La DANA de final de octubre de 2024. ¿Una nueva generación de DANAs en un mundo cada vez más cálido?
Durante los días 28 y 29 de octubre de 2024, una activa DANA ha desarrollado varios sistemas tormentosos muy organizados que han afectado a amplias zonas de la Península y Baleares, espacialmente y durante el martes 29, a zonas muy pobladas de Valencia con lluvias torrenciales históricas. ¿Es una DANA de nueva generación nunca antes observada?
La DANA que está afectando estos días a la Península y Baleares va a pasar a la historia por la extensión de sus efectos en superficie, por la intensidad de las precipitaciones, el nivel de los cauces de algunos ríos y barrancos, los impactos económicos previstos, etc.
A fecha de hoy, 30 de octubre a primeras horas de la mañana, se desconocen los muertos, desaparecidos y personas afectadas. Las autoridades prefieren esperar hasta disponer de números más exactos de ello.
A todo ello, hay que indicar que la situación de esta DANA no ha terminado.
Algunas situaciones de temporales en el Mediterráneo recientes
Hacía tiempo que no se vivía una situación de precipitaciones abundantísimas y torrenciales en muchas poblaciones del este peninsular. En zonas de Valencia se han acumulado entre 300-600 litros/m2, por confirmar, en 24 h, y en algunas circunstancias han caído 200-300 l/m2 en solo 4-5 horas en zonas de la Comunidad Valenciana.
Las lluvias extremadamente torrenciales han llenado barrancos, cauces secos, ríos con caudales extremos que han inundado ciertas zonas cercanas a poblaciones que van desde Málaga, Granada, Almería, Murcia, Albacete, Alicante, Castellón, por citar algunas zonas, pero en especial zonas del interior de Valencia. Las avenidas de agua e inundaciones han llegado también a zonas donde ha llovido poco, generando inundaciones repentinas de alto impacto.
La DANA de finales de octubre de 2024 se puede situar entre las más catastróficas en los últimos años, pero este hecho está aún por evaluar objetivamente. Si nos centramos en la zona de la Comunidad Valenciana, tendríamos los últimos eventos de lluvias abundantes y torrenciales:
DANA de la Pantanada de Tous en octubre 1982
DANA de noviembre de 1987
DANA de septiembre de 1996
DANA de 2019
Borrasca Gloria de enero de 2020
Según los datos manejados por AEMET en la Comunidad Valenciana, @AEMET_CValencia, esta DANA ha generado un temporal histórico, a la altura de los grandes temporales mediterráneos, y estaría entre los tres más intensos del último siglo en dicha Comunidad (1982, 1987) y la más intensa de este siglo XXI.
Cambio climático antropogénico, la DANA de finales de octubre de 2024 y sus impactos
No se puede atribuir directamente una situación meteorológica y sus efectos, como esta DANA, al cambio climático antropogénico hasta que nos se hagan estudios de atribución para tratar de cuantificar científicamente el porcentaje de "culpabilidad" de las precipitaciones más intensas, vientos violentos, etc., frente a un mundo con más gases de efecto invernadero actual que en otras condiciones más normales sin los efectos del hombre. No se sabe si el cambio climático está detrás de todo ello de forma objetiva.
Pero las alarmas han saltado en 2024, y años anteriores, entre los investigadores y científicos tras las importantes lluvias abundantes, torrenciales e inundaciones históricas acaecidas en Centro Europa en septiembre de 2024 por la borrasca Boris que dejó 27 muertos e importantes daños en zonas de Austria, sur de Polonia, Eslovaquia, etc.
Los importantes episodios de lluvias extremas acaecidas en el sureste francés e italiano durante otoño de 2024 y ahora la DANA que ha afectado a la Península y Baleares. Las precipitaciones descomunales en las anteriores situaciones hacen pensar que el cambio climático antropogénico está detrás de ello.
Diferentes estudios apuntan a que en un mundo más cálido, los huracanes, tifones, borrascas y tormentas disponen de más cantidad de vapor de agua en la atmósfera al aumentar la temperatura. Por otra parte, el calor almacenado en las aguas de los mares y océanos es otra fuente de energía para hacer más potentes y adversos a esos sistemas.
Otros estudios apuntan a que los huracanes y tifones se están haciendo más lentos en su desplazamiento al poseer más cantidad de agua en su seno, por lo que sus impactos aumentarán en zonas cercanas a la costa, con sus lógicos impactos. Se dispone, por lo tanto, de más gasolina de primera para generar fenómenos violentos.
Recientemente, el experto Ben Noll ha puesto de manifiesto que la cantidad de vapor de agua y de agua potencialmente precipitable está aumentada en un mundo más cálido en un proceso de retroalimentación: más vapor de agua, que es gas efecto invernadero, hará elevar la temperatura de la Tierra, que a su vez hará que aumente la cantidad de vapor de agua y así sucesivamente.
Pero más vapor de agua potencial disponible para las precipitaciones abundantes no implica que existan dichas precipitaciones reales, ya que debe existir un mecanismo de disparo, como las DANAS, para que se generen lluvias abundantes y torrenciales. Y aquí está el quid de la cuestión.
¿Habrá más mecanismos de disparo que favorezcan estos diluvios pavorosos? ¿Habrá más DANAs del tipo de octubre de 2024 en el futuro? Los estudios muestran que hay bastante incertidumbre en cuanto a si estas DANAs muy activas aumentarán en un mundo más cálido y si las ondulaciones del chorro polar intenso, que generan las DANAs, aumentarán y persistirán en su intensidad para su aislamiento.
Lo que nos dicen los expertos con el cambio climático es que el tiempo será más extremo en el futuro en nuestras latitudes, tendiendo a aumentar las sequías prologadas con periodos de precipitaciones extremas repartidas con más periodicidad: en promedio se podría recibir la misma cantidad de precipitación en una zona con periodos prolongados sin lluvias y periodos muy cortos de menos días de precipitaciones extremas debido a la mayor disponibilidad de "gasolina de primera".
En resumidas cuentas, la situación de esta DANA histórica es un hecho poco común y casi sin presentes (no hay dos situaciones de DANAs iguales), ya que si se ha dado en otras ocasiones desde el punto de vista dinámico, ahora dispone de unas condiciones que no se han vivido anteriormente: mayor concentración de gases efecto invernadero, un mundo más cálido con mayor disponibilidad de vapor de agua y de energía de mares más cálidos. En este contexto, las futuras DANAs, si se desarrollan, encontrarán estos mismos entornos pero realzados en humedad y en energía disponible, en un mundo cada vez más cálido.