Los investigadores resuelven un misterioso evento volcánico de 200 años de antigüedad que generó un enfriamiento global
El misterio de la ubicación de una erupción volcánica gigante que ha desconcertado a los científicos durante casi 200 años finalmente ha sido resuelto, gracias a investigadores de la Universidad de St Andrews.
En 1831, una erupción volcánica masiva arrojó gases sulfurosos a la atmósfera, reflejando la luz solar y causando un enfriamiento global de aproximadamente 1 °C. Este clima frío, bien documentado en todo el mundo, provocó pérdidas generalizadas de cosechas y hambrunas devastadoras.
El compositor Felix Mendelssohn incluso escribió sobre el catastrófico tiempo durante su viaje de verano a través de los Alpes en 1831: "Tiempo desolador, ha llovido de nuevo toda la noche y toda la mañana, hace tanto frío como en invierno, ya hay nieve profunda en las colinas más cercanas..."
Una erupción volcánica misteriosa
La erupción de 1831 es la "erupción misteriosa" más reciente de la Tierra. Si bien los científicos sabían que se trataba de un evento importante que provocó cambios climáticos y trastornos sociales, la identidad del volcán responsable seguía siendo desconocida y se debatía intensamente hasta ahora.
Una nueva investigación, dirigida por el Dr. Will Hutchison de la Escuela de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de St Andrews, y publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences el 30 de diciembre de 2024, revela cómo el equipo analizó los registros de núcleos de hielo del evento de 1831 e identificó una "coincidencia perfecta de huellas dactilares" de los depósitos de ceniza.
"En los últimos años hemos desarrollado la capacidad de extraer fragmentos microscópicos de ceniza de los núcleos de hielo polar y realizar análisis químicos detallados de ellos. Estos fragmentos son increíblemente diminutos, aproximadamente una décima parte del diámetro de un cabello humano", explicó el Dr. Hutchison.
El Dr. Hutchison y su equipo pudieron datar y relacionar con precisión los depósitos de núcleos de hielo con el volcán Zavaritskii en la remota isla deshabitada de Simushir, parte de las islas Kuriles. Las islas son un territorio en disputa entre Rusia y Japón. Actualmente controladas por Rusia, funcionan como un puesto militar estratégico. Durante la Guerra Fría, en una trama que recuerda a una película de Bond, los soviéticos utilizaron Simushir como base secreta de submarinos nucleares, atracando barcos en un cráter volcánico inundado.
"Analizamos la química del hielo con una resolución temporal muy alta. Esto nos permitió determinar el momento preciso de la erupción en la primavera-verano de 1831, confirmar que fue altamente explosiva y luego extraer los diminutos fragmentos de ceniza. Encontrar la coincidencia llevó mucho tiempo y requirió una amplia colaboración con colegas de Japón y Rusia, quienes nos enviaron muestras recolectadas de estos volcanes remotos hace décadas.
"El momento en el laboratorio en el que analizamos las dos cenizas juntas, una del volcán y otra del núcleo de hielo, fue un auténtico momento eureka. No podía creer que los números fueran idénticos. Después de esto, pasé mucho tiempo investigando la edad y el tamaño de la erupción en los registros de las Kuriles para convencerme realmente de que la coincidencia era real".
El volcán responsable de la erupción de 1831 se encontraba en un lugar muy remoto, pero tuvo un impacto global significativo en el clima y graves consecuencias para las poblaciones humanas. Identificar las fuentes de estas misteriosas erupciones es crucial, ya que permite a los científicos mapear y monitorear las regiones de la Tierra con mayor probabilidad de producir eventos volcánicos que alteren el clima.
El Dr. Hutchison añadió: "Hay tantos volcanes como éste, lo que pone de relieve lo difícil que será predecir cuándo o dónde podría ocurrir la próxima erupción de gran magnitud.
"Como científicos y como sociedad, debemos considerar cómo coordinar una respuesta internacional cuando ocurra la próxima gran erupción, como la de 1831".
Referencia
William Hutchison et al, The 1831 CE mystery eruption identified as Zavaritskii caldera, Simushir Island (Kurils), Proceedings of the National Academy of Sciences (2024). DOI: 10.1073/pnas.2416699122