La nave espacial Voyager 1 vuelve a comunicarse con el equipo de la misión tras un apagón

La nave Voyager 1 lleva más de 47 años navegando por el espacio a 24 mil millones de kilómetros de la Tierra en el espacio interestelar. Su avanzada edad técnica hace que los problemas estén aumentando con el tiempo.

Imagen de la nave Voyager 1. Crédito: NASA

El 24 de octubre de 2024, la NASA volvió a conectarse con la nave espacial Voyager 1 tras una breve pausa en las comunicaciones, según informa la NASA en Español. La nave espacial apagó recientemente uno de sus dos transmisores de radio y el equipo está trabajando ahora para determinar qué causó el problema.

Pérdida de las comunicaciones con el lejano "viajero"

El apagado del transmisor parece haber sido provocado por el sistema de protección contra fallas de la nave espacial, que responde de forma autónoma a los problemas a bordo. Por ejemplo, si la nave espacial agota su suministro de energía, la protección contra fallas conservará energía apagando los sistemas que no son esenciales para mantener la nave espacial en vuelo. Pero pueden pasar días o semanas antes de que el equipo pueda identificar el problema subyacente que activó el sistema de protección contra fallas.

Cuando el equipo de vuelo, que tiene su base en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California, envía instrucciones a la nave espacial a través de la Red de Espacio Profundo de la agencia, la Voyager 1 envía datos de ingeniería que el equipo evalúa para determinar cómo respondió la nave espacial al comando. Este proceso normalmente lleva un par de días: casi 23 horas para que el comando recorra más de 24 mil millones de kilómetros desde la Tierra hasta la nave espacial, y otras 23 horas para que los datos viajen de regreso.

El 16 de octubre, el equipo de vuelo envió un comando para encender uno de los calentadores de la nave espacial. Si bien la Voyager 1 debería haber tenido suficiente energía para operar el calentador, el comando activó el sistema de protección contra fallas. El equipo se enteró del problema cuando la Red del Espacio Profundo no pudo detectar la señal de la Voyager 1 el 18 de octubre.

La nave espacial normalmente se comunica con la Tierra utilizando lo que se llama un transmisor de radio de banda X, llamado así por la frecuencia específica que utiliza. El equipo de vuelo planteó correctamente la hipótesis de que el sistema de protección contra fallas había reducido la velocidad a la que el transmisor enviaba datos de regreso. Este modo requiere menos energía de la nave espacial, pero también cambia la señal de banda X que la Red del Espacio Profundo necesita escuchar. Los ingenieros encontraron la señal más tarde ese día, y la Voyager 1 parecía estar en un estado estable cuando el equipo comenzó a investigar lo que había sucedido.

Luego, el 19 de octubre, la comunicación pareció detenerse por completo. El equipo de vuelo sospechó que el sistema de protección contra fallas de la Voyager 1 se activó dos veces más y que apagó el transmisor de banda X y cambió a un segundo transmisor de radio llamado banda S. Si bien la banda S usa menos energía, la Voyager 1 no la había usado para comunicarse con la Tierra desde 1981. Usa una frecuencia diferente a la de los transmisores de banda X, la señal es significativamente más débil. El equipo de vuelo no estaba seguro de que la banda S pudiera detectarse en la Tierra debido a la distancia de la nave espacial, pero los ingenieros de la Red de Espacio Profundo pudieron encontrarla.

En lugar de arriesgarse a volver a encender la banda X antes de determinar qué activó el sistema de protección contra fallas, el equipo envió un comando el 22 de octubre para confirmar que el transmisor de banda S estaba funcionando. El equipo está trabajando ahora para reunir información que les ayude a averiguar qué ha ocurrido y a que la Voyager 1 vuelva a funcionar con normalidad.

Las Voyager 1 y 2 llevan más de 47 años volando y son las dos únicas naves espaciales que operan en el espacio interestelar. Su avanzada edad ha supuesto un aumento de la frecuencia y la complejidad de los problemas técnicos y nuevos retos para el equipo de ingeniería de la misión.

Esta entrada se publicó en Noticias en 30 Oct 2024 por Francisco Martín León