Consecuencias de la persistencia de los eventos de La Niña
El fenómeno climático conocido como La Niña se produce por un enfriamiento a gran escala de la superficie oceánica de la parte central y oriental en la región ecuatorial del Océano Pacifico, unido a cambios en la circulación atmosférica tropical, es decir, vientos, presión y precipitaciones
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) indicó recientemente que es probable que el fenómeno de La Niña dure hasta el final del invierno en el hemisferio norte y del verano en el hemisferio sur. Según el organismo, el fenómeno seguirá afectando los registros de temperatura y precipitaciones, y agravando las sequías e inundaciones en distintas partes del mundo.
Es la tercera vez que se produce un triple fenómeno de La Niña desde el año 1950. Las probabilidades de que La Niña persista entre diciembre y febrero de 2023 son del 75% y del 60% durante enero a marzo de 2023.
Crisis humanitaria en África
El secretario general de la agencia de la ONU, el profesor Petteri Taalas, indicó que "la zona tropical del Pacífico ha estado en un estado de La Niña, con breves interrupciones, desde septiembre de 2020, pero esto sólo ha tenido un impacto de enfriamiento limitado y temporal en las temperaturas globales".
Taalas añadió que “los últimos ocho años van a ser los más calurosos de los que se tiene constancia mientras el aumento del nivel del mar y el calentamiento de los océanos se ha acelerado”. Pese a esta aparición constante de La Niña, tanto 2022 como 2021 fueron más cálidos que cualquier año anterior a 2015.
“Este persistente evento de La Niña está prolongando las condiciones de sequía e inundaciones en las regiones afectadas. La comunidad internacional está especialmente preocupada por la catástrofe humanitaria de millones de personas en el Cuerno de África, provocada por la sequía más larga y severa de la historia reciente”, destacó.
Actualmente en Kenia, Somalia y Etiopía hay más de 20 millones de personas en situación de grave inseguridad alimentaria, y en algunas partes de Somalia podrían correr el riesgo de sufrir una hambruna a finales de año.
“La Organización Meteorológica Mundial seguirá proporcionando información adaptada al sector humanitario y apoyando a sectores sensibles como la agricultura, la seguridad alimentaria, la sanidad y la reducción del riesgo de desastres”, dijo el profesor Taalas.
Los patrones de precipitación en muchas regiones este año han presentado las características de La Niña: condiciones más secas de lo habitual en la Patagonia de América del Sur y el suroeste de América del Norte, así como en el este de África, según el informe provisional de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2022.
El clima ha sido más húmedo de lo habitual en el sur de África, el norte de Sudamérica, el continente marítimo y el este de Australia. Las lluvias monzónicas más intensas y prolongadas en el sureste de Asia están asociadas a La Niña. Así, Pakistán experimentó lluvias devastadoras en julio y agosto.
FUENTE: Noticias de Naciones Unidas (ONU)
José Miguel Viñas Rubio