Introducción a la mitigación
A los esfuerzos para reducir las emisiones de gases efecto invernadero y mejorar los sumideros se denominan "mitigación", según la ONU. Y todo ello en el contexto de la COP25 y Acción climática global
Mitigación es una palabra de moda frente a la Cumbre del clima en Madrid: COP25
¿Qué es la mitigación?
Dado que existe una relación directa entre las temperaturas medias mundiales y la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, la clave para solucionar el problema del cambio climático reside en la disminución de la cantidad de emisiones a la atmósfera y en la reducción de la concentración actual de dióxido de carbono (CO2) mediante la mejora de los sumideros (por ejemplo, aumentando la superficie de los bosques). Los esfuerzos para reducir las emisiones y mejorar los sumideros se denominan "mitigación".
La Convención exige que todas las Partes, teniendo en cuenta sus responsabilidades y capacidades, formulen y ejecuten programas que contengan medidas para mitigar el cambio climático. Estos programas se centran en la actividad económica, con el objetivo de incentivar las acciones más limpias o desincentivar las que producen grandes cantidades de gases de efecto invernadero (GEI). Además, incluyen políticas, planes de incentivos y programas de inversión que abarcan todos los sectores, incluidos la generación y el uso de la energía, el transporte, los edificios, la industria, la agricultura, la silvicultura y otros usos de la tierra, y la gestión de residuos. Las medidas de mitigación se traducen, por ejemplo, en un mayor uso de energías renovables, la aplicación de nuevas tecnologías como los coches eléctricos, o cambios en las prácticas o comportamientos, como conducir menos o cambiar la dieta. Además, incluyen la expansión de los bosques y otros sumideros para eliminar mayores cantidades de CO2 de la atmósfera, o simplemente hacer mejoras en el diseño de una estufa de cocina.
¿Qué están haciendo las Partes para mitigar el cambio climático?
En el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), y en particular en el marco del Protocolo de Kyoto, los países desarrollados han establecido límites máximos para sus emisiones nacionales en toda la economía, mientras que los países en desarrollo se han centrado en general en programas y proyectos específicos.
Tras el Acuerdo de Copenhague de 2009 y los Acuerdos de Cancún de 2010, los países desarrollados han comunicado objetivos cuantificados de emisiones para toda la economía para 2020 y los países en desarrollo han acordado aplicar medidas de mitigación apropiadas para cada país (conocidas como NAMAs por sus siglas en inglés) con el apoyo de los países desarrollados. Además, las Partes del Protocolo de Kyoto que son países desarrollados, al final del primer período de compromiso del Protocolo (2008-2012), aprobaron un segundo período de compromiso con metas para 2013-2020, en forma de la Enmienda de Doha. Para los países en desarrollo, el mecanismo para un desarrollo limpio (CDM por sus siglas en inglés) del Protocolo de Kioto ha sido una importante vía de acción para que estos países lleven a cabo actividades de proyectos que reduzcan las emisiones y mejoren los sumideros.
En el proceso que condujo a la Conferencia de París, todos los países, desarrollados y en desarrollo, prepararon contribuciones previstas determinadas a nivel nacional (INDC por sus siglas en inglés), en las que se esbozan los esfuerzos nacionales para reducir las emisiones y aumentar la resiliencia. Como resultado, se comunicó una diversidad de esfuerzos, incluyendo objetivos nacionales cuantificados absolutos y relativos, objetivos y programas sectoriales, y otros. El nuevo concepto de las INDC se formalizó finalmente en el marco del Acuerdo de París como contribuciones determinadas a nivel nacional, y se pide a las Partes que preparen y comuniquen las contribuciones sucesivas cada cinco años.
Las Partes en la Convención también han cooperado cada vez más para reducir las emisiones de GEI derivadas de la deforestación en los países en desarrollo. Se alienta a los países en desarrollo a que contribuyan a las medidas de mitigación en el sector forestal mediante actividades encaminadas a reducir las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación forestal, conservar las reservas forestales de carbono, aplicar la ordenación sostenible de los bosques y aumentar las reservas forestales de carbono (REDD-plus). En el Acuerdo de París también se reconoce la importancia de los sumideros, incluidos los bosques, y se alienta a las Partes a que apliquen y apoyen el marco actual de orientación y decisiones que se ha elaborado sobre la REDD-plus en el marco de la Convención a lo largo de los años.
Las emisiones del transporte aéreo y marítimo internacional contribuyen cada vez más a las emisiones mundiales. Para hacer frente a estas emisiones, la Organización de Aviación Civil Internacional y la Organización Marítima Internacional, así como la cooperación entre ambas organizaciones y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, han realizado una labor constante.
En todo el mundo se están adoptando muchas medidas para mitigar el cambio climático por parte de los países que tratan de cumplir los compromisos contraídos en virtud de la Convención, el Protocolo de Kyoto y el Acuerdo de París. De conformidad con la Convención, las Partes tendrán en cuenta las necesidades y preocupaciones específicas de las Partes que son países en desarrollo derivadas de los efectos de las medidas de respuesta, llamamiento al que se hace eco de manera similar en el Acuerdo de París. En el Protocolo de Kyoto, las Partes se comprometen a esforzarse por reducir al mínimo los efectos económicos, sociales y ambientales adversos para otras Partes, especialmente las Partes que son países en desarrollo. Con el fin de facilitar la evaluación y el análisis de esos efectos, y con miras a recomendar medidas concretas, la COP ha establecido un foro sobre los efectos de la aplicación de las medidas de respuesta en el marco de la Convención, que también debe servir al Acuerdo de París.
ONU