Medición del retroceso de las líneas de costa
La erosión costera es un fenómeno que se está observando en numerosos litorales europeos, y es probable que empeore a medida que aumente el nivel del mar
El cambio climático está teniendo una influencia innegable en las zonas costeras. Una parte sustancial de las líneas de costa de todo el mundo ya sufren erosión, debido al aumento de las borrascas, tormentas e inundaciones, así como a la subida del nivel del mar. Dados los cambios constantes en nuestros entornos costeros, los satélites de observación de la Tierra son una herramienta útil para entenderlos mejor.
Durante décadas, las áreas costeras han experimentado una intensa urbanización y un fuerte crecimiento poblacional. La Unión Europea suma unos 68.000 km de costa, tres veces más que los Estados Unidos. De acuerdo con la Agencia Europea de Medio Ambiente, casi la mitad de la población de la UE vive a menos de 50 km del mar; además, la costa es el destino de vacaciones más popular en Europa.
La erosión costera es un fenómeno que se está observando en numerosos litorales europeos, y es probable que empeore a medida que aumente el nivel del mar. Vigilar el movimiento de las costas es clave para comprender la evolución de los entornos costeros, además de servir para demostrar información fundamental a los responsables de la toma de decisiones a nivel regional.
La ESA ha estado desarrollando varios productos para responder a estos retos. En el marco del programa Ciencia de Observación de la Tierra para la Sociedad de la ESA, el proyecto Cambio Costero desde el Espacio (Coastal Change from Space) está proporcionando información importante sobre los cambios en los litorales a nivel mundial. Aprovechando las imágenes satelitales recopiladas durante 25 años, incluidos datos de las misiones Sentinel-1 y Sentinel-2 de Copernicus, el equipo ha cartografiado 2.800 km de línea de costa analizados en cuatro países: el Reino Unido, Irlanda, España y Canadá.
Como parte de este proyecto, se ha desarrollado y aplicado un proceso específico para garantizar que cada uno de los píxeles de cada imagen tenga una precisión mucho mejor sobre el terreno, así como para identificar dónde se encuentra la línea de costa en cada fecha concreta.
La frecuencia de sobrevuelo de las misiones Sentinel-1 y Sentinel-2 ha permitido observar los cambios, además de movimientos más permanentes y extremos provocados por borrascas. Estos resultados luego han sido validados por un equipo de científicos independientes de los cuatro países usando datos de observaciones en campo y conocimientos locales.
Roberto Díaz Sánchez, de la Dirección General de la Costa y el Mar del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha comentado: “Al participar en este proyecto hemos aprendido mucho sobre la vigilancia costera desde el espacio. Ahora vamos por el buen camino hacia un paradigma nuevo y prometedor de la gestión de las costas, con lo que mejorarán las posibilidades de adaptar con éxito nuestras costas a los efectos del cambio climático”.
El actual conjunto de más de 30.000 imágenes individuales se está utilizando para ayudar a los científicos que estudian las costas a comprender mejor los procesos locales.
Mónica López, delegada española en la ESA y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, ha dicho: “Quiero felicitar a todo el equipo por el éxito de un proyecto centrado en una cuestión importantísima para ciertos países, incluido España. Me gustaría destacar un aspecto muy positivo del proyecto, como ha sido la alta participación de los usuarios finales en todas las fases, y especialmente durante la validación y ensayo”.
Koen Verbruggen, director de Geological Survey Ireland, que forma parte del Departamento de Medioambiente, Clima y Comunicaciones de Irlanda, ha añadido: “Los conjuntos de datos producidos dentro del proyecto financiado por la ESA Cambio Costero desde el Espacio tienen un gran potencial de aplicación en Irlanda y llegan en un momento muy oportuno, ya que estamos estableciendo una Estrategia Nacional de Gestión del Cambio Costero. Los datos de cambios en las costas pueden ayudarnos a reconocer las áreas que están experimentando el mayor cambio, para así priorizar la asignación de recursos a nivel nacional y local”.
La siguiente etapa de este viaje será emplear estos útiles conjuntos de datos para mejorar las prestaciones de los modelos y sumarlos a otras informaciones morfológicas sobre zonas costeras e infraestructuras para mejorar las previsiones y facilitar el empleo de estrategias razonadas de mitigación.
El 22 de enero de 2021, los resultados del proyecto se presentaron en un seminario web:
30/03/2021
ESA