Los “secretos” de la dana de septiembre de 2019. Parte II
¿Cómo una dana pudo causar lluvias torrenciales, intensas, catastróficas, persistentes y en tan amplias en zonas de la Península y Baleares? Este breve artículo trata de responder, en parte, a esas preguntas
Viene de la Parte I. Por su extensión se ha dividido en dos partes. La Parte I trata de aspectos generales o sinópticos. La Parte II da las claves de los últimos responsables de la precipitaciones torrenciales, intensas y extensas que generaron la muerte y destrucción por esta “dana de septiembre” de 2019.
Los “secretos” de la catastrófica dana de septiembre de 2019. Parte I
Introducción y antecedentes
Se comentó en la Parte I los diferentes sistemas atmosféricos que intervinieron, a escala general o sinóptica, en los acontecimientos devastadores de la dana del 9-16 de septiembre de 2019. En esa escala sinóptica, la energía puesta en juego no es muy intensa y además se desarrolla y libera en varios días, por lo cual sus efectos se atenúan al promediarlos. Entre las conclusiones parciales se reseñaba que una dana por si sola no puede generar esta situación catastrófica, aunque su papel fue fundamental.
La escala regional inferior, llamada en meteorología la mesoescala, se caracteriza porque muchos de sus elementos que la conforman pueden poner en juego grandes cantidades de energía en poco tiempo, digamos en horas. Algunas de estas estructuras pueden causar, por su violencia y su intensidad, fenómenos en superficie muy adversos y severos (tornados, tormentas, supercélulas, tren de tormentas, sistemas convectivos de mesoescala, SCM, etc.).
Los verdaderos causantes últimos por precipitaciones adversas y severas
Los últimos causantes de las lluvias intensas, torrenciales y persistentes son las tormentas o focos convectivos profundos, “húmedos” y organizados que se desarrollan bajo una situación sinópticamente muy favorables, como así ocurrió. Por decirlo de una manera simple: la escala sinóptica pone el marco general favorable donde se desarrollan los acontecimientos adversos, pero los últimos ejecutores o elementos que inciden y generan los daños catastróficos en la población son los fenómenos locales de tipo mesoescalar.
Los causantes de las precipitaciones intensas y torrenciales del 9-16 de septiembre de 2019
Sería muy largo y exhaustivo señalar todas las estructuras tormentosas que han generado las inundaciones en las zonas españolas de la segunda decena de septiembre de 2019. Nos vamos a centrar y conceptualizar en dos de ellas que han tenido unos papeles destacados y devastadores: tren de tormentas y SCM. Resaltar que han sido muchas, de larga duración y persistencia, de aquí los pavorosos resultados.
Tren convectivos o de tormentas
El tren de tormentas o convectivo es una estructura potencialmente adversa. Por un mismo lugar o comarca pasa un conjunto de tormentas “ordinarias” que generan fuertes precipitaciones pero lo hacen de forma sucesiva, una detrás de otra. Es como si una misma tormenta estuviera quieta en un lugar durante horas. Si los focos convectivos generan precipitaciones intensas, el sistema de tren de tormentas es potencialmente muy adverso: horas y horas lloviendo sin parar en el mismo lugar.
Nota. En el tren de tormentas cada una de las células tormentosas no organiza o no aporta su “granito de arena” a la gran estructura para organizarla directamente. Como un tren normal, las tormentas (vagones) se ven obligados a pasar por el mismo lugar o vía impuesta a nivel sinóptico, a diferencia de las células convectivas en un SCM que sí se autoorganizan, como se verá después.
Pero no solo eso, en este episodio parece que el tren de tormentas se transformó en un gran convoy de trenes de tormentas. Esto es, una zona más amplia convectiva que afectaba a una amplia área (más allá de una población) con varios trenes de tormentas que de forma sucesiva pasan por a una gran y misma zona.
Para que se forme el tren o convoy de tormentas debe haber un flujo alimentador en niveles bajos, acompañado de un chorro húmedo en capas bajas que soporte a estas estructuras durante horas. A la vez el flujo en niveles medios-altos debe ser paralelo e intenso a dicha tren de tormentas. Estos hechos se generaron en un par de días en esta situación.
La fuente alimentadora de los trenes estaba en el mar Mediterráneo que con un temporal de levante e intenso soportaba a dichos trenes con aire calido y muy húmedo de largo recorrido marítimo.
SCM, Sistema Convectivo de Mesoescala
Cuando un conjunto de focos convectivos y tormentas se organizan y aportan todos, su grano de arena, en un entorno favorable, entonces se pueden generar estructuras mayores autoorganizadas, mucho mayores que una tormenta normal: son los llamados sistemas convectivos de mesoescala, SCM. En ellos se distinguen dos zonas en su fase madura: una zona convectiva de tormentas muy activas y adversas, y una zona estratiforme común de precipitación débil a moderada. Estos hechos se observan en las imágenes de satélite y radar.
Las lluvias torrenciales y persistentes se suelen dar en la parte activa de tormentas del SCM.
Para más detalles de trenes convectivos y SCM de esta situación vea este link https://www.tiempo.com/ram/dan...
Otras estructuras que podrían generar inundaciones son las supercélulas y sistemas de tormentas, e incluso los mayores SCM, que se denominan Complejos Convectivos de Mesoescala, CCM, de algunas horas hasta día de duración, que no son presentadas en este trabajo pero pudieron existir.
Posible #CCM por su tamaño en la imagen IR realzada en topes fríos. Nótese el tamaño comparativo con la provincia de #Valencia #DANAseptiembre https://t.co/WbYKyennpy pic.twitter.com/rBJrp1ZJqF
— RAM meteorología (@RAM_meteo) September 13, 2019
¿Por qué se desarrollaron tantas y tan intensas tormentas organizadas?
Una vez más debemos buscar el elemento que “organiza” la convección: la cizalladura o variación vertical del viento en dirección y / o intensidad.
Por un parte, esta dana llevó asociado fuertes vientos en altura, a nivel del chorro que varió del orden de los 140 kt (nudos) iniciales a los 60 kt, pasando por fases de 100 kt en 300 hPa alrededor de ella con componente sur: unas veces sureste y otras suroeste.
Por otra parte, en niveles bajos hubo vientos intensos de componente este en el temporal del Mediterráneo. En ciertos momentos se predijeron vientos de 25-30 kt en 850 hPa.
La intensa cizalladura en un ambiente inestable promueve entornos donde se pueden organizar la convección en trenes de tormentas, SCM, CCM, etc.
La cizalladura tan marcada persistió durante varios días, entre el 11 y 14 de septiembre en la zona afectada y en un ambiente inestable.
Conclusiones
Se ha tratado de mostrar brevemente que los culpables últimos de esta situación son las grandes tormentas organizadas, profundas y “húmedas”, con gran aporte de humedad en capas bajas, bajo un entorno favorable parcialmente dirigido por una dana situada estratégicamente, intensa y duradera.
Pero a pesar de todo esto, la sociedad actual requiere señalar a un culpable último de todo ello y los medios de comunicación e informadores del tiempo lo tienen: la dana (o a la mediática y generadora de titulares: la temida gota fría). Pero las cosas en la atmósfera son más complejas. Es labor de la comunidad científica y de los medios especializados del tiempo la de informar y divulgar estas estructuras con conocimiento de causas, como se ha hecho con el concepto de tren de tormentas o tren convectivo, que ha aparecido bien explicado en diversos medios del tiempo.
Ya no vale enseñar conceptualmente a la gente del siglo XXI que las precipitaciones torrenciales en el Mediterráneo ocurren porque “Una masa fría en altura CHOCA con una masa de aire cálida y húmeda del Mediterráneo”. Las cosas no son así de simples y se pueden decir con una realidad más clara y meridiana. De esa forma AEMET no avisa de la presencia de una dana o gota fría, por el contrario sus avisos se focalizan en las tormentas, precipitaciones y otros efectos en superficie generados por un temporal intenso y adverso en el área mediterránea.
Por lo tanto, no es la dana (ni la gota fría) la que genera precipitaciones súbitas y torrenciales. La dana sólo establece el entorno favorable para que se desarrollen y se mantengan las tormentas organizadas que son las responsables últimas de las lluvias torrenciales e intensas: trenes convectivos o de tormentas, SCM, CCM y otras estructuras.