California, de la sequía más severa en años a embalses a rebosar ¿Pasará lo mismo en España?
Durante varios meses, finales de 2022 e inicios de 2023, California ha sido regada por borrascas y ríos atmosféricos de humedad que han traído abundantísimas precipitaciones dejando atrás una sequía severa. ¿Podría pasar lo mismo en España con las precipitaciones actuales?
Nota de la RAM. Aprovechando un artículo de la NASA sobre California, donde se ha pasado de una sequía severa a un periodo extremadamente húmedo, se ha reescrito parcialmente dicho artículos para hacer una comparación con lo que ocurre de forma paralela en España, donde se sufre de una sequía pertinaz en muchas zonas y que ahora se ve afectada por precipitaciones y chubascos tormentosos.
Precipitaciones abundantes por trenes de borrascas y ríos atmosféricos de humedad en California
California ha recibido, con ansias, abundantes y eficientes precipitaciones durante finales de 2022 y comienzo de 2023 con borrascas muy eficientes en cuanto a precipitación, tanto en forma de lluvia y nieve. Todo ello debido a trenes de borrascas venidas del Pacífico y a ríos atmosféricos cargados de humedad. De es forma dejaba atrás una sequía histórica que sufría el estado americano.
Gracias estas borrascas, las montañas de la zona se han llenado de nieve, algunos puntos con récords incluidos de más de dos metros, y las lluvias y el deshielo han hecho rebosar los ríos y pantanos: ha pasado de la sequía más severa en décadas a estar en una situación de superávit en precipitaciones.
Shasta Lake, el embalse más grande de California, se llenó a casi el 100 por ciento de su capacidad en mayo de 2023, alcanzando niveles que no se habían visto en cuatro años. Desde 2019, un período prolongado de sequía extrema provocó la disminución de los niveles de los embalses. En los primeros meses de 2023, las fuertes lluvias y el agua de deshielo de una capa de nieve de montaña superior a la media provocaron un cambio notable.
La serie de imágenes a continuación muestra la progresión del llenado de un lago. Un delgado anillo de sequedad aún era visible el 29 de enero de 2023, cuando el OLI-2 adquirió la imagen central. Ese día, el lago estaba al 56 por ciento de su capacidad, o alrededor del 87 por ciento del promedio histórico para esa época del año.
El color del agua en la imagen central probablemente parece más verde debido al sedimento en suspensión. En la imagen de la derecha, algunas partes de la superficie del lago parecen más claras debido a un fenómeno óptico conocido como brillo solar , y también puede haber sedimentos en suspensión.
El lago Oroville, el segundo embalse más grande del estado, también estaba cerca de su capacidad el 29 de mayo, con un 97 por ciento de su capacidad. Tanto el lago Oroville como el lago Shasta son fundamentales no solo para el almacenamiento de agua, sino también para el control de inundaciones, la recreación, el riego de tierras de cultivo en el Valle Central y la prevención de la intrusión de agua salada en el delta Sacramento-San Joaquín.
Los embalses llenos no garantizan agua abundante durante años en el futuro. Los últimos cuatro años son un testimonio de cuán drásticamente pueden cambiar los embalses en el transcurso de uno o dos años. Además de las muchas demandas de agua, los niveles de los lagos deben reducirse para crear capacidad para el control de inundaciones en las estaciones más húmedas.
Agua superficial abundante no equivale necesariamente a reservas de agua subterránea reabastecidas. En el Valle Central de California, el agua subterránea puede representar dos tercios del uso agrícola del agua durante los años de sequía. Un estudio reciente que utilizó datos de las misiones satelitales Gravity Recovery and Climate Experiment (GRACE) y GRACE Follow-On de la NASA encontró que el agotamiento de las aguas subterráneas en el Valle Central se ha acelerado desde 2003.
Sequía en España y precipitaciones de finales de primavera e inicios del verano
Mientras California ha recibido precipitaciones abundantes asociadas a sucesivas borrascas de meses fríos y cargadas de humedad, España veía como el anticiclón se adueñaba del tiempo, en términos generales, a primeros de año y agudizaba la sequía que padecemos desde hace varios años. Las borrascas y frentes sólo pasaban por el norte.
Desde mediados de mayo de 2023, las precipitaciones en forma de chubascos tormentosos, a veces localmente intensos, han generado que los cauces secos de algunos ríos se llenaran de agua temporalmente. Todo ello debido a la presencia de DANAs y vaguadas en altura que creaban un ambiente inestable.
La nieve no ha hecho acto de presencia, salvo esporádicamente en zonas altas de Sierra Nevada y Pirineos que, en modo alguno, han constituido una reserva natural de agua acusada en estas zonas altas.
Las precipitaciones han humedecido el suelo, allí donde cayeron, pero no han elevado los niveles de los embalses como lo han hecho en California. Al menos, las pérdidas de los embalses han sido menores que otros mismos periodos de años anteriores.
Hay notables diferencias entre lo que ha ocurrido en California y lo que ocurre en España: borrascas invernales cargadas de lluvias y nieve frente a bajas presiones con chubascos intensos repartidos irregularmente en España. Además, la duración en tierras americanas de los eventos de precipitación ha sido de meses en periodos de estaciones frías; aquí solo las tendremos posiblemente durante un mes en un periodo ya cálido, verano. Los efectos finales son, por lo tanto, diferentes en uno y otro lugar.
Al menos ha llovido algo y hace que el verano sea algo más llevadero si estas lluvias no se hubieran hecho presentes desde mediados de mayo en España. Los incendios forestales en este periodo se han reducido frente a los pavorosos que se iniciaron en la primavera seca y cálida inicial.
Habrá que esperar a los temporales de otoño para ver si la sequía que afecta a nuestro país desaparece.
Textos y figuras tomadas de NASA