Météo-France renueva su flota de superordenadores para predecir el tiempo y el clima: hacía modelos de rejillas de 750 m
Los superordenadores de Météo-France son esenciales para la predicción numérica del tiempo y clima. Su potencia informática es necesaria para "ejecutar" los modelos de pronóstico de diferentes resoluciones espaciales y temporales a nivel operativo y a nivel científico.
Después de más de tres años de estudios, Météo-France se prepara para renovar sus dos superordenadores Belenos y Taranis.
El objetivo: mejorar la fiabilidad de las predicciones, anticipar mejor los fenómenos críticos, simular con mayor precisión el clima futuro y apoyar acciones de adaptación al cambio climático.
Hacia 6 veces más potencia informática para 2029
Público en general, seguridad civil, navegación aérea, defensa, agricultura, transporte, construcción, etc. Un superordenador es rentable para la sociedad porque una mejor previsión permite reducir el impacto de los fenómenos meteorológicos adversos y optimizar una serie de actividades sensibles al tiempo y al clima.
Los superordenadores de Météo-France son esenciales para la previsión meteorológica numérica. Su potencia informática es necesaria para "ejecutar" los modelos de pronóstico y así:
- Procesar los datos de observación cada vez mayores
- Calcular la evolución de los parámetros meteorológicos, y
- Realizar las investigaciones necesarias para mejorar los modelos de previsión numérica.
Esto permitirá a los expertos de Météo-France mejorar la fiabilidad y la calidad de las previsiones y predecir los impactos del cambio climático en muy alta resolución en Francia para apoyar las acciones de adaptación.
Por eso Météo-France acaba de lanzar una licitación para la renovación de sus superordenadores. Esta licitación se llevará a cabo a lo largo del año 2025 para un primer despliegue en 2027. El contrato cubrirá el período hasta 2033, con el despliegue de potencia informática adicional en 2029. En esta fecha, en comparación con su rendimiento actual, el objetivo es para que los superordenadores de Météo-France alcancen una capacidad de cálculo 6 veces mayor.
Previsiones cada vez más precisas
Météo-France ha desarrollado dos modelos numéricos complementarios de previsión meteorológica: Arpège ( modelo global) y Arome (el modelo regional). Estos modelos funcionan dividiendo la atmósfera en pequeñas unidades, llamadas “células”. Los nuevos superordenadores permitirán reducir aún más la resolución de las previsiones y, por tanto, la precisión de las mismas, con “mallas” más finas:
- 750 m hasta Arome (frente a los 1,3 km actuales), y
- 2,5 km para Arpège (frente a los 5 km actuales).
A modo de comparación, a principios de los años 1990, el primer superordenador de Météo-France trabajaba en celdas de red de 35 km.
Hacia grandes avances al servicio del tiempo y el clima
La llegada de estos nuevos superordenadores permitirá importantes avances técnicos y científicos, en particular gracias a su equipamiento en procesadores gráficos (GPU). En particular, permitirán ejecutar simulaciones digitales históricas (como si estuviéramos repitiendo el pasado), pero también implementar todos los avances que aporta la inteligencia artificial en los campos meteorológico y climático. Esto limitando al mismo tiempo el aumento del consumo de electricidad.
Algunos ejemplos de mejoras operativas esperadas
- Incrementar al 65/70% el número de alertas naranjas o rojas previstas con al menos seis horas de antelación,
- La calidad de las precipitaciones y el pronóstico de ráfagas mejoraría aproximadamente un 10%,
- En el extranjero, una previsión más fiable de la intensidad (probable, máxima) de los ciclones tropicales y mejores previsiones de lluvias intensas e inundaciones que afectan periódicamente a estos territorios,
- Para el sector de la aviación: un salto significativo en la calidad de las previsiones en los plazos de emisión inmediata (es decir, con hasta seis horas de antelación), para optimizar la gestión del tráfico aéreo y las decisiones "rutinarias" » gestión aeroportuaria,
- Para el clima y las simulaciones climáticas, estimación más precisa de la evolución de la frecuencia y severidad de los eventos extremos.