Descubriendo los misteriosos rayos "de los duendes rojos" que desarrollados sobre el Himalaya

Los sprites o duendes rojos no son personajes animados, sino fenómenos atmosféricos reales, conocidos como descargas eléctricas, que ocurren en los topes de ciertas tormentas.

La foto, titulada "Fuegos artificiales cósmicos", ganó la categoría de Paisajes celestes del concurso Fotógrafo Astronómico del Año 2023, organizado por el Real Observatorio de Greenwich. Esta impresionante imagen no solo muestra la imponente belleza de las descargas de sprites, sino que también despierta el interés del público por los fenómenos meteorológicos extremos y su importancia científica. Crédito: Angel An



Los científicos los llaman "duendes rojos", llamados así por su aspecto similar al de una medusa y sus intensos destellos rojos. Ahora, imagina presenciar estos fascinantes espectáculos sobre la cordillera más alta del mundo: el Himalaya.

En la noche del 19 de mayo de 2022, dos astrofotógrafos chinos, Angel An y Shuchang Dong, capturaron un espectáculo espectacular de más de cien espectros rojos sobre el Himalaya. El sitio de observación, ubicado en la meseta tibetana meridional, cerca del lago Pumoyongcuo (uno de los tres lagos sagrados de la región), reveló un impresionante fenómeno celestial.

Entre los fenómenos capturados se encontraban espectros danzantes, chorros secundarios inusuales y el primer caso registrado en Asia de resplandor atmosférico verde en la base de la ionosfera nocturna, denominado "espíritus fantasma". Este extraordinario evento atrajo la atención mundial y recibió una amplia cobertura de los principales medios de comunicación.

Un estudio reciente publicado en Advances in Atmospheric Sciences por el profesor Gaopeng Lu y su equipo de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China arroja luz sobre la fuerza impulsora detrás de estos grandes "fuegos artificiales de duendes": los relámpagos y las tormentas eléctricas.

Brote masivo de espíritus rojos en el sur de Asia, observado desde la meseta tibetana. Crédito: Angel An y Shuchang Dong

"Este evento fue verdaderamente extraordinario", afirmó el profesor Gaopeng Lu. "Al analizar las descargas eléctricas originales, descubrimos que los sprites se desencadenaron por descargas eléctricas de nube a tierra con corrientes de pico altas y positivas dentro de un sistema convectivo masivo de mesoescala. Esto sugiere que las tormentas eléctricas en la región del Himalaya tienen el potencial de producir algunas de las descargas eléctricas en la atmósfera superior más complejas e intensas de la Tierra".

Ante la falta de marcas de tiempo precisas para un análisis detallado, el equipo de investigación desarrolló un método innovador para sincronizar el tiempo del video mediante trayectorias satelitales y análisis del campo estelar. Este enfoque innovador les permitió determinar las horas exactas de ocurrencia de los sprites y vincularlos con las descargas de rayos que los originaron. Uno de los revisores anónimos elogió la técnica, destacando su potencial como herramienta de cronometraje confiable para los científicos ciudadanos que contribuyen a las observaciones científicas.

El estudio reveló que las descargas de rayos originales se produjeron en regiones de precipitación estratiforme de un complejo convectivo de mesoescala que se extiende desde la llanura del Ganges hasta las estribaciones meridionales de la meseta tibetana. Este evento registró el mayor número de sprites durante una sola tormenta eléctrica en el sur de Asia, lo que sugiere que las tormentas eléctricas en esta región poseen capacidades de descarga en la atmósfera superior comparables a las de las Grandes Llanuras de Estados Unidos y las tormentas marinas europeas.

Además, los hallazgos indican que estas tormentas pueden generar estructuras de descarga aún más complejas, influyendo potencialmente en los procesos de acoplamiento atmosférico con importantes efectos físicos y químicos.

Referencia

Hailiang Huang et al, Massive Outbreak of Red Sprites in South Asia Observed from the Tibetan Plateau, Advances in Atmospheric Sciences (2025). DOI: 10.1007/s00376-024-4143-5

Esta entrada se publicó en Noticias en 21 Mar 2025 por Francisco Martín León