Los científicos analizan cómo afectan los incendios forestales y el tiempo a la salud pública de Portugal
El humo de los incendios forestales que asolaron la región de Extremadura, en el oeste de España, a principios de este año afectó la calidad del aire en Portugal y un estudio resalta sus efectos
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Las últimas décadas han transcurrido en una neblina llena de humo a medida que graves incendios forestales han arrasado bosques y tundras en múltiples continentes, tiñendo con frecuencia los cielos de color naranja y provocando alertas de calidad del aire. Estos incendios a menudo ocurren junto con eventos como olas de calor, que se han vuelto más comunes, y la contaminación resultante puede transmitirse con sistemas climáticos alejados de los lugares de incendio.
Incendios y salud
El humo y las partículas de los incendios forestales son perjudiciales para la salud humana, especialmente para los sistemas cardiovascular y respiratorio, y las personas mayores, las embarazadas y las poblaciones socioeconómicamente desfavorecidas son especialmente vulnerables a estos riesgos para la salud.
En una nueva investigación, de Souza Fernandes Duarte y su equipo estudiaron los efectos sobre la salud de los incendios forestales, los contaminantes y los factores meteorológicos en Portugal. Portugal está situado en la zona de transición entre los climas subtropicales y de latitudes medias, y la región experimenta con frecuencia intensas sequías, olas de calor e incendios forestales. La investigación ha sido publicada en GeoHealth.
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En particular, los investigadores se centraron en las correlaciones de las tasas de mortalidad con la temperatura, la humedad relativa, la velocidad del viento, el área quemada y la profundidad óptica de los aerosoles, así como con las concentraciones de monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, ozono y partículas finas con diámetros generalmente de 10 micrómetros o más pequeñas (PM 10 ), y partículas PM 2,5 de 2011 a 2020.
El equipo consideró incendios que quemaron más de 1.000 hectáreas durante los meses de la temporada de incendios de junio a octubre y examinó cómo estos incendios, contaminación y variables climáticas afectaron la mortalidad relacionada con enfermedades circulatorias o respiratorias.
Utilizaron análisis de componentes principales para crear dos índices: interacciones entre contaminantes y quema (PBI, pollutant-burning interactions ), que se correlacionaban con el área quemada y los contaminantes, y las interacciones entre los contaminantes atmosféricos (API, atmospheric-pollutant interactions), que se correlacionaban con la temperatura, la humedad relativa y el ozono.
Además, las altas temperaturas, la baja humedad relativa y las altas concentraciones de ozono cerca de la superficie aumentaron la carga general de enfermedades en las poblaciones expuestas.
Los investigadores señalan que el desarrollo y la mejora de índices de salud ambiental, como PBI y API, pueden ayudar a aumentar la conciencia pública sobre los riesgos para la salud e informar las decisiones de salud pública.
Referencia
Ediclê de Souza Fernandes Duarte et al, Fire‐Pollutant‐Atmosphere Components and Its Impact on Mortality in Portugal During Wildfire Seasons, GeoHealth (2023). DOI: 10.1029/2023GH000802