APARATO:

(*) PSICR�METRO

AUTOR: Ram�n Baylina
LUGAR: Sort, L�rida.
DESCRIPCI�N:

En Meteorolog�a es muy importante el concepto de humedad del aire atmosf�rico, que la definiremos como el "contenido de vapor de agua en el aire". Existen varios m�todos de medir la humedad, siendo el m�s usado, y probablemente el m�s representativo, el de humedad relativa, que es "la relaci�n porcentual entre la cantidad de vapor de agua que tiene el aire y el m�ximo que podr�a contener a una temperatura y presi�n determinada". Para al ser humano lo ideal es que se encuentre entre el 50 y el 70%.
En los observatorios meteorol�gicos se utiliza para medir la humedad relativa del aire, la tensi�n del vapor y el punto de roc�o, el psicr�metro. Este aparato consta de un par de term�metros iguales, cuyos dep�sitos se mantienen, el uno seco -"term�metro seco", que mide la temperatura del aire- y el otro llamado -"term�metro h�medo"-, tiene el dep�sito recubierto con una vaina de muselina humedecida por medio de una mecha que la pone en comunicaci�n con un dep�sito de agua destilada. Viendo la diferencia de medida que existe entre ambos y con la ayuda de unas tablas para cada lugar de observaci�n, se establece el valor de la humedad relativa.
El funcionamiento es f�cil de comprender: el agua que empapa la muselina se evapora, y como para ello necesita calor se lo roba al term�metro, cuya temperatura, naturalmente, baja. El agua evaporada es reemplazada por la que llega a trav�s de la mecha. El transporte se ajusta autom�ticamente, estableci�ndose un r�gimen estacionario dependiente de la velocidad de evaporaci�n, en el cual llega al term�metro exactamente la misma cantidad de agua que se evapora; ni m�s ni menos.
Ahora bien, la velocidad de evaporaci�n, o sea la cantidad de agua evaporada depende de la humedad relativa del aire, pues si el aire est� saturado es evidente que no podr� admitir ninguna nueva cantidad de vapor, mientras que si est� muy seco la evaporaci�n habr� de ser muy activa. Por otra parte, el descenso de temperatura provocado por la evaporaci�n depende, a su vez, de la velocidad de �sta, pues tambi�n por este lado llega a establecerse un equilibrio estacionario entre el calor perdido a causa de la evaporaci�n y el recibido del exterior y el descenso de temperatura no progresa indefinidamente, sino que se detiene en un punto m�s o menos bajo. En resumidas cuentas: el descenso de la temperatura depende de la humedad relativa y de la temperatura del aire, pero por desgracia no hay proporcionalidad.
La instalaci�n del psicr�metro es muy sencilla. Los dos term�metros que lo forman van colgados verticales y paralelos de un soporte especial que les deja lo m�s libres posible a fin de que gocen de una buena circulaci�n de aire. El dep�sito de agua destilada puede ser un largo tubo encorvado abierto por ambos extremos; por el agujero inferior penetra la mecha de algod�n que debe llegar hasta la mitad del tubo; el agujero superior lleva un tap�n y s�lo se abre para cargar el tubo de agua. Sin embargo, es suficiente usar un peque�o frasco de boca ancha dentro del cual va metido uno de los extremos de la mecha.
El empalme entre la mecha y la muselina debe hacerse de manera que la mecha no �abrigue� el dep�sito del term�metro; tampoco la muselina debe dar m�s de una vuelta a su alrededor, pues se empapar�a demasiado. La muselina debe cambiarse con m�s o menos frecuencia, seg�n los lugares; cerca del mar se cubre de una costra de sal que la deja inservible en pocos d�as. Al efectuar una observaci�n nunca debe estar seca.
Los dos defectos que puede sufrir el term�metro h�medo son que est� demasiado seco o demasiado mojado; en ambos casos el error que resulta es del mismo sentido, dando valores de la humedad demasiado altos, pues si est� seco la evaporaci�n es insuficiente y el descenso de temperatura demasiado peque�o, y si tiene un exceso de agua tiende a se�alar la temperatura del agua que difiere muy poco de la del aire; en ambos casos habr� disminuido la diferencia de temperatura entre los dos term�metros y resultar�, como decimos, exagerada la humedad relativa. �Un psicr�metro no da. nunca humedades demasiado bajas�; si se observan humedades muy bajas hay que admitidas como veros�miles; en cambio, si resultan muy elevadas, cabe sospechar del aparato, hay que vigilarlo; la muselina debe estar h�meda, pero no debe chorrear.
Para efectuar una observaci�n se abre la garita termom�trica donde est� instalado el psicr�metro, y se leen las dos temperaturas lo m�s r�pidamente posible para evitar la influencia perturbadora del cuerpo del observador, y se halla la diferencia entre las dos lecturas.
Si es de noche hay que servirse de una l�mpara el�ctrica de bolsillo, que se mantendr� encendida el menor tiempo posible, sin acercarla al aparato m�s de lo indispensable.
Cuando la temperatura del term�metro h�medo baja de cero grados el agua se hiela. Para que la observaci�n est� bien hecha debe formarse alrededor del dep�sito una vaina de hielo delgada y homog�nea; si es preciso, se vierten sobre el dep�sito, "suprimiendo la muselina", con una pipeta, unas gotas de agua que se hielan inmediatamente, formando la mencionada vaina. El resto de la observaci�n se termina como de ordinario.

MANTENIMIENTO:

Cambiar la vaina y la mecha regularmente para evitar que se ensucien y pierdan evectividad.
No olvidar de rellenar el dep�sito con agua destilada o de lluvia.

AB = Term�metro seco.
CD = Term�metro h�medo.
E = Vaina de muselina.
F = Mecha de algod�n.
G = Dep�sito lleno de agua.

(*) Pinchando en la foto se abrir� una nueva p�gina con la imagen ampliada. Psicrómetro.