Los efectos de los incendios forestales en el círculo polar ártico
El Copernicus Atmosphere Monitoring Service sigue la evolución de más de 100 incendios forestales en la región que presentan unas dimensiones y una duración sin precedentes
En vista del excepcional número de incendios forestales que han asolado el círculo polar ártico durante las últimas semanas y que han generado la emisión de 50 megatones de dióxido de carbono a la atmósfera, el Copernicus Atmosphere Monitoring Service (CAMS) ha decidido desvelar su metodología de seguimiento de este tipo de fenómenos.
El CAMS, implementado a través del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM) en representación de la Unión Europea, ha estado realizando un seguimiento de las emisiones y de la actividad de más de 100 incendios forestales originados en el círculo polar ártico, en la República de Sajá (Siberia, Rusia) y en Alaska (EE. UU) durante un periodo de tiempo prolongado, concretamente desde principios del mes de junio.
Las observaciones efectuadas durante 17 años confirman que los incendios forestales registrados en el mes de junio de 2019 en la región no tienen precedentes, debido a las dimensiones y duración que presentan. Además, durante los primeros 14 días de julio, los incendios en el círculo polar ártico emitieron aproximadamente 31 megatoneladas de CO₂. Los incendios en Siberia (Rusia) y Alberta (Canadá) han sido los de mayor envergadura en lo que va de año. Se estima que el incendio declarado en mayo en la región de Chuckegg Creek, en la provincia canadiense de Alberta, afectó a más de 300.000 hectáreas.
Además de la destrucción y del peligro para la vida de las personas que conllevan los incendios forestales, el humo constituye un grave riesgo para la salud tanto para aquellos que se encuentran a proximidad del incendio como para los que se encuentran a más distancia, dado que el viento tiene capacidad para transportar el humo a cientos o incluso miles de kilómetros. La frecuencia de los incendios forestales de alta intensidad se ha incrementado, en parte, con motivo de las condiciones meteorológicas extremas propiciadas por el cambio climático, y las condiciones calurosas y secas constituyen uno de los principales factores de riesgo. Además, los incendios forestales son responsables de la contaminación del aire en mucha mayor medida que las emisiones industriales, dado que generan una combinación de partículas, monóxido de carbono y otras sustancias contaminantes.
Por lo general, la temporada boreal de incendios abarca desde mayo hasta octubre, con picos de actividad durante los meses de julio y agosto. Durante acontecimientos ocurridos en Canadá en el pasado, por ejemplo, el CAMS pudo detectar humo que se desplazaba sobre el océano Atlántico rumbo a Europa en tan solo un par de días.
El CAMS monitoriza los incendios en todo el mundo y realiza una estimación de las emisiones que generan gracias al uso de instrumentos satelitales y datos recopilados in situ. Las emisiones estimadas se combinan con el sistema de predicción meteorológica del CEPMPM —que modeliza el transporte y la composición química de los contaminantes atmosféricos— para pronosticar cómo se verá afectada la calidad del aire con hasta cinco días de antelación.
«Monitorizamos estrechamente la intensidad de los incendios y el humo que emiten», explicó Mark Parrington, científico senior del Copernicus Atmosphere Monitoring Service (CAMS). «Somos conscientes de que las temperaturas en el Ártico se están incrementado a un ritmo superior al de la media global, y la mayor calidez/sequedad proporcionará las condiciones adecuadas para que los incendios se propaguen una vez se hayan originado. Los datos de nuestro Sistema mundial de asimilación de datos sobre incendios (GFAS, por sus siglas en inglés) muestran que, por lo general, los incendios en el círculo polar ártico se producen en julio y agosto, por lo que los fuegos de estas dimensiones y duración en junio resultan poco habituales. Nuestra supervisión es importante para concienciar a las personas sobre las repercusiones a mayor escala de los incendios forestales y de las emisiones de humo, lo que puede ayudar a las organizaciones, empresas y particulares a anticiparse a los efectos de la contaminación del aire».
Notas a redactores
Copernicus es el programa insignia de observación de la Tierra de la Unión Europea. Ofrece datos operativos de acceso libre y servicios de información que brindan a los usuarios información fiable y actualizada sobre asuntos medioambientales.
El Copernicus Atmosphere Monitoring Service (CAMS) se implementa a través del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM) en representación de la Unión Europea. El CEPMMP también implementa el Copernicus Climate Change Service (C3S). El CEPMPM es una organización intergubernamental independiente que desarrolla y difunde predicciones meteorológicas numéricas para sus 34 Estados miembros y cooperantes.
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Web del Copernicus Climate Change Service:
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Boletín de noticias
Reading, 17/7/2019
Copernicus Atmosphere Monitoring Service