La ola de frío actual y el minicontinente peninsular
La península ibérica está afectada por una ola de frío entre el 11 y 14 de enero de 2021 con temperaturas mínimas históricas y la Península tiene mucho que decir en este frío gélido
La península ibérica puede condicionar las características térmicas, de humedad, presión, etc., de las masas de aire que quedan estancadas en invierno sobre ella y, en este caso caso, generar presiones más altas, o mesoalta, en superficie que la propia dorsal madre. Además el aire es más seco y frío que la dorsal o anticiclón atlántico cercano, como se muestra en las figuras de arriba.
En este sentido, AEMET ha lanzado avisos especiales por el paso de la borrasca Filomena, con sus nevadas y precipitaciones asociadas, y, posteriormente, por una ola de frío en un inicio de enero de 2021 muy frío.
La borrasca pasó por casi toda España, dejando sobre la Península importantísimas nevadas hsitóricas entre el 8 y 10 de enero. Casi media Península fue cubierta por la nieve en zonas del centro y este. Los espesores de esta nevada fueron históricos y causaron graves problemas de movilidad, junto con 4 muertos `por las intensas precipitaciones, nieve y frío.
Filomena aportó humedad y calidez mientras que una masa de aire de muy bajas temperaturas ya estaba asentada sobre la península ibérica. Esta masa de aire había sido aportada por vientos de componente norte, unas veces venidas desde el polo y otras veces de componente noroeste de origen continental, ya desde finales de diciembre de 2020.
Nota. Existen unas variables termodinámicas ideales que caracterizan a las masas de aire por su temperatura y humedad a un nivel determinado en la vertical. son: la temperatura potencial y la temperatura potencial del termómetro húmedo, THE y THEw, respectivamente, entre otras. Su uso es muy útil en meteorología para analizar masas de distintos orígenes, zonas frontales y de contrastes de masas de aire, estabilidad, etc. Queda fuera de este breve artículo explicar en detalle sus cálculos y propiedades más detalladas.
La península ibérica impone su carácter térmico
Las entradas de aire frío se habían producido ya desde finales de diciembre de 2020 y poco a poco su presencia sobre el terreno ibérico iba estancándose y tomando características propias sobre la piel de toro. En estas condiciones los inicios de enero de 2021 será posiblemente uno de los más fríos de España.
La borrasca Filomena no pudo desplazar al aire frío anterior y preexistente de origen polar-ibérico ya asentado, aún más, las amplias nevadas acentuaron el carácter frío a partir del día 11.
Ahora, la nieve ibérica con el aire polar-ibérico acentuaba las características gélidas de la masa en capas bajas al aire frío y se enfriaba aún más para tomar características propias ibéricas. Todo se favorecía por la presencia de una dorsal en niveles medios que dejaba los cielos limpios, ambiente estable, vientos flojos sobre amplia zonas nevadas. La masa de aire gélido acentuaba su frialdad en capas bajas sobre la Península.
En esta condiciones, la Península le daba personalidad propia y autóctona al aire estancado sobre ella en niveles inferiores que, además y durante invierno o meses fríos, genera un sistema de altas presiones de aire frío gélido y seco y estable muy pegado a superficie: una alta de mesoescala muy fría y pesada.
Mutatis mutandis
Lo contrario ocurre en verano, cuando el calor aprieta durante los meses cálidos de forma persistente: la península ibérica se recalienta en capas bajas, genera una anomalía térmica cálida, una baja térmica peninsular, con inestabilidad solo confinada en niveles muy bajos.
Los cortes verticales de THE, temperatura potencial, sobre la Península nos dan idea del carácter de la masa de aire asentada sobre la ella, así como el grado de estabilidad y la altura de la isocero.
En resumen, en situaciones de mucho frío invernal (calor veraniego) de forma persistente y prolongada en situaciones anticiclónicas generales, la masa de aire asentada sobre el suelo peninsular pueden tomar características propias independientes de otras que le rodea. Este hecho se acentúa con grandes nevadas y cielos despejados. En estas condiciones se generan un sistema de altas presiones frío, seco y estancado (baja térmica cálida y estancada).
El aire frío estancado es “ibérico de pura cepa” y no es de origen siberiano, ni polar. Lo mismo ocurre en verano, la masa de aire cálida, o baja térmica, es autóctona y, en muchas ocasiones, no viene desde el norte de África, ni hay una irrupción de "origen africano".
Si a la Península le dan la oportunidad correspondiente puede actuar como un minicontinente, dando su impronta a la masa de aire estancada que se sitúa sobre ella: baja térmica veraniega o alta térmica invernal.