La sonda espacial Mars Express observa signos extraños de "arañas" en Marte
La sonda espacial Mars Express de la ESA ha captado los rastros reveladores de las "arañas" esparcidas por la región polar sur de Marte que ha sorprendido a los astrónomos
Según informa la NASA en Español, en lugar de ser arañas reales, estas pequeñas características oscuras se forman cuando el sol de la primavera cae sobre las capas de dióxido de carbono depositadas durante los oscuros meses de invierno. La luz solar hace que el hielo de dióxido de carbono en la parte inferior de la capa se convierta en gas, que posteriormente se acumula y rompe las placas de hielo suprayacentes. El gas se libera en la primavera marciana, arrastrando material oscuro a la superficie a medida que avanza y rompiendo capas de hielo de hasta un metro de espesor.
El gas emergente, cargado de polvo oscuro, se dispara a través de las grietas del hielo en forma de fuentes altas o géiseres, antes de volver a caer y depositarse en la superficie. Esto crea manchas oscuras de entre 45 m y 1 km de ancho. Este mismo proceso crea patrones característicos en forma de "araña" grabados debajo del hielo, por lo que estas manchas oscuras son una señal reveladora de que las arañas pueden estar al acecho debajo.
Otro de los exploradores de Marte de la ESA, el ExoMars Trace Gas Orbiter (TGO), ha obtenido imágenes de los patrones en forma de zarcillos de las arañas con especial claridad (ver más abajo). Las arañas capturadas por TGO se encuentran cerca, pero fuera, de la región que se muestra en esta nueva imagen de Mars Express. La vista de Mars Express muestra las manchas oscuras en la superficie formadas por el escape de gas y material, mientras que la perspectiva de TGO también captura los canales en forma de araña y telaraña que están tallados en el hielo debajo.
Las manchas oscuras antes mencionadas se pueden ver en toda la imagen de Mars Express, arrastrándose a través de imponentes colinas y extensas mesetas. Sin embargo, la mayoría se pueden ver como pequeñas manchas en la región oscura a la izquierda, que se encuentra justo en las afueras de una parte de Marte apodada la Ciudad Inca. La razón de este nombre no es ningún misterio, ya que la red lineal, casi geométrica, de crestas recuerda a las ruinas incas. Más formalmente conocida como Angustus Labyrinthus, la Ciudad Inca fue descubierta en 1972 por la sonda Mariner 9 de la NASA.
Esta nueva vista de la Ciudad Inca y sus residentes arácnidos ocultos fue capturada por la cámara estéreo de alta resolución de Mars Express.
Un origen misterioso
Todavía no estamos seguros de cómo se formó exactamente la Ciudad Inca. Podría ser que las dunas de arena se hayan convertido en piedra con el tiempo. Tal vez material como el magma o la arena se esté filtrando a través de las láminas fracturadas de roca marciana. O bien, las crestas podrían ser 'eskers', estructuras sinuosas relacionadas con los glaciares.
Las "murallas" de la Ciudad Inca parecen trazar parte de un gran círculo, de 86 km de diámetro. Por lo tanto, los científicos sospechan que la "ciudad" se encuentra dentro de un gran cráter que se formó cuando una roca del espacio se estrelló contra la superficie del planeta. Este impacto probablemente causó fallas que se extendieron a través de la llanura circundante, que luego se llenaron de lava ascendente y desde entonces se han desgastado con el tiempo.
Explorando Marte
Mars Express ha revelado mucho sobre Marte en las últimas dos décadas y sigue haciéndolo. El orbitador continúa tomando imágenes de la superficie de Marte, mapeando sus minerales, explorando la composición y circulación de su atmósfera, sondeando debajo de su corteza y estudiando el entorno marciano.
La Cámara de Alta Resolución, HRSC, de la nave espacial nos ha mostrado todo, desde crestas y surcos esculpidos por el viento hasta sumideros en los flancos de volcanes colosales y cráteres de impacto, fallas tectónicas, canales de ríos y antiguas piscinas de lava. La misión ha sido inmensamente productiva a lo largo de su vida, creando una comprensión mucho más completa y precisa de nuestro vecino planetario que nunca antes.