La acidificación de los océanos sigue aumentando
El espacio es clave para monitorear la acidificación del océano y la ESA monitorea estos cambios desde satélite
Esta semana, la Organización Meteorológica Mundial de la ONU anunció que las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera han alcanzado otro nivel más alto
Esta tendencia actual no solo está calentando el planeta, sino que también está afectando la composición química de nuestros océanos. Hasta hace poco, ha sido difícil monitorear la "acidificación del océano", pero los científicos están explorando nuevas formas de combinar información de diferentes fuentes, incluida la misión SMOS de la ESA, para arrojar nueva luz sobre esta importante preocupación ambiental.
A medida que la cantidad de dióxido de carbono atmosférico continúa aumentando, nuestros océanos juegan un papel cada vez más importante en la absorción de parte de este exceso. De hecho, se informó recientemente que el océano global anualmente extrae aproximadamente un tercio del carbono liberado a la atmósfera por las actividades humanas.
Si bien esta absorción a largo plazo significa que el planeta no está tan caliente como lo estaría de otra manera, el proceso está causando que la química del carbonato del océano cambie: el agua de mar se está volviendo menos alcalina, un proceso comúnmente conocido como acidificación del océano. A su vez, esto está alterando los ciclos biogeoquímicos y tiene un efecto perjudicial en la vida del océano.
Los pterópodos, pequeños caracoles marinos conocidos como "mariposas marinas", son un ejemplo de una especie particularmente vulnerable, donde ya se han observado daños en conchas en partes del Ártico y el Océano Austral. Los pterópodos son muy importantes en la red alimentaria polar, ya que sirven como fuente de alimento clave para especies pesqueras importantes, como el salmón y el bacalao.
Dado que los efectos dañinos de la acidificación del océano ya se están haciendo evidentes, es vital que el cambio actual en el pH se controle de cerca. Cubriendo más del 70% de la superficie de la Tierra, el bienestar de los océanos también influye en la salud y el equilibrio del resto del planeta.
Los avances recientes en la captura de datos han incluido instrumentos de pH de última generación en barcos y flotadores, pero podemos obtener una visión global al tomar medidas desde el espacio. Sin embargo, en la actualidad no hay sensores espaciales que puedan medir el pH directamente.
El uso de satélites aún no se ha explorado a fondo como una opción para observar rutinariamente la química de la superficie del océano, pero un artículo publicado recientemente en Remote Sensing of Environment describe cómo los científicos están probando nuevas formas de fusionar diferentes conjuntos de datos para estimar y, en última instancia, monitorear la acidificación del océano.
La química cambiante de nuestros océanos.
La animación anterior ilustra cómo se puede estudiar la química marina usando cuatro parámetros: presión parcial de dióxido de carbono en el agua, carbono inorgánico disuelto, alcalinidad y pH. Cualquiera de estos dos parámetros, junto con las mediciones de salinidad y temperatura, nos permiten comprender la química completa del carbono del océano.
La misión SMOS de la ESA y la misión Aquarius de la NASA, que proporcionan información sobre la salinidad del océano, han sido clave para la investigación. El trabajo fue posible gracias al acceso a miles de mediciones recopiladas y de control de calidad recopiladas por la comunidad internacional de barcos y campañas de investigación.
El autor principal, Peter Land, del Laboratorio Marino de Plymouth, Reino Unido, dijo: "El advenimiento de las mediciones de salinidad desde el espacio, promovido por SMOS, ha abierto la emocionante posibilidad de monitorear continuamente la química del carbonato oceánico, identificando las áreas de mayor riesgo, y ayudándonos a comprender esta amenaza para nuestros océanos ".
Jamie Shutler, de la Universidad de Exeter, Reino Unido, agregó: “Pudimos llevar a cabo esta investigación a través del programa de Ciencias de la Tierra para la Sociedad de la ESA. Esperamos que la vista desde el espacio pueda usarse para ayudar a comprender cómo la acidificación de los océanos probablemente está afectando a nuestras pesquerías y ecosistemas marinos, de los que dependemos para la alimentación, la salud y el turismo ".
Este trabajo ahora continúa dentro del proyecto Ocean SODA de la ESA como parte del Clúster de Ciencias Oceánicas de la ESA.
28/11/2019
ESA www.esa.int