El cambio climático se vuelve "espiral" en América Latina y el Caribe
La OMM advierte que los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos se están agudizando en América Latina y el Caribe, a medida que se acelera la tendencia al calentamiento a largo plazo y el aumento del nivel del mar
Según la OMM, Organización Meteorológica Mundial, las temperaturas en los últimos 30 años se han calentado un promedio de 0,2 ° C por década, la tasa más alta registrada, según el informe Estado del Clima en América Latina y el Caribe 2022. Destaca un círculo vicioso de impactos en espiral en los países y las comunidades locales.
La sequía prolongada provocó una caída en la producción hidroeléctrica en gran parte de América del Sur, lo que provocó un aumento en la demanda de combustibles fósiles en una región con un gran potencial sin explotar de energía renovable.
El calor extremo combinado con suelos secos alimentaron períodos de incendios forestales récord a la altura del verano de 2022, lo que provocó que las emisiones de dióxido de carbono alcanzaran los niveles más altos en 20 años y, por lo tanto, fijaran temperaturas aún más altas.
El derretimiento de los glaciares ha empeorado, amenazando los ecosistemas y la futura seguridad hídrica de millones de personas. Hubo una pérdida casi total de la capa de nieve en el verano de 2022 en los glaciares andinos centrales, con glaciares sucios y oscuros que absorbieron más radiación solar, lo que a su vez aceleró el derretimiento.
Mensajes clave
Temperaturas: El período de 1991 a 2022 mostró una tendencia de calentamiento promedio de alrededor de 0.2 °C por década (y mayor en México y el Caribe). Este fue el más fuerte registrado desde el comienzo de los períodos de medición de referencia de 30 años en 1900. En general, 2022 no fue tan cálido como 2021 en la región debido al efecto de enfriamiento de los tres años de La Niña.
El nivel del mar siguió aumentando a un ritmo mayor en el Atlántico Sur y el Atlántico Norte subtropical en comparación con la media mundial. El aumento del nivel del mar amenaza a una gran parte de la población de América Latina y el Caribe que vive en las zonas costeras al contaminar los acuíferos de agua dulce, erosionar las costas, inundar las zonas bajas y aumentar los riesgos de inundaciones costeras.
Los ciclones tropicales, en particular los huracanes Fiona, Lisa e Ian, causaron graves daños en América Central y el Caribe. El huracán Fiona provocó daños estimados en US$ 2.500 millones en Puerto Rico.
La sequía prolongada dañó importantes sectores económicos como la agricultura, la energía, el transporte y el suministro de agua.
En Brasil, el índice de producción agrícola cayó un 5,2% en el primer trimestre de 2022, en comparación con el mismo período de 2021, debido a una caída en la producción de soja y maíz.
La sequía en la cuenca del Paraná-La Plata en el sureste de Sudamérica -uno de los principales graneros del mundo- fue la peor desde 1944.
Fue el cuarto año más seco registrado en Chile, que está experimentando una mega sequía de 14 años, la sequía más larga y severa de la región en más de 1 000 años.
Olas de calor e incendios forestales: En enero, noviembre y diciembre de 2022, el sur de Sudamérica sufrió largas e intensas olas de calor .
Las temperaturas excepcionalmente altas, la baja humedad del aire y la severa sequía provocaron períodos de incendios forestales sin precedentes en muchos países de América del Sur. En enero y febrero, Argentina y Paraguay registraron un aumento de más del 250 % en el número de puntos críticos detectados en comparación con el promedio de 2001-2021. Las emisiones de CO2 de incendios forestales de enero a marzo fueron las más altas de los últimos 20 años. Bolivia y Chile también vieron un aumento masivo de incendios forestales durante las olas de calor de noviembre a diciembre de 2022.
Principales impulsores del clima
América Latina y el Caribe está rodeada por los océanos Pacífico y Atlántico, y el clima está influenciado en gran medida por las temperaturas predominantes en la superficie del mar y los fenómenos de acoplamiento atmósfera-océano a gran escala asociados, como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS).
2022 marcó el tercer año consecutivo de condiciones de La Niña. Esto se asoció con temperaturas del aire más altas y déficits de precipitación en el norte de México, un período prolongado de condiciones de sequía en gran parte del sureste de América del Sur y un aumento de las precipitaciones en partes de América Central y el norte de América del Sur y en la región amazónica.
Impactos y riesgos relacionados con el clima
La población de América Latina y el Caribe debe ser más consciente de los riesgos relacionados con el clima y los sistemas de alerta temprana en la región deben fortalecerse y llegar a las comunidades que más los necesitan. Solo el 60 % de la población está cubierta por Sistemas de Alerta Temprana Multiamenazas, según datos de 2020.
En 2022, se reportaron 78 eventos peligros meteorológicos e hidrológicos relacionados con el tiempo en la región, según la base de datos de eventos de emergencia (EM-DAT) del Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres (CRED).
De estos, el 86 % fueron eventos relacionados con tormentas e inundaciones y representaron el 98 % de las 1.153 muertes documentadas en la base de datos.
Los daños económicos por US$ 9 mil millones reportados a EM-DAT se debieron principalmente a sequías (40%) y tormentas (32%). Se presume que las cifras reales relacionadas con los impactos de los eventos extremos son peores debido al subregistro y porque los datos sobre los impactos no están disponibles para algunos países.
