El polvo sahariano puede llevar contaminación radiactiva por Cesio 137
Mientras los vientos cargados de polvo del Sahara volvieron a sobrevolar Europa, los análisis realizados por ACRO muestran que contienen residuos de contaminación radiactiva que datan de las pruebas de la bomba atómica realizadas por Francia en los años 60
ACRO es el acrónimo de L’Association pour le Contrôle de la Radioactivité dans l’Ouest (La Asociación para el Control de la Radiactividad en el oeste). ACRO es una asociación jurídica desde 1901 para la protección del medio ambiente y equipado con un laboratorio de análisis para radioactividad. Los textos presentados aquí han sido sacados desde su página web.
La contaminación radiactiva regresa a Europa desde Argelia
Entre 1945 y 1980, Estados Unidos, Unión Soviética, Reino Unido, Francia y China realizaron 520 ensayos nucleares atmosféricos alcanzando niveles estratosféricos y dispersando grandes cantidades de productos radiactivos sobre la superficie del globo, principalmente en el hemisferio norte.
Desde esta primera prueba en el Sahara en 1960 hasta el último experimento en 1996 en la Polinesia Francesa, Francia habrá realizado 210 explosiones nucleares.
¿Por qué hablar hoy, 60 años después, de estos ensayos nucleares en el Sahara?
El 6 de febrero de 2021, gran parte de Francia fue objeto de un fenómeno meteorológico que trajo vientos cargados de arena y finas partículas del Sahara.
A modo de ilustración, en el macizo del Jura, el cielo permaneció naranja durante todo el día y estas partículas atmosféricas se depositaron en el suelo. La blanca nieve de la mañana se volvió anaranjada a su vez.
Todas las superficies se cubrieron, por la noche, con una fina capa de estas partículas. Luego, ACRO tomó una muestra de toda la superficie de un automóvil.
Estas muestras se transfirieron al laboratorio ACRO para el análisis de radiactividad artificial mediante espectrometría gamma (en un detector GeHP).
El resultado del análisis es definitivo: Cesio-137 es identificado
Se trata de un radioelemento artificial que, por tanto, no está presente de forma natural en la arena y que es un producto resultante de la fisión nuclear puesta en juego durante una explosión nuclear.
Nota. El bequerelio o becquerel (símbolo: Bq) es una unidad derivada del Sistema Internacional de Unidades que mide la actividad radiactiva. Un becquerel se define como la actividad de una cantidad de material radiactivo con decaimiento de un núcleo por segundo. Equivale a una desintegración nuclear por segundo. La unidad de Bq es por consiguiente inversa al segundo. (Wikipedia)
El episodio del 6 de febrero de 2021 constituye ciertamente una contaminación muy baja pero que se sumará a los depósitos anteriores (pruebas nucleares de los años sesenta y Chernobyl).
Esta contaminación radiactiva, todavía observable a grandes distancias 60 años después de las pruebas nucleares, nos recuerdan esta situación de contaminación radiactiva perenne en el Sahara de la que Francia es responsable.
Nota de la RAM. Según otros estudios, las irrupciones de polvo cuyo origen sea la zona de pruebas nucleares del sur de Argelia pueden ir cargadas de material radiactivo (Cesio, Potasio, etc. ) y afectar a zonas limítrofes (España, Marruecos, Francia, etc.,). En principio, las cantidades radiactivas transportadas y detectadas son bajas.
24 febrero 2021
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