Entrevista del mes: Juan Virgilio Márquez
CEO de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). La Asociación Empresarial Eólica (AEE) es la voz del sector eólico en España
La Asociación Empresarial Eólica (AEE) tiene cerca de 200 empresas asociadas y representa a más del 90% del sector eólico en España, que incluye a promotores, fabricantes de aerogeneradores y componentes, asociaciones nacionales y regionales, abogados y entidades financieras y aseguradoras, entre otros. Los principales objetivos de AEE son promover el crecimiento de la energía eólica, coordinar la investigación en líneas estratégicas de la tecnología eólica, así como contribuir a la formulación del marco normativo, y hacer una función de divulgación sobre esta tecnología a la sociedad. Desde el año 2002, AEE es la voz del sector eólico en España y defiende sus intereses.
El escenario a futuro del sector eólico español presenta grandes retos. Para poder alcanzar los objetivos eólicos planteados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), presentado este año por el Gobierno en Bruselas, se deben incorporar del orden de 2 GW eólicos de media cada año, y todo ello manteniendo la capacidad de generación del parque eólico actual. Para que sea viable y se realice del modo más seguro y eficiente, tenemos que actuar ya en el diseño de las grandes herramientas necesarias. A este respecto, la visibilidad, la estabilidad y garantía de la seguridad jurídica, el consenso político y la simplicidad normativa son piezas clave.
Otros elementos claves sobre los que está trabajando el sector eólico es la I+D+i, la digitalización, la integración en red y las respuestas a la operación técnica del sistema, así como la hibridación, el almacenamiento, el crecimiento de la eólica marina, el mantenimiento de la capacidad de generación de energía de las instalaciones que se acercan al final de su vida útil de diseño, o los nuevos retos financieros como los PPAs y las nuevas modalidades de contratación en el sector.
Otro de los retos inmediatos del sector eólico español es poner en marcha la potencia eólica de las tres subastas celebradas en 2016 y 2017. La instalación de esta potencia es una oportunidad para el crecimiento del mercado y tiene un efecto indiscutiblemente positivo para España por el mantenimiento de la industria eólica española, la creación de empleo, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el desarrollo social y económico en las zonas donde se instalen los nuevos parques, etc. El escenario a futuro es un enorme desafío y la tecnología eólica está preparada para desarrollar con éxito el crecimiento del parque eólico en España.
En los últimos años, la eólica ha producido cerca del 20% de la electricidad que consumimos en España. De una manera estable y constante, la eólica incrementa su aportación al mix energético español cada año. En 2018, la eólica produjo el 19% de la electricidad, siendo la segunda tecnología del sistema. Como puede verse en el gráfico, la aportación de la eólica es constante desde hace una década.
Las mejores condiciones de viento las proporcionan los emplazamientos que cuentan con elevadas velocidades medias de viento y que, además, mantienen unas condiciones estables y uniformes a lo largo del año.
El factor más determinante para la producción de energía eólica es la velocidad media del viento. De hecho, la energía producida por un aerogenerador depende directamente del cubo de la velocidad del viento y del cuadrado del diámetro de las palas. Otros factores, como la existencia de fuertes ráfagas o la turbulencia del viento provocada por la morfología del terreno, influyen en las cargas mecánicas que deben soportar los aerogeneradores, por lo que interesa que sean lo más bajas posibles.
Los estudios de viento que se realizan en un emplazamiento para analizar su idoneidad, antes del diseño y construcción de un parque eólico, implican la instalación de una torre anemométrica para el registro de datos diezminutarios durante al menos un año, de las principales magnitudes del viento (velocidad, desviación típica, dirección de viento, orientación). En general, el régimen de vientos que tenemos en España es bastante estable. Existen pocas variaciones en la producción de unos años a otros, normalmente acotadas en un ± 10% en cada emplazamiento. La variación todavía es menor si consideramos la producción eólica anual para toda España, en la que en los últimos 5 años se ha mantenido siempre por debajo del ± 5%.
En España, hay un factor principal que demora la instalación de la eólica offshore en nuestras costas: Tenemos una compleja orografía con una plataforma continental prácticamente inexistente, por lo que se alcanzan profundidades elevadas a poca distancia de la costa, lo que encarece los costes de instalación.
En este sentido, la tecnología de plataformas flotantes es ya una realidad. La utilización de soluciones flotantes para la eólica offshore está adquiriendo mayor protagonismo, gracias al desarrollo de cimentaciones flotantes que permiten la implantación de parques eólicos en zonas de gran profundidad (más de 60 metros). La eólica flotante multiplica varias veces el potencial energético de esta forma de energía, ya que obtiene un mejor aprovechamiento del recurso eólico y factores de capacidad mucho más elevados. El sobrecoste de la eólica marina flotante con respecto a otras tecnologías se está reduciendo progresivamente, y en pocos años se convertirá en una alternativa muy competitiva.
Con el desarrollo de las soluciones flotantes se evidencia la necesidad de explotar el gran potencial de la producción eólica que existe en España en aguas profundas. Además de ser un referente en eólica terrestre, España cuenta con una industria naval y de ingeniería civil muy potentes, con las que apuntalar el desarrollo de esta tecnología.
En la actualidad en España existen plataformas de ensayo que permiten a empresas nacionales poner a punto soluciones tecnológicas propias de cara a posicionarse en el mercado, especialmente en eólica marina flotante. Las empresas del sector eólico español están participando activamente en proyectos de I+D+i y ya existen varios prototipos experimentales españoles instalados en las plataformas BIMEP (País Vasco) y PLOCAN (Canarias).
España instaló en 2018, frente a la costa de la isla de Gran Canaria, el prototipo de aerogenerador marino Elisa, de torre telescópica, y con una potencia de 5 MW, que fue fondeado en junio en el banco de ensayos de la Plataforma Oceánica de Canarias. Este aerogenerador ya está generando electricidad y se trata de una importante innovación tecnológica de la eólica marina. Está ubicado a una profundidad de 30 metros y tiene un diámetro de rotor de 132 metros. La principal ventaja de este sistema es que tanto la turbina como la cimentación se transportan flotando y se instala sin necesidad de grandes buques, imprescindibles hasta el momento.
En 2019 se presentó el prototipo de W2power, la primera plataforma marina multiturbina del mundo y la primera que se desarrolla en España para instalar en el mar, y que ya se encuentra generando electricidad en la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN).
Para facilitar la puesta en marcha de proyectos de eólica marina flotante, desde REOLTEC (la Plataforma Tecnológica del sector eólico, donde la Asociación Empresarial Eólica ejerce la secretaría), se ha apoyado a los representantes españoles que lideran esta iniciativa en la UE dentro del SET Plan. Uno de los objetivos de REOLTEC es la puesta en común de enfoques y soluciones en pro de ganar competitividad con la tecnología flotante.
La energía eólica es la segunda tecnología en el mix energético en España, aportando un 19% de la electricidad consumida en nuestro país, y, en los próximos años, puede ser la primera tecnología con una aportación superior al 20% de la electricidad que consumimos. Y esta aportación seguirá incrementándose para cumplir con los objetivos y compromisos ambientales nacionales y europeos.
En el mundo, la eólica aporta el 5,5% al mix energético según datos de 2018 de la Agencia Internacional de la Energía (IRENA).
España cuenta con una potencia eólica instalada de 23.484 MW que posicionan a nuestro país como segundo en el ranking europeo y quinto del mundo tras China, Estados Unidos, Alemania e India. Actualmente en España hay instalados 1.123 parques eólicos en 807 municipios, con un total de 20.306 aerogeneradores.
La industria eólica española posee una amplia base tecnológica, industrial, de innovación y empresarial. La existencia en España de toda la cadena de valor eólica permite reducir al mínimo la necesidad de importación. El sector eólico español se ha consolidado como uno de los líderes tecnológicos mundiales. En esta transformación, la I+D+i ha jugado un papel clave, si no el más importante, en la puesta a punto de la oferta de productos cada vez más fiables y adaptados a los requisitos de la regulación y de los mercados.
La energía eólica instalada en el mundo creció un 9,6% en 2018, hasta situarse en 591.000 MW, según datos del Global Wind Energy Council (GWEC). China, Estados Unidos, Alemania, India y España son los primeros productores mundiales. China cuenta con 211.392 MW instalados, Estados Unidos le sigue con 96.665 MW, Alemania con 59.311, India con 35.039 MW y España en quinto lugar con 23.484 MW.
El parque eólico mundial crecerá en los próximos cinco años (2019-2023) 330 GW, según ha anunciado recientemente GWEC en su informe GWEC’s Market Outlook. La capacidad mundial total que la eólica alcanzará para entonces será de más de 900 GW, y los países que liderarán ese crecimiento serán Estados Unidos y China.
De 2019 a 2023, el mercado mundial de energía eólica crecerá a una tasa anual del 4% hasta 2023. Esta tasa de crecimiento significa que se agregará un promedio de aproximadamente 14 GW más cada año a nivel mundial durante los próximos cinco años en comparación con los niveles de crecimiento de 2018.
Los principales mercados que impulsarán este aumento de volumen son los mercados de eólica terrestre de China y EEUU, que experimentarán un aumento de instalaciones en los próximos dos años de 10 GW y 6,5 GW, respectivamente, sobre la perspectiva del mercado del primer trimestre de 2019.
El cambio climático es una de las mayores amenazas que tiene ante sí la humanidad. Actuar ante los retos que supone es una responsabilidad de las actuales generaciones de cara a las venideras. Una de las acciones necesarias es la descarbonización del sistema energético mundial en máximo 25-30 años, para lo que hay que avanzar desde ya en la dirección correcta.
Para el sector eólico, como para todos los demás sectores, es ante todo un deber y responsabilidad para con nuestro planeta, pero es también una oportunidad ya que nuestra tecnología es una de las principales soluciones para reducir las emisiones de CO2. Por dar un ejemplo, si no se hubiese apostado por la energía eólica en España, nuestro país no hubiera cumplido con su objetivo marcado en el Protocolo de Kioto en 2012, y para cumplir con los objetivos europeos y nacionales para 2020 y 2030 también será una tecnología clave. La oportunidad para España es mayor que para otros países ya que tenemos buen recurso eólico y territorio, empresas eólicas líderes mundiales, y fabricación propia de aerogeneradores y sus componentes, por lo que supone crear más empleo, riqueza y desarrollo en zonas rurales.
La energía eólica evita la emisión de 25 millones de toneladas de CO2 al año, contribuyendo, además, al PIB español con un 0,31%.
La industria eólica está trabajando para lograr una producción eólica mayor en los aerogeneradores con la fabricación de rotores más grandes o el aumento de la altura de la torre de los aerogeneradores, entre otras estrategias. Adicionalmente se está trabajando en mejorar la producción de los parques existentes, sobre todo en aquellos casos en los que han tenido menor recurso o menor producción de la esperada. En concreto, se está incrementado el rotor de los aerogeneradores, introduciendo soluciones para mejorar la alineación, mejoras de control, etc.
En España quedan aún muchas zonas con potencial eólico en las que se pueden instalar futuros parques eólicos siempre y cuando cumplan con los requisitos medioambientales para su emplazamiento. Adicionalmente se trabaja también en la hibridación con otras tecnologías, fundamentalmente fotovoltaica.
NOTA DE LA RAM: Agradecemos a Juan Virgilio Márquez por su amabilidad al concedernos la entrevista, y a Piluca Núñez por todas las facilidades para poder llevarla a cabo. También damos las gracias a Santiago Parés por su colaboración.