Impacto de los microplásticos en los ecosistemas terrestres
Los residuos plásticos suponen un grave problema ambiental, no solo por su efecto en el suelo, sino también por su capacidad de transportar agentes contaminantes emergentes como fármacos y pesticidas
En los últimos años, se han realizado muchos estudios dedicados a la presencia de microplásticos en diversos ecosistemas y organismos.
Un ejemplo de esto lo constituye un trabajo realizado por un equipo formado por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), todas ellas en España. El objetivo de la investigación ha sido evaluar el impacto de dos tipos de microplásticos utilizados en la industria cosmética y sus interacciones con dos agentes contaminantes emergentes (ibuprofeno y simazina) en diferentes organismos. Los resultados obtenidos revelan la importancia de diseñar un conjunto completo de análisis con organismos de diferentes niveles tróficos que permitiría establecer una normativa clara orientada principalmente a la seguridad alimentaria.
Desde mediados del siglo XX, el uso de plásticos se ha generalizado en todo el mundo, ofreciendo muchas ventajas a la vida diaria como son su ligereza en el transporte, la durabilidad y su adaptabilidad a una amplia gama de funciones. En 2018, la producción mundial de plásticos alcanzaba los 359 millones de toneladas. Al mismo tiempo, y relacionado con su durabilidad, la acumulación de desechos plásticos se ha convertido en un grave problema ambiental.
En los últimos años se ha dedicado especial atención a la presencia de microplásticos en diversos ecosistemas y organismos. Los microplásticos son partículas o fibras de plástico, con una longitud de 5 mm como máximo, resultado de la degradación de residuos plásticos, aunque también existen otros de uso comercial destinados principalmente a la industria cosmética y farmacéutica. Existen diversos trabajos que han estudiado la problemática de la contaminación por estos diminutos trozos de plástico en ecosistemas acuáticos, sin embargo, su impacto en ecosistemas y organismos terrestres no ha sido analizado en profundidad.
Para poder establecer el impacto ecotoxicológico de los microplásticos y los contaminantes orgánicos, el grupo de investigadores de esas tres universidades citadas realizó un conjunto de bioensayos específicos para organismos de referencia de diferentes niveles tróficos. En concreto se estudiaron un gusano de suelo (Caenorhabditis elegans) y una planta cultivada (Lactuca sativa). En una primera aproximación, los organismos modelo fueron estudiados mediante ensayos in vitro. “Los resultados posibilitan valorar su efecto en dichos organismos, lo que permite reducir el riesgo de subestimar o sobrestimar la ecotoxicidad de los microplásticos”, comenta Carmen Martín, investigadora del Grupo de Investigación en Germoplasma Vegetal PLANGER de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) de la UPM, que ha formado parte del equipo de investigación que ha llevado a cabo el estudio.
Los resultados mostraron que C. elegans fue el organismo menos sensible, mientras que L. sativa mostró una alta toxicidad a los microplásticos. Uno de los residuos plásticos ensayados indujo una reducción del 70% en la germinación de semillas y, con ambos tipos de residuos, se detectó una disminución significativa del desarrollo, tanto de las hojas como de la raíz (en L. sativa) que alcanzó igualmente valores alrededor del 70% de inhibición del desarrollo. Su potencial papel como vectores de contaminación se ensayó utilizando microplásticos que habían absorbido los contaminantes ibuprofeno y simazina.
Como señalan los autores del trabajo, “este estudio revela la importancia de diseñar una batería de bioensayos con organismos de diferentes niveles tróficos, considerando la gran variabilidad del efecto de los microplásticos y el elevado número de factores ambientales en los diferentes ecosistemas”. Su empleo permitiría establecer una normativa clara dirigida principalmente a la seguridad alimentaria. “No obstante, la escasez de datos sobre riesgos potenciales de los microplásticos en el ecosistema terrestre, implica que estos estudios podrían contribuir a describir la función de los mismos como “vectores de contaminación” y, por tanto, a valorar su impacto en dicho ecosistema”, concluyen los investigadores.
FUENTE: UPM (Universidad Politécnica de Madrid)
José Miguel Viñas Rubio