Más precipitaciones en la península Ibérica que en la Escandinava
Todo ello se debe a la presencia de un potente anticiclón de bloqueo sobre latitudes altas, particularmente centrado sobre los países escandinavos y esto, potencialmente, nos beneficia desde el punto de vista pluviométrico
Vivimos tiempos revueltos en este mes de abril de 2022, desde el punto de vista meteorológico. Y así seguiremos unos días más.
Lo normal: flujos de oeste
En condiciones normales, los flujos de oestes deberían llevar a las borrascas, frentes y precipitaciones a los países del oeste de Europa, tanto más intensos cuanto más al norte. Noruega, Suecia y otros países más septentrionales deberían recibir más precipitaciones que Portugal o España, por poner un ejemplo, donde el anticiclón de las Azores tendería a estabilizar y generar tiempo soleado y seco sobre los países del suroeste europeo.
Cuando el patrón se interrumpe y cambia, las precipitaciones se invierten en latitud: el tiempo seco y soleado aparece en zonas del norte por la presencia del anticiclón de bloqueo escandinavo (o británico), mientras los países europeos meridionales presentan altas anomalías positivas de precipitación, tiempo nublado, temperaturas más frescas de los normal, etc.
Anticiclón de bloqueo escandinavo, borrascas atlánticas de latitudes bajas y bajas mediterráneas
Mientras que enero y febrero de 2022 se caracterizaron por tiempo seco y soleado en España, acentuando la sequía en nuestras latitudes, marzo se ha comportado en términos generales como muy húmedo, y abril va en la misma línea aunque menos que el mes anterior con algunas alternancias de tiempo estable y seco.
Todo ello se debe a la presencia pertinaz de los anticiclones de bloqueo que alejan a las borrascas y precipitaciones. En enero y febrero fue el anticiclón de las Azores el que alejó a las borrascas de nuestras latitudes acentuando la sequía. Estas se paseaban y descargaban las precipitaciones por el norte, dejando importantes acumulados en las Islas Británicas y Escandinavia con inundaciones importantes.
En gran parte de marzo, y parte de abril, ha sido el anticiclón de bloqueo escandinavo el que ha impedido que las borrascas y precipitaciones se paseen por latitudes altas. Ver mapa siguiente. Las borrascas debían buscar alternativas para su desplazamiento natural de oeste a este. En estas circunstancias, unas borrascas se van hacia latitudes polares y árticas y otras toman la "autopista" del sur o de latitudes bajas. En sus trayectorias se encuentra España.
Esta es la situación que llevamos estos días de abril, salvo contados y positivos días del finales de la Semana Santa de 2022, donde las lluvias desaparecieron y el tiempo estable y muy soleado se asentó esos días.
Como consecuencia de todo ello tenemos que las precipitaciones son más abundantes en latitudes bajas que altas: hay un máximo sobre la península Ibérica y un mínimo o nulo de precipitación en latitudes altas.
Pero no solo eso, algunas de las borrascas y vaguadas atlánticas son capaces de pasar al Mediterráneo y generar una baja mediterránea con temporal en la costa levantina y Baleares.
Por último, si estas entradas abrileñas vienen con cierta componente norte-noroeste con aire frío en niveles bajos-medios, entonces nos encontraremos con nevadas en cotas poco habituales en la segunda quincena de este mes primaveral, sobre los 900-1.000 m, o menos.
Las anomalías de temperaturas van acompasadas con estas condiciones: anomalías cálidas de temperatura por el norte y frescas o negativas por el sur.
Todo esto está pasando estos días y así seguirá algunos días más.
Las mismas condiciones opuestas se dan en la insolación y nubosidad: máxima insolación con baja nubosidad por el norte, y mínima insolación y máxima nubosidad por el sur.
¿Bloqueos adversos y contrapartidas?
Estrictamente hablando, estas situaciones de bloqueos en el norte (o en el sur) no son adversas en si mismas, pero lo son si se anclan, se enquistan y se vuelven cuasi estacionarias durante mucho tiempo. En estas condiciones, se producen periodos de sequías allí donde domina el anticiclón de bloqueo, mientras que las abundantes precipitaciones e inundaciones aparecen en la zona de paso de los trenes de borrascas.
En resumidas cuentas, el mundo al revés, al menos en Europa occidental. Es lo que hay en este mes de abril tan singular.