Meteorología popular. Las Rogativas (actualización)
La sequía se aferra a zonas de España por las bajas tasas de precipitaciones de finales 2021 y principios de 2022. Las oraciones y rogativas para pedir la llegada de lluvias ya han aparecido en alguna región de España
Generalidades
Rogativas son las oraciones públicas hechas a Dios para conseguir remedio en una grave necesidad. Generalmente consistían en procesiones que se hacían dentro o fuera del templo con carácter de penitencia y propiciación para la agricultura, acompañadas del rezo de letanías. Litúrgicamente fueron establecidas por la Iglesia para ser rezadas o cantadas en ciertas procesiones, probablemente en el siglo IV, aunque no se fijaron las fechas de su celebración hasta el pontificado de San Gregorio Magno en el año 590.
Tenían lugar dos veces en el año: en la festividad de San Marcos, las denominadas rogativas o letanías mayores, y, en los tres días anteriores a la Ascensión, las conocidas como rogativas o letanías menores. Además, con carácter extraordinario, el papa y los obispos podían prescribirlas en cualquier época del año en calamidades y necesidades públicas perentorias. Es muy posible que las Rogativas de San Marcos, suplantaran a las Robigalia romanas, tradicionales festejos de carácter agrícola, que se celebraban en la misma fecha en honor del dios Robigo, con procesiones a través de los campos y sacrificios de animales, que tenían como objetivo interesar a aquella divinidad pagana en el cuidado y protección de los sembrados.
Generalmente, las rogativas se hacían en el tiempo comprendido entre las festividades de San Marcos (25 de abril) y San Isidro (15 de mayo), período crítico para la esperada cosecha. Estas procesiones con oraciones y cánticos forman parte de una serie de ritos revestidos de cristianismo, pero mágicos en el fondo, comunes a muchos pueblos.
Acerca del dominio de la magia sobre la lluvia, hay que tener en cuenta que en los pueblos tribales, uno de los cometidos de que se encargaba el mago público para el bien de la tribu, era asegurar una caída de lluvia adecuada. Porque ya sabían que la lluvia era esencial para la vida y que sin llover la vegetación se marchita y los hombres y animales se extenúan y mueren. Por esta razón, el hacedor de lluvias era un personaje muy importante. Había, además, una clase especial de magos, cuya misión consistía en regular el abastecimiento del agua celestial, que, en la mayoría de los países suele llegar en forma de aguaceros, a veces devastadores.
Los métodos con que éstos cumplían los deberes de su cargo están basados normalmente en las reglas de la magia homeopática o imitativa. Si deseaban hacer que lloviera, lo imitaban salpicando agua o imitando a las nubes. Si su finalidad era parar la lluvia y producir sequía, evitaban el agua y recurrían al calor y al fuego para enjugar la humedad demasiado abundante. Prácticas de provocación de lluvia las ha habido y aún se conservan, tanto en colectividades primitivas, como en otras pretendidamente civilizadas.
En España, el rol del hacedor de agua prácticamente ha desaparecido, habiendo sido asumido su papel, en parte, por el sacerdote, y más concretamente, por una imagen sagrada de cristo, virgen o santo. Rómulo Sans, en su obra “El Ampurdán en el siglo XIX”, describe el contorsionado baile del trençador de les aigues de Cadaqués, que el martes de Carnaval zapateaba extrañamente para que las lluvias fueran favorables aquel año.
Procesiones de rogativas y otros antiguos ritos
En la creencia de que un cristo, virgen o santo podía - y debía – hacer llover, se sacaba del templo en solemne procesión su imagen, para que, al contemplar de cerca la calamitosa situación de los campos, decidiera apiadarse de ellos y ponerles remedio. A veces, esta salida no se producía y se reducía la ceremonia a cambiar de sitio la imagen dentro de la misma iglesia. En algunos lugares y cumpliendo un antiquísimo rito de inmersión, la efigie era empapada en agua o sumergida en ella, tal y como prescriben los métodos de la magia imitativa. No es que fuera una práctica acostumbrada, pero sí había pueblos en que la inmersión de imágenes era más bien una amenaza o último recurso, utilizado para convencerlas de que debían hacer llover.
Martín de Arlés, en el siglo XVI relata que “... en algunos lugares del reino de Navarra se acudía en tiempo de sequía a la imagen de San Pedro para pedirle lluvia. Sacaban la imagen, la llevaban en procesión a orillas del río y allí le suplicaban una, dos y tres veces –San Pedro, remédianos- y, viendo que no respondía, la multitud a gritos pedía que se sumergiera la imagen. Entonces, los principales del lugar salían garantes de que el santo haría llover y prestaban fianza, que era aceptada, y nunca dejó de llover en las veinticuatro horas siguientes”. A un suceso semejante debía referirse la copla de origen alcarreño:
No he visto gente más bruta
que la gente de Alcocer,
que echaron el Cristo al río
porque no quiso llover.
En muchos lugares también se sumergían crucifijos, rosarios e incluso reliquias de santos. Este rito de inmersión, según Casas Gaspar “es un modo ingenuo y expresivo de pedir con el gesto. Es la rúbrica que han puesto a sus instancias de lluvia todos los pueblos de la tierra y desde luego, es el grado superior del rito : la sumersión del santo”.
Los días de rogativa eran días de penitencia. Durante siglos los fieles guardaron en ellos la abstinencia y el ayuno ordenados por la Iglesia. Tomaban parte en las oraciones y cánticos del templo y no trabajaban. Se suspendían todas las actividades y cerraban talleres y comercios. Acudían a las ceremonias y procesiones vestidos con modestos trajes oscuros o negros. En las rogativas más remotas, los asistentes acudían casi siempre descalzos, algunos ceñían sus cuerpos con cilicios y espolvoreaban sus cabelleras con ceniza.
Las rogativas más recientes consisten en una procesión acompañada del rezo de las Letanías de los Santos, seguida de la misa propia del día. Los celebrantes usan ornamentos morados y no hay música de órgano en la iglesia. Si es posible, la procesión se hace fuera del templo, orillando los campos, a los que el celebrante va aspergeando con agua bendita. Delante de la comitiva va la cruz procesional, entre ciriales, estandartes e imágenes. La procesión de rogativas tiene preces especiales en el Ritual, relativas a peticiones de lluvia para los campos, pan para cada día, abundancia de cosechas, fecundidad de los rebaños...
Las rogativas en los cancioneros populares
Tradicionalmente ha habido dos tipos de rogativas: las que se hacían en forma de letanías, acompasando la procesión que recorría los campos secos, y la serie de poemas compuestos especialmente para los diferentes santos, cristos y vírgenes venerados en cada zona. Todo ello, muy vinculado a la antigua creencia del poder mágico del canto. Estos cánticos procesionales forman parte de una serie de ritos tradicionales revestidos de cristianismo, pero mágicos en el fondo, comunes a muchos pueblos. Recordamos, a propósito, que ya entre los antiguos brahmanes se consideraba al canto del sakvari capaz de promover la lluvia y el rayo.
A continuación se transcriben algunas estrofas de rogativas del Catálogo Folklórico de la Provincia de Valladolid:
Rogativa de Fuensaldaña
Virgen santa del Rosario,
madre de consolación,
danos el agua, Señora,
el agua de bendición
Rogativa de Mucientes
Agua, Virgen santa,
Virgen de la Vega,
si no nos das agua,
perdidos nos quedas.
Rogativa de Cabezón
San Isidro Labrador,
obrero pobre del campo,
tú, que estás cerca de Dios,
tú, que ties poder de santo:
¡ay, danos lluvia fecunda
pa fertilizar los campos!
En el pueblo de Aldeamayor de San Martín, en la tierra de pinares vallisoletana, hay una coral de nombre “Virgen de Compasco”. Así es como se llama la virgen románica que se venera en su ermita, una virgen con niño, vestida y repintada, a la que los vecinos llaman la pinariega. Uno de los temas cantados por esta Coral lleva como título Rogativas a la pinariega. Dice así:
A la Virgen de Compasco
la tenemos en novena.
Gritemos todos a coro:
¡Viva nuestra pinariega!
Licencia pido, María,
para empezar a cantar,
porque sin vuestra licencia
no sé si podré acabar.
Danos el agua, señora,
aunque no la merezcamos,
que si por merecer fuera,
ni la tierra que pisamos.
Virgen santa de Compasco,
te venimos a pedir
el pan para la artesa
y el vino para el barril.
Como puede apreciarse en las rogativas de los pueblos vallisoletanos citados anteriormente, se trata de composiciones poéticas no exentas de sentimiento, aunque un tanto prosaicas, que ordinariamente forman coplas, cuyo tema conlleva la petición de agua/lluvia. También se conservan algunas composiciones de “acción de gracias” como la siguiente, dedicada a la Virgen de la Vega.
El pueblo de Mucientes,
agradecido,
da gracias a la Virgen
porque ha llovido.
Además de las rogativas pro-lluvia (ad petendam pluviam), había otras de signo contrario. Eran las rogativas (pro serenitate), que se hacían para que dejara de llover y que eran mucho menos frecuentes. Puede verse bastante información de este tipo de rogativas en obras de José María Fontana Tarrats. Transcribimos un ejemplo de alguna de ellas: “El 14 de abril de 1695, la ciudad de Orense pide celebración de rogativas a la Virgen de Reza, pero el Cabildo no accede “por cuanto el tiempo no estaba tan riguroso como lo representaban”. En Tuy, el 20 de Mayo, rogativa a San Julián para obtener buen tiempo; el 13 de junio se devuelve San Julián a su capilla; y el 29 de julio se vuelve en rogativa a San Julián para pedir buen tiempo. Parece fue verano nuboso...” ( Historia del clima del Finisterre gallego. Pág. 109 )
Gestión y organización de las rogativas
Estas ceremonias estaban regidas por los usos y costumbres de cada población, pero tenían todas unos signos comunes. La competencia primera para realizar rogativas era de las autoridades municipales. Después, la Iglesia se cuidaba del desarrollo de la actividad litúrgica pertinente. Su mecanismo de realización era siempre idéntico, con el siguiente esquema:
- Se produce una variación o anomalía ambiental.
- El gremio de hortelanos, labradores, ganaderos... transmite su inquietud a las autoridades municipales.
- El gobierno municipal evalúa la situación y toma las determinaciones convenientes para encargar algún tipo de rogativa a la Iglesia.
- Las autoridades eclesiásticas reciben la orden de hacer una rogativa y realizan las gestiones y convocatoria al público, si procede.
- Se realiza la rogativa en los plazos y modo estipulado por las autoridades municipales y eclesiásticas.
Las rogativas, fuentes documentales de la Climatología Histórica
El procedimiento de gestión y realización de rogativas estaba perfectamente burocratizado y quedaban registros documentales rigurosos y continuos en las actas municipales y en los capítulos catedralicios, documentos fiables y muy bien datados, que constituyen fuentes fidedignas importantes para su aplicación en estudios de Climatología Histórica. Además, tanto en las actas municipales como capitulares, intervenían y daban fe de la veracidad de lo registrado notarios públicos o personas de rango institucional similar.
En el caso concreto de las sequías, la documentación de archivos de carácter civil y religioso de las rogativas ad petendam pluviam, nos permite deducir la importancia y gradación de cada una de ellas, facultándonos para estudiarlas y clasificarlas, al menos, en los siguientes niveles:
- Prevención de sequía. Cuando existen datos de actos celebrados dentro de las iglesias locales, consistentes en rezos y oraciones al finalizar las misas.
- Sequía incipiente. Datos de actos, también en la iglesia, con exposición de reliquias o imágenes en lugar prominente, o mediante recorrido dentro del templo o su claustro.
Sequía severa. Registros de Actos públicos fuera de la iglesia, aunque dentro de la población. Procesiones públicas por las principales calles con reliquias o imágenes sagradas. - Sequía grave. Registros de actos públicos dentro de la población. Inmersiones en el agua de reliquias o imágenes sagradas de especial veneración local. Se prohibieron en 1619 por el deterioro que experimentaban las reliquias.
- Sequía crítica. Peregrinación fuera de la población, ordinariamente a Santuarios de especial veneración.
Para Barriendos y Martín Vide ( 1994-1995) “el potencial para el análisis climático sobre diferentes elementos meteorológicos y, especialmente la capacidad de iniciar su recopilación en cualquier país dentro del ámbito cultural católico, convierten a las rogativas en una herramienta nada despreciable de la climatología histórica.” Su estudio es un enorme y apasionante campo abierto a la investigación climática española.
Las rogativas, en las tradiciones y leyendas populares
Cuando la Meteorología aún no era ciencia, las rogativas ya formaban parte de la cultura de muy diversos pueblos. Los ceremoniales de sus ritos, cánticos, tradiciones y leyendas, vinculados casi siempre a la obtención de tiempos atmosféricos favorables al buen desarrollo de las cosechas agrarias, constituyen un extraordinario corpus de contenidos un tanto folclóricos, que forman parte de una sugestiva parcela de la ciencia del tiempo que se conoce como Meteorología Popular.
Se incluye una pequeña muestra de temas populares vinculados a rogativas, procedentes de distintas zonas españolas: Leyenda del Cristo de las Misericordias ( La Mancha ), Rogativas a los Peirones de Tornos (Aragón), Pendones en las rogativas de Castrotierra de Valduerna ( León ) y La Fuensanta, Patrona de Murcia, por unas rogativas ( Murcia)
Leyenda del Cristo de las Misericordias (La Mancha)
“ Allá por los finales del siglo XVIII, había en el paraje de Buenavista una aldea de labradores en la que los Tébar de la Roda hicieron una ermitilla a la que llevaron la imagen del Crucificado –que debía ser de la Escuela de Montañés o “La Roldana”. A la ermitilla acudían en rogativas al Cristo en epidemias y sequías, llevándolo en romería a Tarazona y volviéndolo a la aldea. Un año, como empezara a llover muy fuerte, lo dejaron para el domingo siguiente; pero el Cristo que le había tomado aprecio al pueblo y a la iglesia donde lo alojaron hasta que escampase, movió sus influencias, el cielo se abrió en nubes y empezó a diluviar”.
“Los tarazoneros volvieron a insistir al domingo siguiente y tornaron las tronadas y la lluvia sobre los campos manchegos. Ellos, que a llevarle a la ermita de la aldea de Buenavista y Él, que arregostándose al cariño del pueblo. Pasaba el tiempo y se iban acostumbrando a tenerle de vecino. También debía estar encantada la Virgen por tenerle cerquita y, cuando los hombres buenos del lugar se pusieron a cavilar qué hacían si seguía lloviendo tanto cada vez que lo intentaban, Nuestra Señora les inspiró una idea que a todos encantó. La Junta decidió :“ lo mejor es que se quede en casa”.
“En cuanto escampó, que lo hizo de inmediato, se lo comunicaron a Nuestra Señora... y ésta le hizo enseguida sitio en el lado del Evangelio, junto al altar mayor. Madre e hijo empezaron a salir juntos en las procesiones y se pensó que lo mejor era que también compartiesen fiesta, la del Cristo, el 14 de septiembre...” (La Tribuna de Albacete, 27.08.2002. Isabel Montejano)
Rogativas a los Peirones de Tornos ( Aragón )
“ (...) La palabra peirón significa límite. Se construían a las entradas de los pueblos, en los diferentes caminos. A veces se encuentran en puntos elevados que dominan grandes panorámicas, como el de San Ambrosio en Castejón, el de San Quile en Val de San Martín y también el de San Cristóbal en Tornos (...) Eran unas marcas para guiarse sobre todo en largos inviernos, cuando la tierra estaba cubierta por la nieve durante semanas. A veces se colocaba una luz para orientación en la noche. Equivalen a los cruceros gallegos y a las cruces de término que se pueden ver en cualquier pueblo o ciudad de la Península. (...)”
“Cada año se hacían cuatro rogativas a los peirones de Tornos. La primera era el 25 de abril, día de San Marcos, y las otras tres, la semana de la Ascensión, en mayo, siendo el lunes la de la Virgen del Pilar; el martes, a la Virgen de los Desamparados, y el miércoles a la Virgen del Carmen.”
“La rogativa partía a la salida del sol y en ella se rezaba en latín la Letanía de los Santos. En esta letanía se hacen una serie de ruegos de carácter espiritual y otros que abarcan todas las necesidades humanas. Entre estas peticiones no podían faltar las referencias a la tierra y al cultivo de los campos, eje de toda la vida de nuestros antepasados. Así se pide al Hijo de Dios “que te dignes dar y conservar los frutos de la tierra, te rogamos, óyenos”.
“Se hacían algunas otras rogativas en tiempos de grandes necesidades, epidemias y sequía. Las rogativas a los peirones dejaron de celebrarse hacia 1965”. Ignacio Calvo Berbegal. Revista XILOCA nº 2. Octubre, 1988.
Pendones en las rogativas de Castrotierra de Valduerna (León)
“La procesión o romería de Castrotierra de Valduerna sale cada siete años, excepto cuando los “Procuradores de la Tierra” la votan en un año de sequía y sacan a la Virgen y sus cerca de cincuenta pendones para pedir agua. La tradición dice que se inició con motivo de una gran sequía que asolaba la región de Astorga. Consultado Santo Toribio –entonces Obispo de Astorga- propuso que trajese a la catedral la imagen de la Virgen de aquel santuario. Hecho esto, obtuvieron la ansiada lluvia.”
“Sea o no cierta la leyenda, la romería se celebra al menos desde el siglo XVI, con un recorrido y normas fijas. Recorren la Calzada del Obispo hasta Astorga (unos 15 kilómetros), nueve días de culto en la catedral y regreso al santuario “
“ En su estructura es similar a otras rogativas de la provincia. Lo que la diferencia del resto es que los pueblos que organizan las procesiones y todos los de la comarca van acompañados de enormes pendones, algunos de hasta doce metros de altura. En la actualidad es sin duda la romería más conocida y donde mejor se conserva la tradición de los pendones.”
A. Valderas. Los pendones leoneses. Pasado y presente. Ediciones leonesas. León, 1991.
La Virgen de la Fuensanta, Patrona de Murcia por unas rogativas
A comienzos del año 1694, la región de Murcia se vio empobrecida por una prolongada sequía. Se llegó a tal extremo de necesidad, que el Cabildo de la diócesis decidió sacar en procesión-rogativa a la Virgen de la Arrixaca, Patrona de la región, cuya custodia ostentaban los frailes agustinos. Los religiosos se negaron a dejar salir la imagen, alegando que la petición no se había cursado reglamentariamente. Entonces, el Cabildo mandó traer a la Virgen de la Fuensanta, cuyo santuario estaba bajo la jurisdicción de la Catedral. Cuentan las crónicas que el día que llegó esta Virgen por primera vez a la Catedral nevó y llovió copiosamente y que aquellas providenciales precipitaciones salvaron las cosechas que ya se daban por perdidas. Las desavenencias entre los custodios de ambas imágenes se acentuaron y comenzó a declinar el culto tributado a la antigua Patrona, Virgen de la Arrixaca, cuya imagen románica del siglo XIII, había sido entregada a Murcia por Alfonso X y glorificada por el Rey Sabio en varias de sus famosas Cantigas.
En el año 1702, otra sequía calamitosa asolaba la región. Como era tradicional, trasladaron la Virgen de la Arrixaca a la Catedral para hacerle rogativas. Se celebraron los ritos procedentes, pero la lluvia no hizo su aparición. Devolvieron la Virgen al convento de los Padres Agustinos y el Cabildo ordenó llevar a la Fuensanta desde su santuario a la catedral murciana.
Volvieron a celebrarse nuevas rogativas a la Fuensanta y esta vez sí que las lluvias y nieves generalizadas consiguieron sacar adelante las cosechas. Después hubo un enfrentamiento tan notorio entre los bandos que apoyaban a las dos Vírgenes, que incluso el Papa tomó parte en el conflicto, dictando la Bula Autorem Fidei.
Desde entonces prevaleció el culto a la Virgen de la Fuensanta, se le erigió un gran santuario por suscripción popular y, en 1731, fue nombrada Patrona de la Ciudad de Murcia y su Huerta. Durante la Guerra de la Independencia, el 27 de mayo de 1808, le fue otorgado además el rango militar de Generala del Reino.
Soterradamente, el litigio entre los dos bandos que apoyan el patronazgo de la región murciana para una u otra virgen aún prosigue; aunque todos sepan que, en realidad, se trata de una única Virgen, con distintas advocaciones e imágenes. En estos últimos años, la Real Academia de Bellas Artes de Murcia y la Hermandad de Devotos de Santa María de la Arrixaca, de la que es Hermano Mayor el Rey de España don Juan Carlos de Borbón, asumen el deseo de todos los murcianos – según dicen - y manifiestan públicamente que, históricamente, Santa María de la Arrixaca debe ser renombrada oficialmente Patrona de la Comunidad de Murcia.
Las Rogativas , hoy
En los Principios y Orientaciones del Directorio sobre la Piedad Popular del Concilio Vaticano II se dictamina que “ la fecha de la procesión de rogativas la establezca la Conferencia Episcopal de cada país” y define este tipo de procesiones como de “súplicas públicas de la bendición de Dios sobre los campos y sobre el trabajo del hombre, que tienen un carácter penitencial”.
Como colofón de estos apuntes sobre rogativas, se incorpora información adicional sobre varias noticias de prensa publicadas durante el seco y caluroso verano de este año de 2003, todas ellas alusivas a rogativas pro lluvia, en las que pueden advertirse los cambios experimentados en la gestión, ceremonias y ritos de estas tradicionales ceremonias.
11/08/2003
El Papa se ha asomado a su balcón de Castelgandolfo pidiendo que recemos para que llueva, que conceda a la tierra sedienta el alivio de la lluvia... ( Terra)
28/08/2003
Siete pueblos de Larraun adelantan las rogativas a San Miguel para pedir lluvia.Diario de Navarra
Los ganaderos estiman que urge el agua, no para consumo, sino para tener pasto.
Albiasu, Baraibar, Alli, Astitz, Iribas, Oderitz y Madotz son pueblos del Valle de Larraun que conforman el paraje denominado Urrizti ( lugar de avellanas ). Desde tiempo ancestral, sus vecinos celebran en septiembre una rogativa en San Miguel de Aralar para pedir por el bienestar de su ganado. Este año la sequía apremia y por eso decidieron adelantar esta ceremonia religiosa, en este caso especialmente dirigida a pedir la llegada de lluvia. La cita se celebró ayer y vecinos de estos concejos, en buena parte dedicados a tareas agrícolas, llenaron la iglesia.
“Danos lluvia saludable a esta tierra árida”. Así comenzaba el texto para introducir las rogativas previas a la eucaristía, recogido en un libro antiguo del santuario. Un mismo objetivo unía a todos los fieles reunidos que ayer se acercaron hasta Aralar: pedir agua. De momento, los depósitos de los pueblos disponen de reservas, porque las últimas tormentas han aliviado algo la escasez. Pero lo que hace falta rápido es agua para el pasto del ganado (...) Los feligreses rememoraban los años en los que subían a hacer la rogativa a pie “veníamos andando, almorzábamos por el camino y luego pasábamos el día. Pero ya estamos mayores...” ( http://www.iglesianavarra.org/hemeroteca/20030828.htm )
02/09/2003
El Obispo pedirá a los fieles que recen para que llueva mientras se anuncia la llegada de tormentas.
Los fieles de las parroquias de Murcia rezarán en las eucaristías de los domingos para que llueva sobre la Región. El Obispo de la Diócesis de Cartagena, Manuel Ureña, enviará una comunicación este mes a todos los sacerdotes de la Diócesis “para que se levanten sus oraciones a Dios con el fin de que nos otorgue el don del agua”.
El Obispo atiende así la petición del Presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, quien se reunió ayer con Ureña para pedirle que intercediera y organizara los rezos de los fieles en favor de la lluvia, justificando su decisión de utilizar la oración para pedir que llueva en que “los agricultores son creyentes y a Dios hay que pedirle las cosas”. El Presidente explicó que el sindicato se había decidido a pedir rogativas por la lluvia porque “somos creyentes y tenemos fe; la fe mueve montañas, y los regantes siempre miramos al cielo esperando que llueva, y más en un momento tan preocupante como éste”.
Los regantes del trasvase Tajo-Segura de Alicante, Almería y Murcia, tienen previsto también celebrar una peregrinación hasta el Santuario de Caravaca, para ganar el jubileo el próximo 18 de Octubre. Además, los agricultores pedirán –en palabras del Obispo- “la bendición del cielo y el agua de la vida con toda devoción”. Los regantes insistieron en que”la situación en la cuenca es preocupante y alarmante, con los pantanos al 13 por ciento de su capacidad”.
El Obispo, que recalcó que “hay que confiar en el poder de la oración, y por ello le vamos a pedir el don del agua, porque Dios conoce muy bien nuestras necesidades, pero hay que pedírselas”, enviará una comunicación escrita a las 291 parroquias de la Diócesis de Cartagena. Los fieles que asistan a las misas dominicales pedirán en las eucaristías que llueva en la Región.
Si las predicciones de los meteorólogos se cumplen, la lluvia llegará a la Región antes de que comiencen los rezos por el agua.(...) A partir de hoy, la situación atmosférica comenzará a cambiar. El cielo estará prácticamente cubierto, habrá riesgo de tormentas y las temperaturas no superarán los 30 grados...” ( La Verdad Digital. Murcia / Región. Martes, 2 de septiembre de 2003)
Santander, octubre, 2003
Carmen Gozalo de Andrés. Licenciada en Historia
Bibliografía
BARRIENDOS y MARTÍN VIDE. Organización de rogativas en niveles de gravedad. Valoración del uso paleoclimático de las ceremonias de rogativas.
E. CASAS GASPAR. Ritos agrarios.
J. DÍAZ , J.D.VAL y L.DÍAZ-VIANA. Catálogo Folklórico de la Provincia de Valladolid. Cancionero Musical.
Institución Cultural Simancas, Valladolid, 1981.
J.M. FONTANA TARRATS. Historia del clima del Finis-terrae gallego. Madrid, 1977
N.ORTEGA PAGÁN. La Virgen de la Arrixaca y la Virgen de la Fuensanta. Patronas de Murcia. Edic. Academia Alfonso X el Sabio. Murcia, 1957
R. SANS. El Ampurdán en el siglo XIX.
A. VALDERAS ALONSO. Los Pendones leoneses. Pasado y presente. Edic. Leonesas. León, 1991.
Página de “Los peirones en Aragón”, por Manuel P. Belanche. www.peirones.com