El fenómeno de La Niña puede estar ya aquí instaurándose a finales de 2024 y continuando a inicios de 2025
Las últimas predicciones de la NOAA apuntan a que se favorece la aparición de La Niña en septiembre-noviembre (71% de probabilidad) y se espera que persista hasta enero-marzo 2025, pero ¿con qué intensidad?
La Niña se hace esperar.
Estatus del Sistema de alerta del ENSO: Vigilancia de La Niña
Las condiciones de ENSO-neutral continuaron durante agosto 2024,según la NOAA, con temperaturas de superficie del océano (SST, por sus siglas en inglés) cerca del promedio observadas a través de la mayor parte del Océano Pacífico ecuatorial [Fig. 1].
El índice semanal del Niño no cambió sustancialmente durante el mes, con los valores de los índices más recientes variando entre +0.2°C (Niño -4) y -0.4°C (Niño-1+2; [Fig. 2]).
Las temperaturas en la subsuperficie por debajo del promedio se mantuvieron similares a aquellas que ocurrieron temprano en agosto (índice del área promediada en [Fig. 3]).
Las anomalías de temperaturas negativas continuaron dominando a través de la mayor parte de la subsuperficie ecuatorial del Océano Pacífico ecuatorial [Fig. 4]. Las anomalías de los vientos en los niveles bajos estuvieron del este sobre la mayor parte del Pacífico ecuatorial, y las anomalías en los vientos en los niveles altos estuvieron del este sobre el este-central del Pacífico.
La convección aumentó levemente sobre parte de Indonesia y estuvo cerca del promedio cerca de la Línea de Cambio de Fecha [Fig. 5]. Ambos, el índice de la Oscilación Sur y los índices de la Oscilación Sur ecuatorial estuvieron positivos. Colectivamente, el sistema acoplado océano-atmósfera reflejó condiciones de ENSO-neutral.
Una La Niña débil
El IRI predice un sistema de La Niña débil y de corta duración, como se indica por valores de El Niño -3.4 en menos de -0.5°C [Fig. 6].
Este mes, el grupo confía en las guías más recientes del Conjunto Multi-Modelos Norteamericano (NMME, por sus siglas en inglés), que predice que La Niña surgirá en los próximos meses y que continuará hasta el invierno del Hemisferio Norte.
La continuación de las temperaturas negativas en la subsuperficie y las anomalías en los vientos del este en los niveles bajos apoyan la formación de La Niña débil. Condiciones más débiles de La Niña implican que sería menos probable que resulte en impactos en el invierno, aunque señales predecibles aún pudieran influenciar la guía de pronóstico.
En resumen, se favorece La Niña entre septiembre y noviembre (71% de probabilidad) y se espera que persista hasta enero-marzo 2025 [Fig. 7].