Las momias aportan la clave para reconstruir el clima del Mediterráneo

Científicos suizos están reconstruyendo el clima del mundo antiguo utilizando pequeños artefactos y piezas de madera colgados en restos momificados

Imagen escultórica de momias. Solo para ilustración. PXHERE


A lo largo de la historia, el clima de la Tierra ha sufrido fluctuaciones naturales. Aunque insignificantes en comparación con la crisis actual, estas fluctuaciones habrían sido suficientes para hacer y deshacer imperios. Según estudios recientes, habrían contribuido primero al surgimiento del Imperio Romano y luego a su caída.

Científicos con sede en Basilea y Ginebra se esfuerzan por reconstruir el clima del antiguo Egipto gobernado por Roma en un intento por comprender mejor los efectos que tuvo en la historia de una región o imperio. Su trabajo se publica en International Journal of Wood Culture.

Tablas citadas en el texto. Imagen y crédito: Laboratorio Nacional de Aceleradores Fermi

El equipo cuenta con la ayuda de sus tareas por notables "piedras de Rosetta" en forma de etiquetas de madera adheridas a las momias de la época romana. Antes de enviar a su ser querido fallecido al embalsamador, las familias pegaban una etiqueta con el nombre de la persona fallecida, los nombres de sus padres y, a veces, un breve mensaje religioso al cuerpo. Las etiquetas eran una forma de identificar a los difuntos, que ya no serían reconocibles una vez envueltos en sus vendas, y de evitar que los embalsamadores confundieran los cuerpos.

Una gran cantidad de información en los museos

Las etiquetas de madera brindan más información que solo la identidad de Pkyris, el difunto hijo de Besis y Senpnouth, o la difunta tsenpetese, hija de Panahib. También contienen información valiosa sobre el clima de la época porque, como todos los artefactos de madera, tienen anillos de crecimiento. Cada anillo marca el paso de un año. Los buenos años se indican con anillos anchos, ya que el árbol creció más rápido. Los anillos más estrechos pueden ser evidencia de años de sequía.

Evidentemente, unos pocos trozos de madera no bastan por sí solos para reconstruir el clima de la época. Sería necesario observar el mismo patrón en varias docenas de muestras por lo menos. Cuanto mayor sea el número de superposiciones, más fiables serán las conclusiones. Además, para recrear las sutilezas de la fluctuación climática, es fundamental comparar los anillos de crecimiento de varias especies de árboles con diferentes respuestas a condiciones climáticas como la sequía o el calor extremo.

"Es por eso que las etiquetas de momias son ideales para nuestros propósitos", explica François Blondel, arqueólogo de la Universidad de Ginebra. "No solo hay miles de ellos en museos de todo el mundo, sino que están hechos de muchas especies de árboles diferentes, como pino, ciprés, cedro y enebro".

Comparación de dos etiquetas de momias. La etiqueta de la izquierda (HO163) tiene un acabado limpio con una superficie inscrita aplanada, extremos limpios y un contorno con un chaflán (BNU Strasbourg). La etiqueta de la derecha (F1949/4.2) tiene huellas de aserrado y un nudo. Además, los cortes de las esquinas son diferentes y el extremo izquierdo no es recto. Crédito: International Journal of Wood Culture (2023). DOI: 10.1163-27723194-bja10017


En el estudio, el investigador analizó las secuencias de anillos de más de 300 etiquetas. Luego identificó las superposiciones, en otras palabras, los casos en los que las secuencias de anillos coinciden entre sí.

Estas superposiciones proporcionan un esbozo inicial de cómo solía ser el clima en el Mediterráneo oriental, en el actual Líbano, las islas griegas o la desembocadura del Nilo, las áreas donde se talaban los árboles. Hay algunos años buenos aquí y una desafortunada sucesión de sequías allá, pero las fechas reales aún no están claras, explica François Blondel. "Todavía no podemos asignar una fecha precisa a los anillos y los eventos que registran".

Por lo tanto, el siguiente paso en el futuro será ubicar estos eventos en la historia. Con suerte, los científicos encontrarán un espécimen datable. Luego, al buscar superposiciones con otras etiquetas de la misma especie de árbol y región, deberían poder identificar la fecha exacta. Si no, tendrán que recurrir a la datación por radiocarbono.

Al combinar varias muestras de madera tomadas a lo largo de los anillos del mismo espécimen, es posible reducir estadísticamente la incertidumbre de la datación, prácticamente a cero en el mejor de los casos. Los científicos todavía tienen que encontrar los especímenes correctos y, sobre todo, obtener el permiso de los museos para realizar análisis de radiocarbono invasivos.

La búsqueda acaba de comenzar, explica Sabine Huebner, líder del proyecto SNSF que intenta reconstruir el clima del Egipto romano. Huebner, profesor de Historia Antigua en la Universidad de Basilea, coordina el trabajo de historiadores, arqueólogos y climatólogos. "Las etiquetas de las momias son solo una herramienta indirecta que estamos utilizando para reconstruir el clima del Egipto romano, el granero del Imperio Romano, y comprender cómo las fluctuaciones climáticas influyeron en los cambios en la sociedad, el gobierno y la economía", dice.

Es un ejemplo perfecto de cómo las preguntas planteadas por la historia antigua pueden tener una importancia apremiante para el mundo moderno.

Referencia

François Blondel et al, Mummy Labels: A Witness to the Use and Processing of Wood in Roman Egypt, International Journal of Wood Culture (2023). DOI: 10.1163/27723194-bja10017

Proporcionado por Swiss National Science Foundation

Esta entrada se publicó en Noticias en 06 Abr 2023 por Francisco Martín León