Los humos de los incendios de California llegan a España
Los humos de los pavorosos incendios que están devastando California, Oregón y Whashington han saltado el Atlántico Norte y ha llegado a Europa Occidental, afectando a España, norte peninsular y Baleares
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La maquinaria atmosférica con sus engranajes de latitudes medias (sistemas de bajas y altas presiones) han llevado a miles de kilómetros de distancias los humos (aerosoles por la quema de biomasa) desde el occidente de los EEUU.
#GOESWest reveals western U.S. #wildfiresmoke extending hundreds of miles out over the Pacific Ocean today wrapping into a developing low pressure system. Updates from @UW_AOS at https://t.co/wNnBt5H8s2 pic.twitter.com/NPUQ080Tw5
— UW-Madison CIMSS (@UWCIMSS) September 11, 2020
Un ramal se ha dirigido hacia el Pacifico Norte oriental y otro se ha dirigido hacia el este, atravesando los EE.UU. continentales y el Atlántico Norte durante varios días, un viaje de más de 9.000 km de distancia.
La lengua que aparece entre la desembocadura del Ebro y las Islas Baleares es el #humo de los incendios de California que han atravesado todo el Atlántico Norte #IIFF #California pic.twitter.com/9IKqBqlLOG
— RAM Revista del Aficionado a la Meteorología (@RAM_meteo) September 11, 2020
Los modelos dispersión de aerosoles apuntaban a la llegada de una lengua tenue de humos entrando a la altura de las Islas Británicas, entre ayer y hoy, y esparciéndose por Europa Occidental. Estos humos tenues venidos de Norteamérica dejaban amaneceres rojizos y amarillentos no ligados a polvo en suspensión (la situación general sinóptica no era propicia) en el Reino Unido, Francia, Alemania, etc.
Et voici une animation pic.twitter.com/4fY1aUS15r
— Guillaume Séchet (@Meteovilles) September 11, 2020
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Visualmente estas manifestaciones desaprecian o se atenuaban cuando el Sol ganaba altura. Por la tarde, hora peninsular, de nuevo las condiciones eran idóneas para ver cielos turbios era posible.
La sorpresa fue cuando una entrada de los penachos remanentes fue captada por la dana que estaba afectando a Baleares y se dirigía a Italia, el viento del noroeste se aceleraba por el valle del Ebro para buscar su salida natural al mar catalano-balear. En esos momento, y cuando el sol se ocultaba por el horizonte, los humos del otro lado del charco se hacían presentes en nuestras latitudes y en las imágenes de satélites.
El engranaje atmosférico había traído desde miles de kilómetros al oeste, un ramal de dichas humaredas a Europa Occidental y concretamente al norte peninsular y Baleares.