Dana, temporal mediterráneo y conexión subtropical atlántica
Todo parece indicar que estamos frente un cambio de tiempo adverso para el fin de semana, 18 y 19 de enero, que continuará la semana próxima con un temporal mediterráneo conducido por una dana en un entorno muy húmedo subtropical
A medida que pasa el tiempo cronológico, los modelos y las predicciones apuntan a que estamos frente a un cambio de tiempo muy significativo y potencialmente adverso.
Ya se está informando y dado las predicciones, los efectos posibles en la vertiente atlántica y mediterránea, que pueden llevar asociados esta situación: precipitaciones abundantes e intensas, mala mar en las costas atlánticas y mediterránea, nevadas significativas en el este peninsular, formación de una borrasca mediterránea con ciclogénesis incluida, temporal durísimo en el Mediterráneo Occidental, entrada de aire frío con bajada de temperaturas, bajada de la cota de nieve, etc. Pero no nos vamos a preocupar de ello pues bastante tinta se ha escrito y se va a escribir de esta situación. Nos centraremos en las interacciones subtropical atlántica-mediterránea y, especialmente, en lo referente a la humedad y el agua precipitable, que condiciona las precipitaciones.
Interacción subtropical atlántica-mediterránea
Una lengua de humedad con alto contenido de agua precipitable, orientada de oeste a este, está recorriendo el Atlántico Norte en su vertiente central y se dirige hacia la Península. Esta lengua está conducida por borrascas de latitudes medias. Una de ellas entrará por el suroeste peninsular a primeras horas del sábado 18 de enero conduciendo dicha lengua atlántica por el suroeste peninsular y trasladarla hacia el Mediterráneo.
A la vez, una borrasca aislada (o en fase de aislamiento) de niveles altos, dana, estará conducido de norte a sur por un máximo de viento que reconducirá a dicha baja en superficie. Con esta estructura se podría generar otra baja en superficie en la zona argelino-balear que experimentaría una profundización rápida (ciclogénesis mediterránea). Dicha baja en capas inferiores reorientará la lengua de humedad atlántica y podría aumentar su contenido de humedad por el aporte del propio Mediterráneo.
Por lo tanto, las precipitaciones mediterráneas (lluvias y nieves) tendrían una componente atlántica importante, además de la componente mediterránea en sus contribuciones de humedad y agua precipitable.
No nos olvidemos de la interacción polar-subtropical de niveles medios-altos de la dana-chorro subtropical. Pero eso es otro tema, que no será tratado aquí.
Las interacciones atmosféricas son complejas, amplias y efectivas. Estos días veremos y padeceremos algunas de ellas.