Entrevista: Enrique Sánchez Sánchez y Belén Rodríguez de Fonseca
Coordinadores de la red CLIVAR España. Parte I. Nota de la RAM: por su interés y extensión esta entrevista ha sido dividida en dos partes que aparecerán de forma casi continuada durante esta semana del 20-26 de enero de 2020
De manera muy resumida, el programa CLIVAR (CLImate VARiability) internacional (www.clivar.org ) es parte del Programa Mundial de Investigación sobre el Clima (World Climate Research Programme, WCRP) que, a su vez, es un programa de la Organización Meteorológica Mundial (World Meteorological Organization, WMO) de las Naciones Unidas (UN). El WCRP acoge en su seno múltiples programas relacionados con muchas líneas de investigación del clima, además de las básicas, como son la atmósfera y el océano, como es la estratosfera o el hielo, por ejemplo. De manera más concreta, la misión de CLIVAR es comprender la dinámica, la interacción y la predictibilidad del sistema climático, haciendo hincapié en las interacciones entre el océano y la atmósfera, en beneficio de la sociedad y del medio ambiente en que vivimos. El objetivo fundamental de CLIVAR es facilitar las observaciones, análisis, predicciones y proyecciones de la variabilidad y los cambios del sistema climático de la Tierra, permitiendo una mejor comprensión de la variabilidad y la dinámica del clima, la previsibilidad y el cambio.
Contestar a esta pregunta es complicado. En el pasado han existido en España distintas acciones orientadas a promover la contribución española a dicho proyecto CLIVAR internacional. En 1999 se constituye, auspiciado por el entonces Ministerio de Medio Ambiente, un Comité Nacional CLIVAR y en el año 2000, por medio de una Acción Especial del Plan Nacional de I+D+I se organiza la Red Temática CLIVAR que tiene como objetivo coordinar la contribución Española a las líneas de investigación CLIVAR. En ese sentido, ese es el origen. No obstante, el presente comité, aquí constituido, es en cierto modo heredero de ambas iniciativas y su creación responde a la necesidad y clamor por parte de la comunidad científica del clima, de aunar esfuerzos y articular respuestas, evitando potenciales duplicidades que pudieran redundar en una disminución de la eficacia de las acciones a desarrollar para alcanzar los objetivos propuestos relativos a promover y coordinar la contribución española al proyecto CLIVAR. En la actualidad este comité está auspiciado por AEMET y reúne en su seno a investigadores españoles de todas las áreas prioritarias de CLIVAR (incluso las sobrepasa, estrictamente hablando), pues incorpora océano, atmósfera, observaciones instrumentales, paleoclima, así como modelización global y regional presente y futura.
No podemos dar una cifra exacta porque el mundo de la investigación es muy dinámico. Podríamos decir que hablamos de cientos de investigadores cuya investigación abarca diferentes aspectos del estudio del clima y el océano y la predicción en relación con el cambio climático. Estos investigadores trabajan mayoritariamente en organismos públicos de investigación como son diferentes institutos del CSIC (IPE, ICM, IGEO, IMEDEA etc.), el Instituto Español de Oceanografía, AEMET y Puertos del Estado. Asimismo muchos investigadores pertenecen a universidades públicas de nuestro país (más de 20 universidades repartidas por todo el territorio). Finalmente, existen otros centros punteros con financiación mixta como es el Barcelona Supercomputing Center (BSC). Alguna empresa privada y Spin-offs de diferentes universidades también dedican esfuerzo en investigar en materia de cambio climático (Fundación del Clima, predictia).
En España podemos decir, sin falsa modestia, que existen grupos punteros en muchas áreas, desde las interacciones aire-océano, las teleconexiones atmosféricas, la variabilidad climática natural, la modelización regional, el paleoclima etc... Tenemos que estar muy orgullosos porque en casi todas las áreas prioritarias de CLIVAR existen decenas de investigadores de alto nivel que trabajan, colaboran y dirigen proyectos nacionales e internacionales (europeos y en otros continentes), son parte de comités internacionales de clima elegidos por su currículum de prestigio, y que participan y coordinan congresos internacionales, y publican asiduamente en revistas de alto impacto. A nivel internacional, nuestros investigadores son ampliamente reconocidos y considerados, en igualdad con los países punteros en investigación del clima. El problema es que esta labor no es muy visible y la sociedad no es consciente de la masa crítica investigadora en materia de clima que existe en nuestro país y del esfuerzo y trabajo que llevan a cabo.
¿Se ha desarrollado en España alguna línea de investigación de cambio climático pionera a nivel mundial?
No diríamos que haya líneas punteras que se hayan desarrollado como tales, porque el estudio del clima requiere de esfuerzos enormes, tanto en términos de recursos humanos como materiales, por lo que la mayoría de las líneas clave en investigación del clima están formadas por colaboraciones entre múltiples entidades y centros de investigación de múltiples países. En ese sentido, como comentábamos antes, en España existe una gran variedad de grupos de investigación que trabajan con grupos punteros a nivel mundial, asistiendo a conferencias internacionales, y publicando en las principales revistas de referencia científica en las principales áreas de la investigación climática, desde el paleoclima, a las reconstrucciones de datos observados en el periodo instrumental, tanto a escala peninsular, como europea o en otras regiones del planeta, así como el análisis de la variabilidad y tendencias climáticas regionales, continentales y globales, tanto observadas, como a partir de los resultados de simulaciones climáticas presentes y futuras, en escalas también regionales (peninsulares, europeas), y también globales. La presencia como autores principales de investigadores de referencia en varios capítulos de cada uno de los informes científicos del IPCC es una constatación clara de la relevancia de los investigadores españoles a nivel internacional.
A día de hoy, se han publicado tres informes (en 2006, en 2011 y en 2017-2019), aunque realmente el primero, en 2006, fue más un primer intento de aglutinar y visibilizar de manera integrada la investigación de grupos españoles sobre los diferentes aspectos del clima centrado en la Península Ibérica y España. Los dos siguientes (2011 y 2017-2019 son realmente ya dos informes “al uso”). Pero la pregunta nos alegra mucho esta pregunta, porque creemos, desde el Comité, que este es un aspecto esencial, no suficientemente destacado muchas veces, sobre el esfuerzo de intentar juntar y visibilizar la investigación sobre el clima de nuestra región que se hace, de gran calidad y por parte de grupos muy relevantes. El proceso habitual es plantear un congreso previo para mostrar los avances en el conocimiento de los diferentes aspectos del sistema climático, tanto pasado como presente y futuro, intentando sumar todas las voces, instituciones, asociaciones y entidades que quieran y puedan contribuir. La estructura de sesiones en ese congreso intenta reproducir los diferentes elementos de relevancia (componente oceánica, componente atmosférica, componente terrestre; clima pasado, clima presente, clima futuro), para luego aprovechar esa estructura y convertirla en capítulos del posterior informe, que intenta ser coordinado por autores concretos en cada uno, de manera que sean expertos en su área, que haya representación del Comité (pues la propia estructura del Comité siempre ha buscado la máxima representatividad), pero también, y para cada uno de estos capítulos, investigadores que no sean del mismo, para maximizar la representación de la comunidad climática en dicho informe. Cada capítulo, en el proceso de elaboración intenta contactar con todos los grupos activos en su temática, y recopilar todas las publicaciones científicas del periodo que se inicia en la fecha de publicación del anterior informe. De una manera modesta, se pretende reproducir, en la medida de lo posible, los procedimientos de los informes del grupo I del IPCC.
Continúa en Parte II