Entrevista del mes: Ignacio Araluce, Presidente del Foro Nuclear
“Desde Foro Nuclear trabajamos para poner en valor al sector nuclear en su conjunto”, según Ignacio Araluce
Desde Foro Nuclear defendemos la continuidad de las centrales nucleares, al tratarse de una fuente esencial en nuestro país. De hecho, es la tecnología que más horas opera, más electricidad genera y más emisiones evita. Una quinta parte de la electricidad que consumimos en España es de origen nuclear. Es una fuente, además, que no emite CO2. Mucha gente lo desconoce y desde Foro Nuclear trabajamos para divulgar las ventajas de esta tecnología, que está unida, además, a una industria capacitada, tecnológica y que impulsa el desarrollo económico y social siendo, a su vez, generadora de riqueza y empleo.
Desde Foro Nuclear trabajamos para poner en valor al sector nuclear en su conjunto. Para ello organizamos jornadas, cursos, talleres para distintos colectivos, utilizamos las redes sociales para difundir conocimiento y ofrecer información sobre la energía nuclear. También organizamos conferencias y eventos con personalidades destacadas del mundo de la ciencia, la energía o el medio ambiente y elaboramos publicaciones divulgativas, entre otras tareas. Junto a ello apoyamos la internacionalización de la industria nuclear española, presente en la actualidad en más de 40 países al contar con prestigio y reconocimiento internacional.
Sin duda, el cambio climático preocupa a todo el sector y me atrevería a decir que a una grandísima parte de la sociedad, cada vez más concienciada con este problema. Consideramos que la energía nuclear es un actor clave para mitigar el cambio climático. Por ello, la transición energética que se afronta en España tiene que estar acompañada de la energía nuclear al tratarse de una fuente capaz de producir grandes cantidades de electricidad sin contaminar la atmósfera. Es imprescindible seguir contando con la fuente que más ayuda a frenar emisiones en nuestro país. Concretamente, el pasado año la producción nuclear –tenemos 7 reactores nucleares operativos- supuso el 35% de la electricidad libre de emisiones de CO2 generada en España, tratándose de la fuente que más emisiones evitó. Generó, por otra parte, más del 20% de la electricidad que consumimos.
Considero que la energía nuclear seguirá teniendo un peso importante al tratarse, como he comentado anteriormente, de la tecnología que más electricidad genera y que, al no depender de agentes externos, garantiza el suministro eléctrico al producir electricidad prácticamente las 24 horas los 365 días del año. Será, por tanto, necesaria la continuidad de nuestras centrales por la garantía de suministro y freno al cambio climático, si bien no hay programas de construcción de nuevas unidades en nuestro país.
Tal y como he comentado, hay una apuesta clara por la continuidad de la producción de origen nuclear. Sin embargo, no hay en este momento planes para construir nuevos reactores. El desarrollo de nuevas unidades se ha trasladado principalmente hacia China, India, Rusia, Corea del Sur o Emiratos Árabes Unidos. Un desarrollo que cuenta, por cierto, con la industria nuclear española exportadora de productos, servicios y tecnología. Es importante destacar la importancia de la energía nuclear en el mundo con 450 reactores en operación y 52 más en construcción, según datos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de Naciones Unidas. A la construcción de nuevas unidades se suma la estrategia de operar los reactores nucleares a largo plazo como ocurre en Estados Unidos, Suiza, Suecia, Hungría, Bélgica, Canadá o Rusia.
No, debido a que partimos de un mix energético completamente diferente y que, por tanto, no se puede trasladar el caso francés aquí. Cada país tiene su estrategia energética y sus políticas al respecto. España, que es una isla energética con escasas interconexiones, apostó por un mix de distintas fuentes de energía, entre las que se encuentra la nuclear. Francia, con 58 reactores nucleares operativos, es el país del mundo con mayor producción eléctrica de origen nuclear, un porcentaje que llega a alcanzar el 80%.
La energía nuclear y las renovables son dos tecnologías necesarias y complementarias, entre otros temas, para el cumplimiento de los objetivos medioambientales internacionales. Las relaciones son muy buenas como no podría ser de otra forma, teniendo en cuenta que los titulares de las centrales nucleares, que son las empresas eléctricas, desarrollan e impulsan también las fuentes renovables.
Lo he comentado anteriormente: la energía nuclear es una tecnología libre de CO2 y, además, es capaz de producir grandes cantidades de electricidad al funcionar de forma constante y sin depender de agentes externos para su operación. Distintos estudios internacionales lo reconocen, desde el Organismo Internacional de Energía Atómica, el Massachusets Institute of Technology, la Agencia Internacional de la Energía e incluso el propio Panel Intergubernamental de Cambio Climático de Naciones Unidas, el IPCC: la energía nuclear es una fuente de bajas emisiones de carbono que contribuye a la descarbonización de la economía.
Hay tanta preocupación por el cambio climático que incluso antinucleares o representantes del partido verde de Finlandia o Suecia consideran ahora que la energía nuclear es necesaria para frenarlo. Algunos van más allá y se preguntan: ‘Ante la emergencia climática, ¿se puede ser ecologista y no ser pronuclear?’ Expertos coinciden, y nuestras encuestas también lo reflejan, que existe desinformación sobre la energía nuclear, así como prejuicios, y consideran que el tabú nuclear empeora el cambio climático.
Además de factores de otra índole –como geotécnicos o la disponibilidad de infraestructuras para la llegada de equipos y componentes y para la evacuación de la energía eléctrica producida- es necesario tener en cuenta aquellos relacionados con los ciclos del agua. Por otra parte, también se analiza el estudio histórico de las precipitaciones en la zona y de las características del terreno, puesto que una instalación nuclear no puede ubicarse donde puedan producirse inundaciones.
Las autorizaciones previas de emplazamientos analizan la idoneidad de los espacios elegidos para construir este tipo de instalaciones. Las distintas autorizaciones para la construcción de centrales nucleares se establecen en el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas.
Realizar proyecciones a futuro no es fácil, pero sí hemos visto casos de olas de calor en Europa que han provocado el aumento de la temperatura del agua de los ríos utilizada en la refrigeración de las centrales y, por ello, en determinadas ocasiones centrales nucleares han tenido que parar. Sin duda, un clima extremo no es positivo para ninguna tecnología ni para nadie.
Como en cualquier otra instalación de producción de energía eléctrica, es necesario que las condiciones meteorológicas –particularmente cuando sean extremas- no afecten ni a la instalación ni al personal que la opere: tornados, tormentas fuertes, grandes precipitaciones, temperaturas extremas (frío o calor), nieve, hielo, vientos… Todos estos factores se tienen en cuenta en las bases de diseño para la construcción de una central nuclear, y son estudiados a conciencia por el organismo regulador competente a la hora de conceder las autorizaciones correspondientes.
NOTA DE LA RAM: Agradecemos a Ignacio Araluce su amabilidad al concedernos la entrevista, y a Laura Escribano, responsable de comunicación del Foro Nuclear por todas las facilidades para poder llevarla a cabo, incluido todo el material gráfico aportado.