo de Mar Chiquita incluyen altas concentraciones de sal, lo que genera preocupaciones de que las tormentas podrían dañar los suelos alrededor del lago a través de un proceso llamado sodificación, haciendo que el suelo sea menos productivo para los agricultores. Los cultivos que se cultivan en esta área incluyen maíz, trigo, soja y girasoles.
Sin embargo, un estudio reciente dirigido por investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba puede ofrecer cierta tranquilidad a los agricultores. Al analizar muestras de suelo y aire durante y después de las tormentas de polvo, y al modelar el movimiento de las columnas de polvo, los investigadores encontraron que las lluvias y el viento diluían y dispersaban la sal a niveles que generalmente no dañaban el suelo.
"En la mayoría de las áreas alrededor del lago, la cantidad de sodio soluble transportado por el polvo y depositado en los suelos fue baja en comparación con la cantidad ya presente en los suelos", explicó la autora principal, Laura Borda. La excepción fueron campos muy cercanos (menos de 50 kilómetros) a Mar Chiquita. “Estas áreas recibieron dosis mucho más fuertes de sal, lo suficientemente probable como para dañar la productividad del suelo”, dijo. Otra advertencia importante: “Nos enfocamos en los efectos a corto plazo, los que se ven en un año o menos. Se desconocen los efectos a largo plazo de los bajos niveles de sal en el suelo”.
Imagen de NASA Earth Observatory por Lauren Dauphin, utilizando datos MODIS de NASA EOSDIS LANCE y GIBS/Worldview. Texto de Adam Voiland.
NASA Earth Observatory