Hace 160 años, una mega-tormenta geomagnética afectó a la Tierra
Imagine esto: una eyección de masa coronal (CME en inglés) de mil millones de toneladas se estrella contra el campo magnético de la Tierra
Los campistas en las Montañas Rocosas se despiertan en medio de la noche, pensando que el brillo que ven es el amanecer. No, es la aurora boreal. La gente en Cuba lee su periódico matutino a la luz roja de la aurora boreal. La Tierra está salpicada de partículas tan energéticas que alteran la química del hielo polar.
¿Difícil de creer?
Realmente sucedió, exactamente hace 160 años. Este mapa muestra dónde se avistaron auroras en las primeras horas del 2 de septiembre de 1859:
A medida que transcurría el día, la tormenta electrificó las líneas telegráficas, sorprendió a los técnicos y prendió fuego a sus papeles telegráficos. La "Internet victoriana" fue desconectada. Los magnetómetros de todo el mundo registraron fuertes perturbaciones en el campo magnético planetario durante más de una semana.
La causa de todo esto fue una llamarada solar extraordinaria presenciada el día anterior por el astrónomo británico Richard Carrington. Su avistamiento el 1 de septiembre de 1859 marcó el descubrimiento de las erupciones solares y presagió un nuevo campo de estudio: el tiempo espacial.
Según un estudio financiado por la NASA de la Academia Nacional de Ciencias (ver el estudio de la NASA ), si ocurriera una tormenta similar hoy, podría causar un billón de dólares en daños a la infraestructura de alta tecnología de la sociedad y requeriría años para una recuperación completa.
Spaceweather.com