El derretimiento de las capas de hielo de la Antártida está desacelerando la corriente oceánica más fuerte de la Tierra

La afluencia de agua dulce del deshielo en el océano Austral cambia sus propiedades, como la densidad (salinidad), del océano, sus patrones de circulación y la velocidad de dichas corrientes.

Imagen de archivo de la Antártida. Crédito: Unsplash/CC0 Dominio público

Los investigadores han descubierto que el derretimiento de las capas de hielo está ralentizando la Corriente Circumpolar Antártica (ACC por sus siglas en inglés), la corriente oceánica más fuerte del mundo. Este derretimiento tiene consecuencias para los indicadores climáticos globales, como el aumento del nivel del mar, el calentamiento de los océanos y la viabilidad de los ecosistemas marinos.

Desaceleración de la ACC e impactos

Investigadores de la Universidad de Melbourne y del Centro de Investigación NORCE de Noruega han demostrado que la actual desaceleración será de alrededor del 20% para 2050 en un escenario de altas emisiones de carbono. El trabajo se publica en la revista Environmental Research Letters.

Se espera que esta afluencia de agua dulce al Océano Austral cambie las propiedades, como la densidad (salinidad), del océano y sus patrones de circulación.

Los investigadores de la Universidad de Melbourne, el profesor asociado de mecanicismo de fluidos Bishakhdatta Gayen y el científico climático Dr. Taimoor Sohail, y el oceanógrafo Dr. Andreas Klocker del Centro de Investigación Noruego NORCE, analizaron una simulación de alta resolución del océano y el hielo marino de las corrientes oceánicas, el transporte de calor y otros factores para diagnosticar el impacto de los cambios de temperatura, salinidad y condiciones del viento.

Vista esquemática en planta de la circulación a gran escala del Océano Antártico. Las características clave son la red entrelazada de remolinos y chorros que circunnavegan el continente y que comprenden la Corriente Circumpolar Antártica (ACC) que fluye hacia el este (cuyos límites norte y sur, o frentes, están representados por contornos negros), los giros de Weddell y Ross (líneas punteadas azules) y la Corriente de la Talud Antártica (ASC) que fluye hacia el oeste, más cerca del continente (línea marrón). La ASC existe en todas partes excepto a lo largo del lado occidental de la Península Antártica, donde la ACC fluye muy cerca del talud de la plataforma continental. Las líneas de corriente/giro representan contornos de la función de corriente, esbozados con base en flujos promedio temporales típicos en un modelo oceánico global. La imagen de fondo muestra una instantánea típica de la velocidad media diaria del flujo superficial del modelo oceánico global ACCESS-OM2-01 (Kiss et al., 2020 ).

El profesor asociado Gayen afirmó: "El océano es extremadamente complejo y está en un delicado equilibrio. Si este 'motor' actual deja de funcionar, podría haber consecuencias graves, incluida una mayor variabilidad climática, con fenómenos extremos más intensos en ciertas regiones, y un calentamiento global acelerado debido a una reducción de la capacidad del océano para actuar como sumidero de carbono".

El ACC funciona como una barrera para las especies invasoras, como las masas de algas marinas del sur que se desplazan por las corrientes, o animales marinos como camarones o moluscos, que llegan a la Antártida desde otros continentes.

A medida que la ACC se desacelera y se debilita, hay una mayor probabilidad de que dichas especies lleguen al frágil continente antártico, con un impacto potencialmente grave en la red alimentaria que podría, por ejemplo, cambiar la dieta disponible de los pingüinos antárticos.

La ACC, más de cuatro veces más fuerte que la corriente del Golfo, es una parte crucial del "cinturón transportador oceánico" mundial, que mueve el agua alrededor del globo (uniendo los océanos Atlántico, Pacífico e Índico) y es el principal mecanismo para el intercambio de calor, dióxido de carbono, sustancias químicas y biología a través de estas cuencas oceánicas.

Los investigadores utilizaron el superordenador y simulador climático más rápido de Australia, GADI, ubicado en Access National Research Infrastructure en Canberra. El modelo subyacente (ACCESS-OM2-01) ha sido desarrollado a lo largo de varios años por investigadores australianos de varias universidades.

Las proyecciones exploradas en este análisis fueron realizadas por un equipo de investigación con sede en la UNSW, que descubrió que el transporte de agua del océano desde la superficie a las profundidades también podría desacelerarse en el futuro.

El Dr. Sohail dijo que se prevé que la desaceleración será similar en el escenario de menores emisiones, siempre que el derretimiento del hielo se acelere como se predice en otros estudios.

"El Acuerdo de París de 2015 tenía como objetivo limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Muchos científicos coinciden en que ya hemos alcanzado ese objetivo de 1,5 grados y es probable que la temperatura aumente aún más, con repercusiones en el derretimiento del hielo antártico", afirmó el Dr. Sohail.

"Los esfuerzos concertados para limitar el calentamiento global (mediante la reducción de las emisiones de carbono) limitarán el derretimiento del hielo antártico, evitando la desaceleración proyectada del ACC".

La investigación revela que el impacto del derretimiento del hielo y el calentamiento del océano en la ACC es más complejo de lo que se creía anteriormente.

"El derretimiento de las capas de hielo vierte enormes cantidades de agua dulce en el océano salado. Este cambio repentino en la 'salinidad' del océano tiene una serie de consecuencias, entre ellas el debilitamiento del hundimiento del agua superficial del océano hacia las profundidades (denominadas aguas del fondo antártico) y, según este estudio, un debilitamiento del fuerte chorro oceánico que rodea la Antártida", afirmó el profesor asociado Gayen.

La nueva investigación contrasta con estudios anteriores que sugerían que la ACC podría estar acelerándose debido a diferencias de temperatura más pronunciadas en distintas latitudes del océano causadas por el cambio climático, afirma.

"Los modelos oceánicos históricamente no han podido resolver adecuadamente los procesos a pequeña escala que controlan la fuerza de la corriente. Este modelo resuelve dichos procesos y muestra un mecanismo a través del cual se proyecta que la corriente de aire del Pacífico se desacelerará en el futuro. Sin embargo, se necesitan más estudios de observación y modelado de esta región poco observada para discernir definitivamente la respuesta de la corriente al cambio climático".

Referencia

Taimoor Sohail et al, Decline of antarctic circumpolar current due to polar ocean freshening, Environmental Research Letters (2025). DOI: 10.1088/1748-9326/adb31c

Esta entrada se publicó en Noticias en 18 Mar 2025 por Francisco Martín León