Calor veraniego intenso, tormentas y posible DANA a la vista

Venimos de unos meses muy cálidos y muy secos, junio y julio, con dos olas de calor muy significativas en cada uno de los meses. Arrastramos una sequía acusada y prolongada en algunas zonas y no se ven perspectivas de que esto vaya a cambiar. Las precipitaciones del norte y las recogidas en los lugares de tormentas no aliviarán la pertinaz sequía que sufrimos. Con estos mimbres, las condiciones meteorológicas para los incendios forestales son de muy alto riesgo.

La persistencia de altas temperaturas extremas, tanto máximas como mínimas, ha sido el denominador común en gran parte de España. Se han superado en amplias zonas los días consecutivos donde se superaban los 35, 40 y 42 ºC de máximas, día tras día, y sin descanso. Y por las noches, más de lo mismo, las temperaturas persistentes muy cálidas nocturnas hacen que las noches sean desesperantes y el sueño sea difícil de conciliar.

Las perspectivas no son halagüeñas pues no se ve un cambio de tiempo a varios días vista: el calor veraniego seguirá con nosotros con anomalías positivas de temperaturas, tanto en las máximas y mínimas, tormentas en determinadas regiones peninsulares y un mar Mediterráneo con temperaturas mas altas de lo normal que harán que el bochorno se acentúe sobre las zonas costeras del Mediterráneo. La ola de calor marina en el Mediterráneo se podría agudizar.

Nota de actualización. Según AEMET y con los datos observados y previstos de temperaturas, es posible que se esté dando la 3º ola de calor de 2022,que se inicio entre los días 30-31 de julio y terminaría entre el 5-6 de agosto de 2022. Independientemente de que sea catalogada o no como ola de calor, el calor de estos días fue, es y será muy intenso.

Situación sinóptica y evolución

La situación sinóptica está dominada por varios elementos a destacar:
Dos zonas anticiclónicas se ubican en dos zonas diferenciada: al oeste de las Islas Británicas y sobre el Mediterráneo occidental y central. Bajo estas condiciones de estabilidad, a nivel general y sinóptico, el calentamiento diurno efectivo está garantizado en tierra y en el mar, como hasta ahora y, por lo tanto, las agua del Mediterráneo seguirán calentándose: ola extraordinaria de calor marino.

Entre estas dos zonas de estabilidad, y debido al calentamiento diurno, se desarrolla una baja térmica en niveles inferiores que afectará a zonas del centro y oeste peninsular. Mientras, en altura se cuelan vaguadas (embolsamiento de aire frío en altura) que, acopladas a factores locales peninsulares, generan y desarrollarán tormentas en el interior.

En estas condiciones, el tiempo veraniego se acentuará, las temperaturas en tierra permanecerán por encima de los valores normales, tanto máximas como mínimas, pero con valores tan intensos cono los acontecidos en julio de 2022, el bochorno se acentuará sobre el levante y Baleares, las aguas mediterráneas seguirán calentándose y las tormentas harán acto de presencia en el zonas del noreste, e Ibérico, zonas muy visitadas en estos días vacacionales especialmente este fin de semana.

Fin de semana, 5-7 de agosto

Altas temperaturas diurnas y nocturnas con tormentas en el interior. Calor intenso con vaivenes en el tercio norte.

Las precipitaciones tormentosas se podrían concentrar en el Pirineo, Sistema Ibérico y algunas en el sistema Cantábrico. Precipitaciones no tormentosas se podrían dar en la zona costera del Cantábrico por el flujo de componente norte.

Semana próxima, 8-14 de agosto ¿DANA a la vista?

Para la semana que viene se espera más de lo mismo con temperaturas más altas que los valores medios, salvo Canarias.

El chorro polar quedará lejos de nuestras latitudes y con las borrascas atlánticas por el norte. Una circulación secundaría podría generar una DANA que se situaría al oeste peninsular. Su orientación y cercanía a la Península podría condicionar el tiempo de una u otra manera en la próxima semana en cuanto a las tormentas y la subida, o no, más acusada de temperaturas, que está por ver.

El Mediterráneo seguirá calentándose y almacenando calor: más bochorno y menos efectos de brisas marinas que mitiguen el sofoco del termómetro en la costa.

En resumen temperaturas típicas de agosto pero más altas que los valores normales, tanto máximas y mínimas (con noches cálidas o muy cálidas, o como se se llaman ahora, tropicales y tórridas), tormentas localmente intensas con ausencia de precipitaciones generalizadas y abundantes que alivien la pertinaz sequía que se acentuará y caldo ideal para que el riesgo de incendios sea alto.

Duro verano agosteño en estado puro, después de dos olas de calor con temperaturas agobiantes y persistentes tanto de día como de noche.