Plantación de árboles y mitigación del cambio climático
El aprovechamiento de esta capacidad mediante la forestación (plantar árboles), que incluye tanto la forestación para crear nuevos bosques donde no existía cobertura arbórea anterior como la reforestación para restaurar bosques agotados, se ha propuesto ampliamente como una estrategia prometedora para contrarrestar el aumento de las emisiones de carbono a fin de mitigar el cambio climático mundial en curso
Sin embargo, los beneficios climáticos reales de la forestación son inciertos, debido a que el aumento de la cobertura arbórea reduce el albedo (la capacidad para reflejar la energía solar) del paisaje, lo que, en función de la escala, podría dar lugar a efectos de calentamiento local o global. Esto es aplicable especialmente para las regiones de tierras secas que cubren casi el 40% de la superficie terrestre global y donde el efecto de calentamiento del albedo de la forestación podría superar con creces cualquier efecto de enfriamiento de la retención de carbono a medida que las tierras desérticas reflectantes se convierten en una cubierta forestal de absorción de energía más oscura.
Para comprender mejor los posibles beneficios climáticos de la forestación de tierras secas, el equipo de Shani Rohatyn, del Instituto Tecnológico de Israel (el Technion), realizó un análisis espacial de alta resolución de las tierras secas globales y simuló los efectos climáticos de la forestación en estas regiones. A través de su investigación, Rohatyn y sus colegas identificaron 448 millones de hectáreas adecuadas para la forestación y un potencial de secuestro de más de 32.000 millones de toneladas de carbono en los próximos 80 años.
Sin embargo, los autores del estudio también descubrieron que esto serviría de poco para frenar el progresivo calentamiento de nuestro clima. Teniendo en cuenta la significativa disminución del albedo en estas regiones, los autores del estudio muestran que la forestación de esta vasta área solo compensaría alrededor del 1% de las emisiones de gases de efecto invernadero pronosticadas en escenarios climáticos de emisiones medias al ritmo actual.
Pese a estos resultados, Rohatyn y sus colegas señalan que la forestación de tierras secas cuidadosamente planificada e implementada podría proporcionar otros beneficios de carácter más local y una potencial mitigación climática a un plazo más largo que su período de evaluación de 80 años.
FUENTE: Science
José Miguel Viñas Rubio