Diagnosis de la borrasca Elsa a las 12 UTC 19 diciembre de 2019
La borrasca Elsa está dando que hablar en los medios de comunicación por su supuesto temporal duro del Atlántico sobre gran parte de España. Se realiza una breve diagnosis de la situación donde se demuestra que el temporal sobre España NO es causado por Elsa
Situación sinóptica: Elsa, una borrasca vieja, poco profunda y desorganizada
A esta hora la borrasca Elsa se sitúa en centro del Atlántico norte como una vieja baja y poco profunda, B en la figura, alrededor de la cual orbitan otras bajas secundarias de menor interés.
En las imágenes de satélite se observa su centro desorganizado y en fase de debilitamiento. No hay un máximo de viento conductor en altura que le permita nuevos desarrollos. Los diagramas de fase de la baja son poco notorios y no se muestran aquí.
El conductor del temporal del Atlántico sobre la península Ibérica: el chorro polar
La zona C en la figura es otra zona completamente separada de la vieja borrasca Elsa con un fuerte gradiente de presión generado debajo del chorro polar del oeste. Esta zona baroclina frontal está ligada, conducida y condicionada por este máximo de viento en altura que amplio, persistente e intenso. Además se orienta de oeste a este hacia la Península.
Imagen de vapor de agua del 19 de diciembre de 2019 12 UTC, isotacas en 300 hPa y campo de presión en superficie. Ver texto para detalles. Eumetrain
Además, se observa como hay una desconexión en estos momentos de la borrasca Elsa y el chorro polar, si se analiza el campo de presión en superficie. La zona D se caracteriza por una disminución del gradiente de presión, marcando la separación del radio de influencia de Elsa y el chorro polar. Bajo el chorro polar hay sistemas frontales incipientes y ondulados, zona C.
Conclusiones
No es la borrasca Elsa la que está generando el temporal de viento, precipitaciones y mala mar sobre amplias zonas peninsulares. Lo pudo generar antes, pero no ahora. Es el propio chorro polar el que tiene reflejo en niveles inferiores con vientos fuertes en capas bajas y mantiene un fuerte gradiente de presión baroclino en la zona C, completamente separado de la borrasca Elsa, ya débil y en fase de disipación.
Decir que Elsa no influye en absoluto en el temporal que padecemos es algo arriesgado. Pudo hacerlo días antes cuando era una borrasca activa, pero ahora ya no lo es. Lo que sí es cierto es que el chorro polar es el que guía, conductor y condiciona el tiempo en latitudes medias. Y Elsa está lejos del máximo de viento en estos momentos.