Islandia se prepara para una posible erupción volcánica
Una pequeña erupción volcánica podría ser inminente en el extremo suroeste de Islandia, a unos 30 kilómetros de la capital, Reykjavik, dijeron las autoridades de la isla
Los temblores que indican una posible erupción se detectaron el miércoles, 3 de marzo de 2021, por la tarde, cerca del monte Keilir, inactivo durante los últimos 800 años, dijo la Oficina Meteorológica de Islandia.
Un terremoto de magnitud 5.7 se registró en el área la semana pasada y los temblores continúan.
"El magma se está fracturando y está tan cerca de la superficie ... que debemos tomarlo en serio", dijo Freysteinn Sigmundsson, geofísico de la Universidad de Islandia.
Si bien es posible una erupción, Sigmundsson advirtió que "no es seguro: la situación puede durar horas o incluso más con muchos terremotos pequeños".
La policía ha cortado las carreteras alrededor de la montaña, cerca de la zona.
Aunque el aeropuerto internacional de Keflavik y el pequeño puerto pesquero de Grindavik están a solo unos kilómetros de distancia, el área en las inmediaciones está deshabitada y no se anunció ninguna evacuación el miércoles.
"En caso de una erupción, esperamos una pequeña, donde la lava fluye. No esperamos una gran erupción explosiva. El impacto en la atmósfera, los vuelos y las condiciones de vida de las personas será mínimo", dijo Sigmundsson.
La región ha estado bajo mayor vigilancia debido a un número inusual de temblores menores desde el terremoto del 24 de febrero, que se sintió en Reykjavik y en gran parte del oeste de Islandia.
"Siempre es una experiencia un poco extraña. Da un poco de miedo, pero sabes que las casas no se van a derrumbar, así que está bien", dijo Erla Petursdottir, gerente de recursos humanos.
No se ha registrado una actividad sísmica tan intensa en la región desde que se inició el monitoreo digital en 1991.
La última erupción fue en Holuhraun, comenzando en agosto de 2014 y terminando en febrero de 2015, en el sistema volcánico Bardarbunga en una zona deshabitada en el sureste de la isla.
Esa erupción no causó interrupciones importantes fuera de las inmediaciones.
Pero en 2010, una erupción en el volcán Eyjafjallajokull envió una enorme nube de humo y cenizas a la atmósfera, que provocó la cancelación de más de 100.000 vuelos en todo el mundo, dejando varados a unos ocho millones de pasajeros.