Contaminación atmosférica en la Amazonía
Las emisiones contaminantes de Manaos, una ciudad brasileña de más de dos millones de habitantes, elevaron los niveles de ozono y contribuyeron a la formación de aerosoles en la atmósfera de la selva amazónica, tal y como revela un estudio publicado en ‘Atmospheric Environment’.
Las emisiones contaminantes de Manaos, una ciudad brasileña de más de dos millones de habitantes, elevaron los niveles de ozono -un gas de efecto invernadero y un contaminante dañino para la salud humana- y contribuyeron a la formación de aerosoles en la atmósfera de la selva amazónica, tal y como revela un estudio publicado en ‘Atmospheric Environment’.
“A través de este estudio de la selva amazónica, podemos hacernos una mejor idea de cómo las actividades humanas están influenciando las condiciones de lo que se considera un entorno prístino”, señala Dandan Wei, quien dirigió la investigación como estudiante de doctorado en la Universidad Estatal de Pensilvania. Wei es ahora investigador postdoctoral en la Universidad de Michigan.
Los científicos observaron niveles de ozono entre un 30 y un 50 por ciento más altos que los niveles de referencia en un lugar a 60 millas donde el viento sopla a favor de la ciudad. Por el contrario, los niveles elevados no estaban presentes en otro lugar en contra del viento. Las emisiones de los vehículos y otras actividades humanas en la ciudad liberan óxido de nitrógeno a la atmósfera. Las emisiones se mezclan con los compuestos orgánicos volátiles (COV) liberados naturalmente por la vegetación y, en presencia de la luz solar, producen sustancias químicas que pueden influir en la calidad del aire, la meteorología y el clima de la región.
Usando modelos informáticos, los investigadores encontraron que niveles de óxido de nitrógeno como los emitidos por Manaos pueden causar un aumento de hasta el 260 por ciento en el ozono y un aumento del 150% en los radicales hidroxilo, un potente oxidante.
“Estos hallazgos sugieren que las emisiones de Manaos pueden modificar sustancialmente la química natural de la atmósfera sobre la selva amazónica”, advierte Wei. Los científicos también encontraron que, a medida que la temperatura del aire aumenta debido al cambio climático, las emisiones urbanas producen más ozono. De acuerdo con los investigadores, en la selva tropical, donde la temperatura del aire aumenta en casi medio grado Fahrenheit por década, estos gases de efecto invernadero adicionales podrían acelerar el calentamiento.
Los científicos consideran que estas moléculas son dañinas para los humanos si se inhalan y pueden causar daños ambientales a la vegetación en la selva tropical. “Esta investigación ilustra la medida en que los humanos pueden modificar estos entornos prístinos”, subraya José D. Fuentes, también de la Universidad de Pensilvania. “Las selvas tropicales son los pulmones de nuestro planeta y esos pulmones nos impactan incluso aquí en Estados Unidos, porque las masas de aire circulan por todo el mundo”, concluye.
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