Criaturas atrapadas dentro de intensos ciclones tropicales, huracanes y tifones
Los fuertes vientos giratorios asociados a huracanes y tifones pueden engullir a animales a su paso por determinadas zonas y llevarlos lejos de su lugar de origen. Varios estudios analizan este fenómeno
A raíz del súper tifón Lekima, que azotó China continental a principios de agosto de 2019, se registraron varias especies de aves en lugares que nunca antes se habían visto. Un nuevo estudio revela la probable razón detrás de cómo llegaron allí.
Las criaturas voladoras, como pájaros e insectos, a veces conocidos como dispersores biológicos, pueden quedar atrapadas dentro del ojo de un ciclón tropical y arrastradas a medida que avanza. La mayoría de los estudios se han centrado en la migración activa de estas especies, mientras que sólo unos pocos han utilizado el radar para rastrear animales atrapados dentro del ojo de una tormenta.
Atrapados en el ojo del tifón
En un artículo publicado en el Journal of Geophysical Research: Biogeosciences, Kehui Huang y sus colegas observaron observaciones de radar polarimétrico de Lekima mientras se acercaba a tierra desde una estación ubicada cerca de Wenzhou, una ciudad en la costa central de China. Los investigadores identificaron dispersores biológicos atrapados en el ojo de la tormenta por sus características de radar: alta reflectividad diferencial, bajos valores de coeficiente de correlación cruzada y valores de fase diferencial altamente variables.
Al centrarse en señales que se ajustan a esas características, los investigadores observaron que los ecos de las especies voladoras se hacían más prominentes a medida que Lekima se acercaba a la costa. Luego, justo cuando el tifón tocó tierra, la distribución de las criaturas dentro del ojo cambió de circular a oblonga, lo que los investigadores interpretaron como pájaros exhaustos que acudían en masa al suelo para descansar. Además, algunas aves pueden ser arrastradas por el ciclón a una distancia de varios cientos de kilómetros de su llegada a tierra.
Al comparar sus resultados con datos similares recopilados sobre el huracán Irene en 2011, los autores señalan que Lekima atrapó una mayor proporción de aves, mientras que el ojo de Irene contenía principalmente enjambres de insectos.
Los autores dicen que futuros estudios que utilicen radar para observar animales e insectos voladores dentro de los ojos de los ciclones tropicales podrían ayudar a revelar cómo algunas especies invasoras se mueven hacia nuevos territorios, así como ayudar a los rastreadores meteorológicos a distinguir las señales meteorológicas de las biológicas.
Referencia
Kehui Huang et al, Polarimetric Radar Observations of Biological Scatterers in the Eye of Typhoon Lekima (2019), Journal of Geophysical Research: Biogeosciences (2023). DOI: 10.1029/2023JG007533